(CNN) – Ford demostró esta semana que no será tan fácil para los fabricantes de automóviles tradicionales alcanzar a Tesla en la carrera por fabricar el mejor vehículo eléctrico, a pesar de lo que piensen los escépticos de Tesla.
El CEO de Ford, Jim Farley, fue bastante franco sobre los problemas que experimentó Ford en el lanzamiento de sus populares modelos eléctricos, el Mustang Mach-E y la camioneta F-150 Lightning. Aunque ambos vehículos tienen una larga lista de clientes en espera, Farley admitió que Ford se encontró con numerosos problemas en su producción.
“No sabíamos que nuestro conjunto de cables para el Mach-E era 1,6 kilómetros más largo de lo necesario. No sabíamos que pesa 32 kilos más y que eso (cuesta un extra) de US$ 300 por batería”, dijo en una llamada con inversores el jueves. “No sabíamos que no invertimos lo suficiente en tecnología de frenado para ahorrar en el tamaño de la batería”.
Farley dijo que estos y otros problemas de costes significaron que Ford “dejó sobre la mesa unos US$ 2.000 millones de ganancias”.
Es una señal de que quienes predijeron que Tesla perdería pronto su ventaja debido a la creciente competencia en la oferta de vehículos eléctricos por parte de los fabricantes de automóviles ya consolidados se estaban adelantando a los acontecimientos.
Estos fabricantes tienen la ventaja natural de contar con grandes presupuestos, una amplia red de fábricas y canales de venta, y más de un siglo de experiencia en el diseño, la construcción y la venta de automóviles. Pero eso no significa que puedan lanzarse a fabricar un vehículo eléctrico como si fuera una simple actualización de un automóvil o camión de gasolina que llevan décadas fabricando.
“Tesla está en la cima de la montaña de los vehículos eléctricos que todos los demás fabricantes de automóviles intentan escalar”, afirma Dan Ives, analista tecnológico de Wedbush Securities. “Es más fácil decirlo que hacerlo”.
No todos los problemas de los que ha informado Ford están relacionados con su intento de cambiar a una gama de vehículos eléctricos en lugar de los tradicionales motores de combustión interna.
Como admitió Farley en la conversación telefónica, “Ford ha sido el número 1 en llamadas a revisión en EE.UU. durante los dos últimos años. Está claro que eso no es aceptable”.
Como prácticamente todos los fabricantes de automóviles del mundo, Ford está tratando de cambiar radicalmente su gama de vehículos, con un objetivo del 40% de vehículos eléctricos puros para 2030, en comparación con solo el 3% de las ventas en EE.UU. el año pasado. Esto se debe a la creciente demanda de vehículos eléctricos por parte de los clientes, al endurecimiento de la normativa medioambiental en todo el mundo y a la reducción de los costes de mano de obra (el montaje de los vehículos eléctricos requiere un 30% menos de mano de obra que el de un motor de combustión interna tradicional). Pero está claro que el inicio de esa transformación no ha ido tan bien como Farley o los inversores desean.
“Aunque estamos avanzando, es un trabajo duro”, afirma Farley. “Como ocurre con cualquier transformación de esta magnitud, ciertas partes avanzan más rápido de lo que yo esperaba y otras tardan más”.
Farley prometió que Ford está aprendiendo de los problemas que encuentra. Dice que las lecciones aprendidas harán que su próxima generación de vehículos eléctricos no solo sea mejor, sino más eficiente de construir. Pero se enfrentó a las preguntas de los analistas sobre cuándo Ford será capaz de superar estos problemas y tener márgenes de ganancia similares a Tesla, que regularmente vende autos más de un 25% por encima de lo que le cuestan a la compañía.
“Tal vez una forma diferente de preguntar esto es: ¿crees que puedes vender un crossover eléctrico de US$ 40.000 con un margen bruto del 20%?”, preguntó Rod Lache, de Wolfe Research.
La buena noticia para los fabricantes de automóviles tradicionales es que tienen los medios financieros, tanto en efectivo como en ganancias, de sus ventas de vehículos de combustión interna. GM acaba de registrar ganancias anuales récord, sin contar elementos especiales. Ford acaba de hacerlo, a pesar de los decepcionantes resultados del cuarto trimestre.
Muchos analistas creen que la mayor parte del mercado de vehículos eléctricos acabará en manos de los fabricantes tradicionales, que están invirtiendo decenas de miles de millones en el cambio.
“Creo que la mayoría de los fabricantes de automóviles tradicionales poseerán una gran parte de la cuota de mercado con el tiempo”, dijo Eric Schiffer, CEO de la firma de capital privado The Patriarch Organization, que dijo que ni posee ni vende acciones de Tesla. Pero Schiffer afirma que los pasos en falso de los fabricantes de automóviles tradicionales y la ventaja que Tesla lleva en este campo le darán la oportunidad de crecer hasta alcanzar los 20 millones de vehículos anuales en el futuro, mucho más que el número total de vehículos, de gasolina o eléctricos, que haya vendido un fabricante de automóviles en toda su historia.
“No se trata de pasos en falso que condenen su éxito futuro”, afirma Schiffer. “Solo cuestan tiempo y recursos”.
Ford no es el único fabricante de automóviles tradicional que tiene problemas con sus primeras ofertas de vehículos eléctricos. En 2021, General Motors tuvo que retirar todos los 140.000 Chevrolet Bolt que había fabricado, entonces su único vehículo eléctrico en EE.UU., debido a un riesgo de incendio; las ventas se detuvieron hasta que se pudo solucionar el problema. Se reanudaron el año pasado, pero GM terminó con unas ventas totales de vehículos eléctricos en EE.UU. de algo menos de 40.000 unidades.
Ford es ahora el número 2 en ventas de vehículos eléctricos en EE.UU., pero sigue estando muy por detrás de Tesla.
En 2022, las ventas de vehículos eléctricos de Ford en EE.UU. fueron algo menos de 62.000, aproximadamente una décima parte de las ventas de Tesla en EE.UU. ese año. Tesla no desglosa cuántos de sus 1,3 millones de vehículos eléctricos vendidos en todo el mundo se vendieron en Estados Unidos, pero su reciente informe anual indica que la mitad de sus ingresos procedieron de ventas en Estados Unidos el año pasado. Es decir, unas 600.000 ventas de Tesla en EE.UU. ese año.