(CNN) – Es el Día Mundial contra el Cáncer y las perspectivas de ganarle a esta enfermedad mortal son buenas y malas.
En Estados Unidos, las muertes por cáncer disminuyeron un 33% desde 1991, con un estimado de 3,8 millones de vidas salvadas, principalmente debido a los avances en la detección temprana y los tratamientos. Aún así, diez millones de personas en todo el mundo perdieron la vida por cáncer en 2020.
Durante los últimos tres años, el cáncer se ha mantenido como una de las principales causas de muerte en el mundo; más que el covid-19, indicó el doctor Arif Kamal, director de pacientes de la Sociedad Estadounidense del Cáncer.
Los síntomas del cáncer pueden parecerse a los de muchas otras enfermedades, por lo que puede ser difícil diferenciarlos, dicen los expertos. Incluyen señales como pérdida o aumento de peso inexplicable, hinchazón o bultos en la ingle, el cuello, el estómago o las axilas y fiebre y sudores nocturnos, según el Instituto Nacional del Cáncer.
Los problemas de vejiga, intestino, piel y neurológicos pueden ser síntomas de cáncer, como cambios en la audición y la visión, convulsiones, dolores de cabeza y sangrado o hematomas sin motivo, dijo el instituto. Pero la mayoría de los cánceres no causan dolor al principio, por lo que es difícil confiar en eso como una señal.
“Les decimos a los pacientes que si tienen síntomas que no mejoran después de algunas semanas, deben visitar a un médico”, dijo Kamal. “Sin embargo, eso no significa que el diagnóstico será cáncer”.
Aumentan los casos en jóvenes
En lugar de esperar a que aparezcan los síntomas, la clave para mantener a raya el cáncer es la prevención, junto con los exámenes de detección para detectar la enfermedad en sus primeras etapas. Ese es el factor crítico, dicen los expertos, ya que los nuevos casos de cáncer están en aumento en todo el mundo.
Una cantidad sorprendente de nuevos diagnósticos se encuentran en personas menores de 50 años, según una revisión de 2022 de la investigación disponible realizada por científicos de la Universidad de Harvard.
Los casos de cáncer de mama, colon, esófago, vesícula biliar, riñón, hígado, páncreas, próstata, estómago y tiroides han aumentado en personas de 50, 40 e incluso 30 años desde la década de 1990.
Eso es inusual para una enfermedad que generalmente afecta a personas mayores de 60 años, indicó Kamal. “El cáncer generalmente se considera una condición relacionada con la edad, porque llevas suficiente tiempo para tener una especie de alboroto genético”.
Las células más viejas experimentan décadas de desgaste por las toxinas ambientales y las elecciones de estilo de vida menos favorables, lo que las convierte en las principales candidatas para una mutación cancerosa.
“Creíamos que se necesita tiempo para que eso ocurra, pero si alguien tiene 35 años cuando desarrolla cáncer, la pregunta es ‘¿Qué puede haber pasado?’”, se preguntó Kamal.
Nadie lo sabe exactamente, pero el tabaquismo, el consumo de alcohol, la contaminación del aire, la obesidad, la falta de actividad física y una dieta con pocas frutas y verduras son factores de riesgo clave para el cáncer, según la Organización Mundial de la Salud.
Súmalos y tendrás un posible culpable de la aparición de cánceres tempranos, dijeron los investigadores de Harvard.
“El mayor consumo de alimentos altamente procesados u occidentalizados junto con los cambios en los estilos de vida, el medio ambiente… y otros factores podrían haber contribuido con tales cambios en las exposiciones”, escribieron los investigadores en su revisión de 2022.
“No necesitas 65 años de comer carne crujiente, carbonizada o procesada como dieta principal, por ejemplo”, agregó Kamal. “Lo que necesitas son unos 20 años, y luego empiezas a ver cánceres de estómago y colorrectal, incluso a edades tempranas”.
Entonces, ¿cómo luchas contra la gran C? Comienza a los 20 años, dijo Kamal.
Obten la historia familiar
Muchos de los cánceres más comunes, incluidos los de mama, intestino, estómago y próstata, tienen una base genética, lo que significa que si un pariente cercano ha sido diagnosticado, es posible que hayas heredado una predisposición a desarrollar ese cáncer también.
Por eso es fundamental conocer el historial de salud de tu familia. Kamal sugiere que los jóvenes se sienten con sus abuelos y otros parientes cercanos y les pregunten sobre sus enfermedades, y luego las escriban.
“La persona promedio en realidad no conoce el nivel de granularidad que es útil para acceder al riesgo”, dijo.
“Cuando hablo con los pacientes, lo que dicen es: ‘Oh, sí, la abuela tenía cáncer’. Hay dos preguntas que quiero saber: ¿A qué edad se diagnosticó el cáncer y qué tipo específico de cáncer era? Necesito saber si tuvo cáncer a los 30 o 60 años, porque determina su nivel de riesgo. Pero a menudo no lo saben”.
Lo mismo se aplica al tipo de cáncer, según Kamal.
“La gente suele decir ‘la abuela tenía cáncer de huesos’. Bueno, el mieloma múltiple y el osteosarcoma son cánceres de huesos, pero ambos son relativamente raros”, dijo. “Así que no creo que la abuela tuviera cáncer de huesos. Creo que la abuela tenía otro cáncer que llegó hasta los huesos, y necesito saber eso”.
A continuación, los médicos necesitan saber qué le sucedió a ese pariente. ¿Era agresivo el cáncer? ¿Cuál fue la respuesta al tratamiento?
“Si escucho que a mamá o a la abuela le diagnosticaron cáncer de mama a los 40 y falleció a los 41, entonces sé que el cáncer es muy agresivo y eso cambia mi percepción del riesgo. Puedo agregar pruebas adicionales que no están en las pautas para su edad”, indicó.
Las pautas de detección del cáncer se basan en evaluaciones a nivel de la población, no en el riesgo individual, dijo Kamal. Por lo tanto, si el cáncer (u otras afecciones como enfermedades cardíacas, diabetes, alzheimer o incluso migrañas) es un problema familiar, eso te convierte en un caso especial y requiere un plan personalizado.
“Y les diré que toda la comunidad científica oberva este cambio de edad más joven para diferentes tipos de cáncer y se pregunta: ‘¿Deberían las pautas ser más deliberadas e intencionales para que las poblaciones más jóvenes tomen algunos de estos consejos?”.
Protégete a ti mismo
Si tu historial familiar está libre de cáncer, eso reduce el riesgo, pero no lo elimina. Puedes disminuir la probabilidad de cáncer al llevar una dieta saludable con base en plantas, hacer la cantidad recomendada de ejercicio y dormir, limitar el consumo de alcohol y no fumar ni vapear, dicen los expertos.
Protegerse del sol y de las camas de bronceado también es clave, ya que los dañinos rayos ultravioleta dañan el ADN de las células de la piel y son el principal factor de riesgo para el melanoma. Sin embargo, el cáncer de piel puede aparecer incluso donde no brilla el sol, dijo Kamal.
“Ha habido un aumento de melanoma que aparece en áreas no expuestas al sol, como la axila, el área genital y entre los dedos de los pies”, dijo. “Por lo tanto, es importante revisar, o hacer que un compañero o un dermatólogo controlen todo el cuerpo una vez al año”.
Revisión de la piel: Quítate toda la ropa y mira cuidadosamente toda su piel, incluidas las palmas de las manos, las plantas de los pies, entre los dedos de los pies y las nalgas y en el área genital. Usa el método A, B, C, D, E para analizar cualquier punto preocupante y luego consulta a un especialista si tienes dudas, aconsejó la Academia Estadounidense de Dermatología.
También acude a un dermatólogo si tienes algún picor, sangrado o ves un lunar que parece un “patito feo” y sobresale del resto de las manchas de tu cuerpo.
Vacúnate si no lo has hecho: dos vacunas protegen contra los cánceres de cuello uterino y de hígado, y se están desarrollando otras para cánceres como el melanoma.
La hepatitis B se transmite a través de la sangre y los fluidos sexuales y puede causar cáncer de hígado y cirrosis, que es un hígado cicatrizado y dañado. Una serie de tres inyecciones, comenzando al nacer, es parte del programa de vacunación infantil recomendado en EE.UU. Los adultos no vacunados deben consultar con su médico para ver si son elegibles para recibirla.
La vacuna contra el VPH protege contra varias cepas del virus del papiloma humano, la infección de transmisión sexual más común, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU.
El virus del papiloma humano puede causar cáncer de cuello uterino mortal, así como cáncer vaginal, anal y de pene. También puede causar cáncer en la parte posterior de la garganta, incluidas la lengua y las amígdalas.
“Estos cánceres de cabeza y cuello relacionados con el VPH son más agresivos que los cánceres no relacionados con el VPH”, dijo Kamal, “por lo que tanto los niños como las niñas deben vacunarse”.
Desde la aprobación de la vacuna en 2006 en EE.UU. para adolescentes de 11 a 13 años, las tasas de cáncer de cuello uterino han disminuido un 87%. Hoy, la vacuna se puede administrar hasta los 45 años, dijeron los CDC.
Autoexámenes de mama: El cáncer de mama es el tipo de cáncer más común diagnosticado en todo el mundo, según la OMS, seguido por el cáncer de pulmón, colorrectal, de próstata, de piel y de estómago.
Tanto los hombres como las mujeres pueden contraer cáncer de mama, por lo que los hombres con antecedentes familiares también deben conocer los síntomas, dicen los expertos. Estos incluyen dolor, enrojecimiento o irritación, formación de hoyuelos, engrosamiento o hinchazón de cualquier parte del seno. Nuevos bultos, ya sea en el seno o en la axila, cualquier tirón del pezón y secreción del pezón que no sea leche materna también son síntomas preocupantes, dijeron los CDC.
Las mujeres deben hacerse un autoexamen una vez al mes y consultar a un médico si observan alguna señal, aconsejó la Asociación Nacional del Cáncer de Mama. Elija un momento en que los senos estén menos sensibles y con bultos, que es de siete a 10 días después del comienzo del flujo menstrual.
Exámenes y pruebas: Los exámenes en el hogar y las vacunas pueden salvar vidas, pero muchos tipos de cáncer solo se pueden detectar a través de pruebas de laboratorio, tomografías o biopsias. La Sociedad Estadounidense del Cáncer tiene una lista de exámenes de detección recomendados por edades.
Hacerlos de manera oportuna aumenta la posibilidad de detección y tratamiento tempranos, pero es responsabilidad de cada persona conocer sus factores de riesgo, dijo Kamal.
“Recuerde, las pautas son solo para personas con un riesgo promedio”, afirmó. “La única forma en que alguien puede saber si las pautas se aplican es comprendiendo realmente su historia familiar”.