(CNN) – La madre de una persona activista que murió por disparos de la policía en Atlanta dijo que se siente enojada e impotente. Este sábado estallaron las protestas por el caso.
Manuel Esteban Páez Terán, de 26 años, recibió un disparo cerca de un centro de entrenamiento para el cumplimiento de la ley de 85 acres y valorado en US$ 90 millones, donde los opositores habían acampado durante meses en un intento por detener su construcción.
El miércoles 18 de enero por la mañana, los agentes del orden estaban realizando una operación de limpieza para “identificar a las personas que estaban invadiendo el área”, dijeron las autoridades.
Los policías vieron a alguien en una tienda de campaña en el bosque y dieron órdenes verbales, pero la persona supuestamente no obedeció y le disparó a un patrullero estatal de Georgia, dijo la Oficina de Investigación de Georgia en un comunicado de prensa.
Los agentes respondieron al fuego e hirieron de muerte a la persona, quien fue identificada como Terán. Una pistola recuperada de la posesión del individuo coincidía con el proyectil de la herida del policía, dijo el GBI.
Los activistas asociados con un grupo que protestaba por el sitio dijeron que Terán era un “defensor del bosque”, que trabajaba para luchar contra el racismo ambiental. Los grupos locales de justicia emitieron una declaración conjunta diciendo que Terán, a quien se le conoce como Tortuguita y que se identifica como persona no binaria, era una persona “dulce, cálida, muy inteligente y cariñosa”.
Terán murió en la escena, según el comunicado. Se recuperaron una pistola y casquillos de bala de la escena, dijo el GBI.
La madre de Terán, Belkis Terán, habló con CNN por teléfono desde Panamá este sábado por la noche y expresó su incredulidad en el relato del incidente por parte de las fuerzas del orden.
“Dijeron que tenía un arma. Si tenía una, era para protegerse de los animales del bosque. Eso es lo que entiendo”, dijo.
“Nunca supe que tenía un arma”, continuó la madre, y agregó que no creía que Terán fuera el tipo de persona que le disparara a la policía.
Los activistas asociados con las protestas contra las instalaciones también cuestionaron el relato de las fuerzas del orden y llamaron a Terán un “defensor del bosque” que trabaja para luchar contra el racismo ambiental.
“No era una persona violenta. Era un pacifista. Me decía eso todo el tiempo… No mataría ni un animal”, dijo la madre de Terán.
Terán no expresó ninguna preocupación por su seguridad personal durante los aproximadamente seis meses que pasó con otros activistas cerca del propuesto centro de entrenamiento policial, dijo la madre.
“No pensó que escalaría. Le diría que tuviera cuidado, pero me decía que estaba a salvo”, dijo.
La madre dice que ahora quiere venir a Estados Unidos para ayudar a los activistas que conocieron a Terán.
“Quiero ponerme de pie. Quiero levantar su voz. Me gustaría ayudar a los conservacionistas a encontrar una forma de detener el Cop City. No sé si puedo hacer eso”, dijo.
La Fundación de la Policía de Atlanta ha dicho que el centro de capacitación planificado, apodado “Cop City” por sus oponentes, es necesario para ayudar a aumentar la moral y los esfuerzos de reclutamiento.
Pero la instalación, que incluirá un campo de tiro, una ciudad simulada y un edificio en llamas, se ha enfrentado a una intensa resistencia, incluidas protestas.
La madre de Terán dijo que le entristeció enterarse de la protesta en el centro de Atlanta, donde seis personas fueron arrestadas luego de que negocios sufrieron daños en sus ventanas y una patrulla de la policía quedó en llamas.
“No creo que la violencia vaya a hacer nada”, dijo, diciéndoles a los manifestantes en Atlanta: “No arrojen piedras. Necesitamos caminar juntos con velas”.
“Lo siento por las personas que están enojadas, pero no quiero estar enojada toda mi vida”, dijo la afligida madre.