(CNN) – Al menos 10 personas murieron y otras 10 resultaron heridas después de un tiroteo masivo en Monterey Park, California, este sábado por la noche, que ocurrió cuando la gran comunidad asiático-estadounidense de la ciudad celebraba el fin de semana del Año Nuevo Lunar.
Hasta ahora, mucho de lo que sucedió sigue siendo desconocido, pero las escenas de agonía y horror son cada vez más familiares en Estados Unidos. De hecho, el tiroteo masivo de este sábado se une a los otros asombrosos 32 tiroteos ocurridos tan solo en las primeras tres semanas de 2023, según el Archivo de violencia armada.
Comunidades desde Goshen, California, hasta Baltimore, Maryland, se tambalean mientras otras se preparan para la posibilidad de tal violencia en sus propios patios traseros.
“Un momento de celebración cultural… y otra comunidad más ha sido destrozada por la violencia armada sin sentido”, dijo la vicepresidenta Kamala Harris a una multitud en Tallahassee, Florida, este domingo. “Todos nosotros en esta sala y en nuestro país entendemos que esta violencia debe cesar”.
Pero aún está por verse cómo sucede eso con un Congreso dividido, prescripciones políticas muy diferentes y una cultura de las armas profundamente arraigada.
Los datos aleccionadores sobre tiroteos masivos
La cifra de tiroteos es mala se mire por donde se mire.
Las lesiones por armas de fuego son ahora la principal causa de muerte entre las personas menores de 24 años en Estados Unidos, según un estudio publicado en la edición de diciembre de 2022 de Pediatrics, la revista de la Academia Estadounidense de Pediatría.
Desde 2015 hasta 2020, hubo al menos 2.070 tiroteos no intencionales por parte de niños menores de 18 años en el país., según un informe de Everytown. Esos tiroteos resultaron en 765 muertos y 1.366 heridos.
Una carga desigual. Un estudio publicado a fines del año pasado en JAMA Network Open analizó las muertes por armas de fuego en las últimas tres décadas: un total de más de 1 millón de vidas se perdieron por cuenta de la violencia armada desde 1990.
Los investigadores encontraron que las tasas de mortalidad por armas de fuego aumentaron para la mayoría de los grupos demográficos en los últimos años, especialmente durante la pandemia de covid-19, pero persistieron grandes disparidades. La tasa de homicidios entre los jóvenes negros (142 muertes por homicidio por cada 100.000 hombres negros de 20 a 24 años) fue casi 10 veces más alta que la tasa general de muertes por armas de fuego en EE.UU. en 2021.
Los estadounidenses están armados como pocos. Hay alrededor de 393 millones de armas de fuego de propiedad privada en EE.UU., según una estimación de Small Arms Survey, una organización con sede en Suiza. Eso es 120 armas por cada 100 estadounidenses.
Si bien es difícil calcular el número exacto de armas de fuego de propiedad de civiles debido a una variedad de factores, incluidas las armas no registradas, el comercio ilegal y los conflictos mundiales, ningún otro país tiene más armas civiles que personas.
Alrededor del 45% de los adultos estadounidenses dicen que viven en un hogar con un arma, según una encuesta de Gallup de octubre de 2022.
¿Cómo deberíamos definir “tiroteo masivo”?
El Archivo de Violencia con Armas, al igual que CNN, define un tiroteo masivo como uno en el que al menos cuatro personas reciben disparos, excluyendo al tirador.
Pero lo que define un tiroteo masivo depende de a quién le preguntes.
La Oficina Federal de Investigaciones, por ejemplo, citó la legislación de 2012 que define un “asesinato en masa” como “tres o más asesinatos en un solo incidente”.
Mass Shooting Tracker, una base de datos de fuentes colectivas, define los tiroteos masivos como “un solo estallido de violencia en el que se les dispara a cuatro o más personas”.
Everytown For Gun Safety define un tiroteo masivo como cualquier incidente en el que cuatro o más personas son asesinadas a tiros, excluyendo al atacante.
La falta de una definición firme no ayuda a abordar el problema. Y la falta de ella abre espacio para interpretar los datos de manera diferente. El conservador Daily Caller, por ejemplo, ha citado una definición de “tiroteos masivos públicos” incluida en un informe del Servicio de Investigación del Congreso de 2013 que es tan limitada que solo identificó 78 de ellos entre 1983 y 2012.
Un artículo de investigación de 2019 publicado en Injury Epidemiology puso de relieve este problema: “El Archivo de Violencia Armada registró la mayor cantidad de incidentes de tiroteos masivos con 346 incidentes en 2017, mientras que Mother Jones solo registró 11 casos”.
¿La conclusión de los autores? “Establecer una definición de ‘tiroteo masivo’ mejorará la calidad de los análisis que se están completando. Esto podría conducir a una mejora no solo en la conciencia pública y la comprensión de los hechos de tiroteos masivos, sino también argumentos para los legisladores a favor de una legislación que podría aliviar la carga que los tiroteos masivos imponen a la sociedad”.
Recuerda, estamos solos
Ciertamente no tiene por qué ser así. Los países que han introducido leyes para reducir las muertes relacionadas con armas de fuego han logrado cambios significativos, según encontró un análisis anterior en profundidad de CNN:
Australia. Menos de dos semanas después del peor tiroteo masivo de Australia, el gobierno federal implementó un nuevo programa, prohibiendo los rifles y escopetas de tiro rápido, y unificando las licencias y registros de propietarios de armas en todo el país. En los siguientes 10 años, las muertes por armas de fuego en Australia se redujeron en más del 50%.
Un estudio de 2010 encontró que el programa de recompra del gobierno de 1997, parte de la reforma general, condujo a una caída promedio en las tasas de suicidio con armas de fuego del 74% en los cinco años siguientes.
Sudáfrica. Las muertes relacionadas con armas casi se redujeron a la mitad durante un período de 10 años después de que la nueva legislación sobre armas, la Ley de Control de Armas de Fuego de 2000, entró en vigor en julio de 2004. Las nuevas leyes dificultaron mucho más la obtención de un arma de fuego.
Nueva Zelandia. Las leyes sobre armas se modificaron rápidamente después de los tiroteos en la mezquita de Christchurch en 2019. Solo 24 horas después del ataque, en el que murieron 51 personas, la primera ministra Jacinda Ardern anunció que la ley cambiaría.
El parlamento de Nueva Zelandia votó casi unánimemente para cambiar las leyes de armas del país menos de un mes después, prohibiendo todas las armas semiautomáticas de estilo militar.
Gran Bretaña endureció sus leyes sobre armas de fuego y prohibió la propiedad privada de armas de fuego después de un tiroteo masivo en 1996, una medida que hizo que las muertes por armas de fuego se redujeran en casi una cuarta parte en una década.
Pero la cultura de las armas de Estados Unidos es un caso atípico global. Por ahora, el ciclo mortal de violencia parece destinado a continuar.