(CNN) – Una serie de proyectos de ley, la mayoría en estados liderados por republicanos, buscan restringir o prohibir las actuaciones de “drags” en presencia de menores, parte de una lucha más amplia sobre un tema de guerra cultural en crecimiento.
Los republicanos afirman que los espectáculos exponen a los menores a temas e imágenes sexuales inapropiados, una afirmación que rechazan los defensores de la causa, que afirman que las medidas propuestas son discriminatorias contra la comunidad LGBTQ y podrían violar las leyes de la Primera Enmienda.
A medida que las cuestiones transgénero y la cultura “drag” se van generalizando, este tipo de espectáculos —que suelen presentar a hombres vestidos de mujer con maquillaje exagerado mientras cantan o entretienen a una multitud, aunque algunos espectáculos presentan un contenido más obsceno– han sido ocasionalmente objeto de ataques, y los defensores de la comunidad LGBTQ afirman que los proyectos de ley que se están estudiando contribuyen a aumentar el estado de alarma de la comunidad.
En al menos 11 estados de todo el país se están discutiendo proyectos de ley, aunque ninguno se ha convertido aún en ley, según un estudio de CNN.
Las legislaciones de Tennessee y Arizona, que pretenden limitar los “espectáculos de cabaret para adultos” en la vía pública para protegerlos de la vista de los niños, amenazan a los infractores con un delito menor y a los reincidentes con un delito grave. Un proyecto de ley en la legislatura de Texas incluiría los restaurantes y bares que acogen espectáculos de “drags” en la definición estatal de “negocio orientado sexualmente”.
Según las condiciones que se barajan actualmente en Virginia Occidental, los padres o tutores de menores que participen en espectáculos de “drags” o permitan que sus hijos estén en presencia de uno de ellos podrían ser “obligados a recibir clases de crianza, asesoramiento sobre el abuso de sustancias, asesoramiento sobre el control de la ira u otros servicios apropiados”, según determine el estado.
Shangela, una artista “drag” que participó en “RuPaul’s Drag Race”, dijo a CNN en una entrevista que a medida que la comunidad drag ha ganado visibilidad, “se convierte en un mayor objetivo y un mayor punto de posible división”.
“Ahora (la gente está) viendo drag. Lo están viendo en sus cadenas de cable, lo están viendo en el cine, y está siendo representado auténticamente. Y está forzando, está impulsando conversaciones que nunca antes se habían tenido que tener. Y a algunos les da miedo”, afirmó.
Jonathan Hamilt, director ejecutivo de Drag Story Hour, una organización sin fines de lucro que presenta a artistas leyendo a menores, cree que la intolerancia es la motivación de los proyectos de ley.
“Si el ‘drag’ no estuviera arraigado en la cultura gay y en la comunidad queer, no creo que fuera objeto de debate”, dijo Hamilt. “Nadie prohíbe los payasos ni la mímica. Esto no es nada nuevo, es solo la versión popular de 2023 de la homofobia”.
“Este proyecto de ley no es ‘antidrag’. Es a favor de los menores”
“El drag toca historias sobre género, belleza y cultura”, escribió la drag queen Sasha Velour para CNN en 2017. “Incluso en el acto de hacer playback, elegimos una canción —una historia preexistente que se considera ‘heterosexual’ o ‘normal’ o ‘nada fuera de lo común’— y luego introducimos nuestros hermosos cuerpos queer en ella, cambiando el significado, alterando el efecto total. El drag nos abre espacio a los queers tal y como somos (o quizá más importante, tal y como nos imaginamos) en el centro de toda narrativa reconocible”.
Los patrocinadores republicanos de algunos proyectos de ley, sin embargo, afirman que tales actuaciones son de naturaleza adulta y potencialmente dañinas para los niños.
“Cuando llevas a uno de estos niños pequeños y lo pones delante de drag queens que son hombres vestidos de mujer, ¿crees que eso les ayuda o les confunde con respecto a su propio género?”, preguntó el senador estatal de Arkansas Gary Stubblefield, un republicano que patrocinó la legislación aprobada por el Senado estatal el mes pasado.
“Este proyecto de ley no es antidrag. Es a favor de los menores”, declaró a CNN Jack Johnson, senador por el estado de Tennessee. “Llevo la legislación para proteger a los niños de ser expuestos a espectáculos drag sexualmente explícitos que son inapropiados para audiencias menores. Es similar a las leyes que prohíben a los niños ir a un club de striptease”.
La secretaria de prensa de Johnson, Molly Gormley, insistió a CNN en que el proyecto de ley, que pretende limitar “el entretenimiento que apela a un interés lascivo”, se dirige específicamente a las actuaciones de drags “sexualmente explícitas” y que el senador “no está en contra de los espectáculos de drags ni de los niños en los espectáculos de drags”.
Un proyecto de ley de Montana, que pretende rotundamente prohibir que los niños asistan a espectáculos de drags, bloquearía las actuaciones de drags en bibliotecas o escuelas financiadas con fondos públicos, en referencia a eventos como Drag Queen Story Hours, que en ocasiones se han enfrentado a la reacción de grupos de ultraderecha. Durante un acto celebrado el año pasado, los Proud Boys interrumpieron a la drag queen Panda Dulce mientras leía a los niños en la Biblioteca de San Lorenzo, en California.
Varios patrocinadores con los que habló CNN dijeron que algunos electores se quejaron de los espectáculos, mientras que otros ofrecieron ejemplos anecdóticos de actuaciones que describieron como sexualmente explícitas.
“Tienes el derecho constitucional, como adulto, a participar en actividades sexuales, tienes el derecho constitucional a ir a un espectáculo de drags. Y nadie en Texas está intentando impedirlo”, afirmó el representante estatal republicano Nate Schatzline. “Creo que cuando vemos a menores involucrados en actividades que son inapropiadas para un niño, ahí es donde nosotros, como legisladores, tenemos que dar un paso adelante y decir: ‘Oye, tenemos que trazar una línea’, porque en última instancia es nuestro trabajo proteger las libertades de aquellos que son ciudadanos en el estado de Texas y proteger a aquellos que no pueden protegerse a sí mismos”.
Los defensores del colectivo LGBTQ temen un efecto amedrentador
Los defensores de los derechos LGBTQ y de la libertad de expresión temen que las leyes, si se aprueban, tengan un efecto amedrentador sobre las actuaciones y argumentan que el lenguaje es vago.
“No tengo claro que un hombre trans, por ejemplo, que haya escrito un libro, pueda hacer una lectura en una librería local en virtud de estas leyes. Un bachillerato no podría hacer una representación de una obra de Shakespeare como Noche de reyes porque en su argumento se incluye explícitamente a una mujer vestida de hombre”, afirmó Kate Ruane, directora del programa de Libre Expresión en Estados Unidos de Pen America.
Sarah Warbelow, directora jurídica de la Campaña de Derechos Humanos, señaló que los proyectos de ley no equivalen a prohibiciones rotundas de los espectáculos de drags, sino que “las bibliotecas, librerías, teatros normales y restaurantes tendrían que cumplir toda la normativa sobre negocios para adultos, y es poco probable que lo hagan, por lo que es más probable que cancelen los espectáculos”.
Shangela reconoció que algunos espectáculos de drags pueden ser inapropiados para los menores. Pero, dijo, “no se puede caracterizar el mundo del drag por un tipo concreto de espectáculo, del mismo modo que no se puede caracterizar una película de televisión por un programa concreto”.
“El mundo del drag no es diferente de cualquier otro aspecto del entretenimiento en nuestro mundo”, dijo. “Si eres un padre al que le preocupa lo que ve tu hijo, entonces mantente involucrado en aquello a lo que permites que tu hijo esté expuesto”.