(CNN) – Más de un millón de personas asistieron este miércoles a la misa oficiada por el papa Francisco en Kinshasa, República Democrática del Congo (RDC), dijo la Oficina de Prensa del Vaticano, citando cifras estimadas por las autoridades locales.
El viaje de Francisco a la República Democrática del Congo —la primera visita papal al país desde 1985— se produce en un momento en que la nación africana se ve acosada por los enfrentamientos armados y el empeoramiento de la crisis de refugiados.
La visita es parte de un viaje de seis días a la República Democrática del Congo y a Sudán del Sur, dos países donde los católicos representan aproximadamente la mitad de la población y donde la Iglesia es un actor clave en los sistemas de salud y educación, así como en los esfuerzos de construcción de la democracia. Ambos países tienen abundantes recursos naturales, pero están lidiando con la pobreza y los conflictos.
Un equipo de CNN en el lugar fue testigo de las multitudes cantando y bailando en el aeropuerto de N’Dolo desde las primeras horas de la mañana esperando ver por primera vez al papa, quien recorrió el aeródromo en un papamóvil abierto.
Francisco habló a los asistentes durante su homilía sobre la paz y desafió directamente a quienes empuñan armas.
“Que sea el momento adecuado para ti, que en este país te llamas cristiano pero cometes violencia”, dijo Francisco. “A vosotros el Señor os dice: ‘Bajad los brazos y abrazad la misericordia’”.
“Los cristianos estamos llamados a cooperar con todos, a romper el ciclo de la violencia, a desmantelar las maquinaciones de odio”, dijo el papa.
Francisco dijo que la población sufre de “heridas que duelen, continuamente infectadas por el odio y la violencia, mientras que la medicina de la justicia y el bálsamo de la esperanza nunca parecen llegar”, según Reuters.
Décadas de violencia de las milicias se han apoderado de la República Democrática del Congo, mientras las fuerzas estatales luchan por frenar a los grupos rebeldes. El conflicto entre las tropas gubernamentales y el grupo rebelde M23, que busca el control del país desde su bastión en el este de la RDC, ha dejado muchos muertos y miles de desplazados.
Según el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, 26 millones de personas en la RDC enfrentan una hambruna severa.
Francisco se reunió con víctimas de la violencia del este del país durante su visita y dijo que se quedó “sin palabras” después de escuchar sus desgarradoras historias.
“Solo podemos llorar en silencio”, dijo el papa, mientras agradecía a las víctimas por su valiente testimonio.
El pontífice argentino tiene previsto salir de Kinshasa este viernes hacia la capital de Sudán del Sur, Juba, donde se le unirán el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el moderador de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia, Iain Greenshields.
Nimi Princewill de CNN contribuyó con este artículo.