(CNN) –– La primera ministra de Nueva Zelandia, Jacinda Ardern, anunció este jueves que presentará su renuncia dentro de unas semanas y agregó que no se siente con la energía para buscar la reelección en las elecciones de octubre.
Hablando en una conferencia de prensa, Ardern dijo que su mandato terminaría el 7 de febrero, cuando espera que un nuevo primer ministro laborista preste juramento, aunque “dependiendo del proceso, eso podría ser antes”.
“La decisión fue mía”, dijo Ardern. “Liderar un país es el trabajo más privilegiado que alguien pueda tener, pero también el más desafiante. No se puede ni se debe hacer a menos que uno tenga el tanque lleno, más un poco de reserva para esos desafíos no planificados e inesperados que pueden surgir”.
“Ya no tengo suficiente en el tanque para hacerle justicia al trabajo”, agregó.
Cuando Ardern se convirtió en primera ministra en 2017, a sus 37 años, era la tercera primera ministra mujer de Nueva Zelandia y una de las líderes más jóvenes del mundo. En un año, dio a luz estando en el cargo, convirtiéndose en la segunda líder mundial en hacerlo.
Fue reelegida para un segundo mandato en 2020, una victoria que fue impulsada por el enfoque de su Gobierno de “golpear duro y pronto” la pandemia de covid-19, que vio a Nueva Zelandia imponer algunas de las reglas fronterizas más estrictas del mundo, separando familias y cerrando las puertas a casi todos los extranjeros durante casi dos años.
El jueves, Ardern habló con franqueza sobre el costo que ha tenido el trabajo en su vida y reflexionó sobre las diversas crisis que ha enfrentado su Gobierno, incluida la pandemia y el ataque terrorista de Christchurch de 2019, que mató a 51 personas en dos mezquitas.
El ataque fue un momento decisivo del liderazgo de Ardern, y su rápida respuesta logró elogios generalizados. Rápidamente introdujo reformas a la ley de armas, usó un hiyab para mostrar su respeto por la comunidad musulmana y dijo públicamente que nunca pronunciaría el nombre del presunto atacante.
La mandataria indicó que, a finales de 2022 se tomó un tiempo para evaluar si tenía todo lo necesario para continuar como primera ministra. Y, en última instancia, concluyó que era hora de hacerse a un lado.
Sin embargo, aseguró: “No renuncio porque (el trabajo) haya sido difícil, si ese fuera el caso probablemente me habría ido a los dos meses de empezar”. Ardern estuvo cinco años y medio en el cargo.
“El único ángulo interesante que encontrarán es que después de seis años de grandes desafíos, soy humana. Los políticos somos humanos”, dijo. “Damos todo lo que podemos durante el tiempo que podemos, y luego es el momento. Y para mí, es el momento”, añadió.
Ardern también destacó los logros de su mandato, incluida la legislación sobre el cambio climático y la pobreza infantil. “No me gustaría que estos últimos cinco años y medio se trataran simplemente de desafíos. Para mí, también se trata de progresos”, dijo.
La mandataria dijo que el anuncio anticipado permitirá la planificación y la preparación de las agencias gubernamentales y partidos políticos.
Las elecciones generales están previstas para el 14 de octubre.
Bryce Edwards, politólogo de la Universidad Victoria de Wellington en Nueva Zelandia, dijo que la renuncia de Ardern fue “impactante”, pero no una completa sorpresa.
“Ella es celebrada en todo el mundo pero su gobierno se ha desplomado en las encuestas”, dijo.
Ascenso político meteórico
Ex DJ y mormona inactiva, Ardern era lo más parecido que tenía Nueva Zelandia a una política estrella de rock: atraía a multitues en mítines masivos y todos sus movimientos contaban con una cobertura de prensa de punta a punta. Disfrutó de un apoyo particular entre los jóvenes, en una ola denominada “Jacindamania” durante su primer mandato.
Esa popularidad se ha extendido al extranjero, con Ardern adornando las portadas de las revistas Vogue y Time, y presentando a la personalidad de la televisión estadounidense Stephen Colbert en su casa en los suburbios de Auckland.
Pero aunque Ardern ganó seguidores en todo el mundo por su enfoque fresco y empático, su popularidad ha disminuido en Nueva Zelandia en los últimos años, y algunos críticos argumentan que ha hecho poco para lograr el gobierno transformador que prometió cuando fue elegida por primera vez.
Varias encuestas de fines de 2022 mostraron una caída en el apoyo a Ardern y de su Partido Laborista, con algunos índices en el nivel más bajo desde que asumió el cargo en 2017, según Radio New Zealand, afiliada de CNN.
Edwards, el analista político, dijo que la decisión de Ardern de retirarse quizás le ahorre un resultado electoral decepcionante.
“Irse ahora es lo mejor que puede hacer para su reputación… saldrá bien parada en lugar de perder las elecciones”, dijo.
Edwards dijo que no hay “nadie obvio” para reemplazarla, aunque los posibles candidatos incluyen al ministro de Policía y Educación, Chris Hipkins, quien tiene una relación sólida con Ardern, y al ministro de Justicia, Kiri Allan.
Ardern dijo que no tiene planes firmes sobre lo que hará a continuación, pero que espera pasar más tiempo con su familia nuevamente. “Podría decirse que son los que más han sacrificado de todos nosotros”, dijo Ardern.
Dirigiéndose a su hijo y a su prometido, dijo: “Para Neve, mamá está ansiosa por estar allí cuando comiences la escuela este año, y para Clarke, finalmente casémonos”.
Ardern ha estado comprometida con el presentador de televisión Clarke Gayford desde 2019.
Una mujer en el escenario mundial
Ardern se ganó una reputación como pionera mientras estuvo en el cargo, hablando con frecuencia sobre la igualdad de género y los derechos de las mujeres.
Por ejemplo, cuando anunció su embarazo en 2018, subrayó la capacidad de las mujeres para equilibrar el trabajo con la maternidad.
“No soy la primera mujer en realizar múltiples tareas, no soy la primera mujer en trabajar y tener un bebé, sé que estas son circunstancias especiales, pero habrá muchas mujeres que habrán hecho esto mucho antes que yo”, dijo en ese momento, con Gayford asumiendo el papel del padre que se queda en casa.
Después de dar a luz, ella y Gayford llevaron a su bebé de 3 meses a la Asamblea General de las Naciones Unidas, y Ardern le dijo a CNN que quería “crear un camino para otras mujeres” y ayudar a que en otros lugares de trabajo fueran más abiertos ante situaciones de ese tipo.
En una entrevista de 2021 con CNN, reflexionó sobre su ascenso al poder y dijo: “No hace tanto tiempo ser mujer en la política era algo muy excepcional”.
El anuncio de su inminente renuncia este jueves provocó una ola de apoyo en las redes sociales, incluso por parte de otros líderes políticos, y muchos destacaron el legado que está dejando para las mujeres en la política.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, tuiteó elogios para Ardern y dijo que “le ha mostrado al mundo cómo liderar con intelecto y fuerza” y que ha sido “una gran amiga para mí”.
La ministra de Relaciones Exteriores de Australia, Penny Wong, también envió sus mejores deseos para Ardern y dijo que era “una fuente de inspiración para mí y para muchos otros”.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, compartió una foto en Twitter de él y Ardern caminando juntos, agradeciéndole su amistad y su “liderazgo empático, compasivo, fuerte y constante durante los últimos años”.
“La diferencia que ha hecho es inconmensurable”, agregó.