(CNN) – El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo en una entrevista con CNN este martes que las personas pueden “obsesionarse” con las negociaciones de paz con los palestinos, pero que él ha optado por un enfoque diferente.
“Cuando efectivamente el conflicto árabe-israelí (llegue) a su fin, creo que volveremos a los palestinos y lograremos una paz viable con los palestinos”, dijo en conversación con Jake Tapper de CNN.
Ante la pregunta de Tapper sobre las preocupaciones del Gobierno de Joe Biden con respecto a que los asentamientos en la Ribera Occidental del Jordán podrían exacerbar las tensiones, Netanyahu señaló el éxito de los Acuerdos de Abraham durante la era del expresidente Trump, los cuales normalizaron las relaciones entre Israel y varios países árabes.
“(Los evité y) pasé alrededor de ellos (los palestinos), fui directamente a los Estados árabes y forjé un nuevo concepto de paz… Formé cuatro acuerdos de paz históricos, los Acuerdos de Abraham, que son el doble de la cantidad de acuerdos de paz que lograron todos mis predecesores en 70 años sumados”, destacó.
Los comentarios de Netanyahu se producen en un momento tenso para Israel. Palestinos e israelíes sufrieron un derramamiento de sangre terrible la semana pasada, y crece el temor de que la situación se salga de control. El jueves pasado fue el día más letal para los palestinos en la Ribera Occidental del Jordán en casi dos años, seguido de un tiroteo cerca de una sinagoga de Jerusalén el viernes por la noche, que Israel considera uno de sus peores ataques terroristas en los últimos años.
La administración de Biden ha pedido una solución bilateral para el conflicto israelí-palestino, pero ha habido muy pocos movimientos y aparentemente pocos esfuerzos activos hacia ese objetivo por parte de Netanyahu o los líderes palestinos.
Analistas dicen que los Acuerdos de Abraham también han hecho poco para moderar la posición de Israel sobre los palestinos. Cuando se le preguntó qué concesión otorgaría Israel a los territorios palestinos, Netanyahu respondió: “Bueno, ciertamente estoy dispuesto a que tengan todos los poderes que necesitan para gobernarse a sí mismos. Pero ninguno de los poderes que podrían amenazarnos (a nosotros) y esto significa que Israel debe tener la responsabilidad primordial de seguridad”.
Sus comentarios se producen más de un mes después del dramático regreso de Netanyahu como primer ministro de Israel a fines del año pasado. Pero su Gobierno —que ha sido descrito como el más derechista en la historia del país— ya enfrenta tensiones internas y protestas públicas generalizadas.
La coalición gobernante de Netanyahu se basa en el apoyo de una serie de figuras políticas nacionalistas que alguna vez fueron relegadas a los márgenes de la política israelí.
Netanyahu se vio obligado a destituir a su aliado clave Aryeh Deri de sus cargos ministeriales después de que el Tribunal Superior dictaminara que no era razonable nombrar al líder del partido Shas para cargos en el Gobierno debido a sus condenas penales.
Las manifestaciones en curso contra el Gobierno de Netanyahu y sus reformas judiciales planificadas han atraído a decenas de miles de israelíes a las calles del país en enero.
Netanyahu se reunió este lunes con el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, durante una visita planeada que se produjo en medio de crecientes tensiones en la Ribera Occidental del Jordán y Jerusalén.
El primer ministro de Israel enfatizó en una aparición conjunta con Blinken este lunes que Israel era una “democracia fuerte”, que Irán no debe adquirir armas nucleares y que acuerdos regionales más amplios ayudarían a lograr la paz entre israelíes y palestinos.
Netanyahu hizo hincapié en repetir que Israel y Estados Unidos eran “dos democracias fuertes”, una aparente referencia a las preocupaciones de que su Gobierno planea debilitar los poderes del poder judicial independiente de Israel.
Mientras tanto, el primer ministro de Israel continúa enfrentando cargos en tres casos distintos en un juicio por corrupción de larga duración que lo ha perseguido políticamente. Ha negado repetidamente todos los cargos en su contra y ha descrito el juicio como una “cacería de brujas”.
El juicio comenzó en mayo de 2020, pero ha estado plagado de retrasos.
Hadas Gold, Richard Allen Greene, Amir Tal y Pauline Lockwood de CNN contribuyeron con este reportaje.