(CNN Español) – Las autoridades de El Salvador informaron que el traslado de personas detenidas al Centro de Confinamiento del Terrorismo comenzará pronto, aunque se negaron a revelar una fecha específica aduciendo medidas de seguridad.
Durante una visita guiada por las autoridades, un equipo de CNN pudo ingresar este jueves a la prisión de máxima seguridad construida en el municipio de Tecoluca, en el departamento de San Vicente, a unos 74 kilómetros de la capital.
De acuerdo con las autoridades, en cada uno de los ocho módulos construidos en la gigantesca cárcel habrá 5.000 prisioneros y, en cada celda, poco más de 100 reclusos, quienes no tendrán oportunidad de salir, a menos que deban participar en una audiencia que se llevará a cabo a través de videoconferencia, en el mismo recinto.
“Los camarotes, los dos inodoros por celda, las pilas para que se puedan bañar y el agua que será controlada por los internos es lo único que tendrán los pandilleros que estén en el centro de confinamiento”, explicó Romeo Rodríguez, ministro de Obras Públicas de El Salvador y uno de los funcionarios a cargo de la construcción de la prisión.
Durante el recorrido, la prensa pudo ingresar a las celdas, en las que se encuentran tres columnas de camarotes metálicos en los que dormirán los reos, sin oportunidad de contar con colchonetas, confirmó Rodríguez. El presidente Bukele y sus funcionarios han protagonizado esta semana una amplia campaña de promoción y defensa de este proyecto, al que el mandatario considera pieza fundamental para ganarle la guerra a las pandillas.
En las celdas los reos contarán con dos inodoros y según Rodríguez tendrán que bañarse ahí mismo. “Es casi que estarle poniendo la pena de muerte, pero con un sufrimiento extremo que puede llegar a considerarse tortura”, considera Zayra Navas, abogada de la Fundación Cristosal, una organización no gubernamental de El Salvador que ha apoyado legalmente familiares de detenidos durante el régimen de excepción.
Los pabellones de esta nueva megacárcel de El Salvador están en 23 de las 165 hectáreas con las que cuenta el terreno alejado de la ciudad. “No se han construido patios ni áreas de recreación. Tampoco hay espacios conyugales, como se tenía en diferentes centros penales”, agregó Rodríguez.
Human Rights Watch también ha criticado lo que considera “violaciones generalizadas de derechos humanos” con la implementación del régimen de excepción y ha expresado que el nuevo penal no reúne condiciones idóneas.
La ONU llama a mejorar las condiciones en las cárceles
El Comité Contra la Tortura de la Organización de Naciones Unidas urgió en noviembre al gobierno de El Salvador a reducir la sobreocupación en las cárceles y velar por un trato digno de las personas privadas de su libertad. Asimismo, pidió llevar a cabo una estricta separación entre presos sin condena firme y los que ya tienen una sentencia dictada por un juez.
Desde finales de marzo de 2022, cuando se implementó el régimen de excepción como respuesta a un repunte de violencia que en un solo día dejó 62 asesinatos, el Gobierno de El Salvador ha capturado a más de 62.000 personas, de acuerdo con las autoridades de seguridad pública.
El gobierno, que en noviembre próximo deberá entregar un informe al Comité, dice que la nueva prisión cumple con estándares internacionales de seguridad. Además, considera que las medidas adoptadas, como la implementación del plan de seguridad denominado Control Territorial y el régimen de excepción, han permitido reducir los niveles de violencia.
“El Salvador cierra el mes de enero con una tasa anualizada por debajo de dos homicidios por cada 100.000 habitantes”, aseguró el presidente Nayib Bukele a través de Twitter. El mandatario ha acusado a quienes critican su plan de seguridad de defender a los derechos de los delincuentes por sobre los de la población.
Las autoridades dicen que las fugas de la nueva megacárcel de El Salvador serán imposibles
Durante el recorrido guiado, las autoridades mostraron a un grupo de periodistas los estrictos protocolos de ingreso a las instalaciones, que incluye el uso de escáner corporales y de paquetes.
Los pabellones donde se encuentran las celdas están hechos de concreto y puertas de acero reforzado, que las autoridades aseguran volverán imposible una fuga. Además, existen varios anillos de seguridad que incluyen cercas electrificadas y videovigilancia. La prisión también cuenta con 600 militares y 250 policías a cargo de la custodia tanto de día como de noche.
Las autoridades dicen que los controles permitirán evitar que los reclusos ingresen ilícitos y que aplicarán la misma rigurosidad con los custodios. La megacárcel fue levantada en siete meses, en el marco de la implementación del régimen de excepción, sin que hasta ahora las autoridades revelaran el costo de su construcción y operatividad.