(CNN) – El eterno consejo para las parejas sobre la importancia de comunicarse sobre sus preferencias sexuales podría ser tan antiguo como el acto mismo.
“Está en casi todos los artículos; dice que hay que hablar de sexo, pero ahí se acaba”, dice Vanessa Marin, de 39 años, terapeuta matrimonial y familiar especializada en terapia sexual y coautora de “Sex Talks: The Five Conversations That Will Transform Your Love Life”, que saldrá a la venta este martes.
Marin y su marido, Xander, de 37 años, se propusieron escribir el libro definitivo sobre cómo hablar de sexo con una pareja consensuada, con el objetivo de “crear la vida sexual de tus sueños más salvajes” y decidieron ponerse vulnerables ellos mismos.
En su cuenta de Instagram, que tiene más de 314.000 seguidores, la pareja californiana comparte muchas cosas, como sus sueños de ser infieles y consejos para romper la sequía. (Pista: no digas ni una palabra sobre cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que tuvieron sexo).
“Tuve la sensación de que ser capaz de tomar la iniciativa y ser vulnerable en primer lugar ayudaría a nuestra audiencia”, dice Vanessa, que al principio tenía dudas sobre revelar los detalles íntimos de su relación en las redes sociales. “Y me di cuenta de que nuestra vida sexual tan solo mejoraba”.
Sus seguidores empezaron a decirles a los Martin que lo que compartían facilitaba la comunicación con sus propias parejas, lo que les acercaba en la cama y más allá.
“Sex Talks” se aleja igualmente de los consejos vagos y genéricos sobre comunicación y sexo para meterse de lleno en cómo hablar del tema, abordando estas cinco conversaciones a tener con tu pareja: reconocimiento, conexión, deseo, placer y exploración.
“El tema de la comunicación y el sexo es enorme, así que era importante para nosotros reducirlo a algo manejable en estas cinco conversaciones”, dice Vanessa.
A continuación, los Martin ofrecen sus consejos y estrategias.
Esta conversación fue editada y condensada para mayor claridad.
Terry Ward: Las parejas a menudo se preguntan si tienen suficiente sexo y cuánto es suficiente. ¿Existe un número mágico?
Vanessa Marin: En el libro hablamos de la frecuencia, es una de las preguntas que más nos hacen. El sexo es muy complicado para la mayoría de nosotros, y es muy tentador querer reducirlo a algo cuantificable. La gente dice: “Dime una cifra. Si lo hago dos veces por semana, ¿está todo bien?”.
No hay un número mágico que funcione para todas las parejas. He trabajado con parejas que han practicado sexo unas cuantas veces al año y se sentían satisfechas y conectadas, y con otras que lo hacían varias veces al día y se sentían desconectadas e insatisfechas.
Xander Marin: Centrarse en un número hace que no te centres en el aspecto más gris de las cosas, y eso es la calidad del sexo que estás teniendo. Porque entonces tendrías que hablar de eso, y puede dar miedo. Cuando te centras en la calidad del sexo que estás teniendo en lugar de en la frecuencia, es más probable que caigas en una frecuencia que siente bien a ambas personas.
Ward: ¿Programar el sexo puede ser una buena opción, o es algo que arruina el estado de ánimo?
Vanessa: Muchos tenemos la idea de que el sexo debe ser espontáneo y surgir de la nada. Si te fijas en las primeras etapas de una relación, hay mucha planificación. Se programan las citas, se fijan las horas en las que se van a ver, se invierte mucho tiempo y energía en excitarse y prepararse para la cita.
No es que fuera un momento mágico, espontáneo y sin esfuerzo. Es que entonces estábamos entusiasmados por el esfuerzo que hacíamos. Creo que programar el sexo consiste en encontrar formas de recuperar esa emoción.
Por supuesto, si programamos el sexo de la misma manera que programamos una cita con el dentista, a nadie le va a entusiasmar. Si simplemente lo pones en tu calendario, y hay una sensación de miedo, “Oh, Dios. Es miércoles a las 7… Tengo que hacer esto”, entonces por supuesto que no será divertido ni excitante.
A veces es tan fácil como hacer un ajuste en las palabras: llamarlo “noche de cita”, como era al principio de la relación. Eso puede parecer mucho más interesante y emocionante. Mucha gente que lleva mucho tiempo en pareja dice que su relación es aburrida, que no es emocionante.
Siempre animamos a las parejas a que recuperen esa ilusión y se esfuercen por pasar momentos divertidos juntos. Si se pone esa energía en programar las relaciones sexuales, pueden ser mucho más placenteras.
Ward: ¿Cuáles son los dos tipos diferentes de impulsos sexuales que describen? Si una pareja no coincide en ese aspecto, ¿hay alguna solución?
Vanessa: Prácticamente en todas las relaciones, las parejas tienen diferentes impulsos sexuales. La mayoría de nosotros sentimos que nuestro impulso sexual debería ser espontáneo y surgir de la nada. Hay muchas personas que se etiquetan a sí mismas, o que son etiquetadas por sus parejas, como que tienen poco o ningún deseo, cuando la realidad es que son del tipo de deseo sexual receptivo en lugar de espontáneo. Estos son los dos tipos diferentes de impulsos sexuales, y es necesario abordar las cosas de una manera diferente para cada uno.
Todo se reduce a dónde sientes primero el deseo. Los espontáneos se excitan mentalmente, mientras que los receptivos necesitan sentir primero el deseo en su cuerpo antes de que su mente se ponga al día. Una reacción clásica del tipo de impulso sexual receptivo es cuando llegas al final del sexo y piensas: “Vaya, ha sido muy divertido, ¿por qué no quiero más?”. Hablamos mucho de estos dos tipos de impulsos sexuales.
Xander: Si sabes cuál es el tipo de tu pareja, entonces sabes cuál es la mejor manera de iniciar el sexo. Si eres del tipo de impulso sexual espontáneo y sabes que tu pareja es receptiva, y ya lo han discutido, entonces sabrías que probablemente es mejor no iniciar el sexo diciendo: “Oye, ¿quieres hacerlo?”. Porque sabes que tu pareja necesita algo a lo que responder. Así que sería mejor empezar con algo físico, como una sesión de besos o un masaje, en lugar de intentar iniciarlo todo a la vez.
Lo difícil es cuando tienes una relación con diferentes tipos de deseo sexual, pero nunca lo han discutido. La suposición general de la sociedad es que el sexo debe ser espontáneo. Si asumes que debe ser espontáneo, pero en realidad uno de los dos no lo es, ahí empiezan los problemas.
Ward: ¿Cómo creen que se ha malinterpretado a los hombres en lo que se refiere al deseo sexual?
Xander: Creo que se perpetúa la idea de que los hombres siempre quieren sexo donde sea y cuando sea. Creo que es una idea dañina cuando la pareja de un hombre tiene ese pensamiento. En el caso de los hombres, crecemos creyendo que esto debe ser cierto; bromeamos sobre que los hombres siempre lo desean. Cuando sentimos que no lo deseamos, acabamos pensando que algo debe de andar mal con nosotros; entonces puede desembocar en ansiedad por el rendimiento o falta de confianza y todo se vuelve una espiral.
Vanessa: Existe la idea de que la sexualidad masculina es tan sencilla y simple, y la femenina es complicada, y eso perjudica a ambos géneros.
Ward: Son una pareja cisgénero y heterosexual. ¿Cómo lograron que su libro sea inclusivo?
Vanessa: Por supuesto, nuestra orientación sexual impacta nuestra forma de ver el mundo. Pero la inclusividad era importante para nosotros a la hora de escribir el libro. Llenamos el libro de parejas de todas las orientaciones para que todos se sintieran bienvenidos e incluidos. Si tienes relaciones sexuales o el sexo es importante para ti, este libro te aportará algo. Tal vez lo hayas hablado antes con tu pareja y haya salido horriblemente mal. Al final te convenceremos de que hablar de sexo es lo mejor que puedes hacer por tu vida sexual. Todo el mundo se merece un sexo ardiente y un gran amor.