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Guerra en Ucrania: ¿podrá Rusia aumentar fuerza armamentística gracias a drones iraníes?
01:38 - Fuente: CNN

Washington (CNN) – Irán parece haber modificado los drones de ataque que ha proporcionado a Rusia para que las ojivas explosivas puedan causar el máximo daño a objetivos de infraestructura dentro de Ucrania, según un nuevo informe de investigación que obtuvo en exclusiva CNN.

Irán ha proporcionado a Rusia cientos de drones para que los utilice en su guerra en Ucrania, muchos de los cuales han tenido como objetivo la red eléctrica y las instalaciones energéticas ucranianas con efectos devastadores. Los ataques con drones, así como las descargas de misiles rusos, han dejado a la población civil ucraniana de todo el país sin calefacción, electricidad ni agua corriente durante los gélidos meses de invierno.

La organización de investigación británica Conflict Armament Research (CAR, por sus siglas en inglés) examinó el mes pasado, junto con el Ejército de Ucrania, una ojiva sin explotar de un dron iraní Shahed-131 encontrada en la región de Odesa, en el sur de Ucrania, en octubre de 2022. La CAR facilitó sus conclusiones primero a CNN.

La composición de la ojiva ayuda a explicar cómo el ataque de Rusia contra la infraestructura energética ucraniana durante los últimos meses ha resultado tan eficaz.

Matriz de fragmentación en la sección delantera de la ojiva. Crédito: Conflict Armament Research

Los analistas del grupo creen que las ojivas, que miden algo menos de 60 cm de largo, fueron modificadas apresuradamente con capas mal ajustadas de docenas de pequeños fragmentos metálicos que al impactar se dispersan en un amplio radio. Además de los fragmentos, también hay 18 “cargas” más pequeñas alrededor de la circunferencia de la ojiva que, al fundirse por la explosión, pueden perforar el blindaje y crear una especie de efecto explosivo de “360 grados”.

La acumulación de esos elementos maximiza esencialmente la capacidad de la ojiva para destrozar objetivos como centrales eléctricas, redes de distribución, líneas de transmisión y grandes transformadores de alta potencia. También dificultan considerablemente las tareas de reparación.

Es como si hubieran mirado la ojiva acabada y hubieran dicho: “¿Cómo podemos hacer que sea aún más destructiva?”, afirma Damien Spleeters, uno de los investigadores que examinaron la ojiva.

Ojiva multipropósito de un dron de ataque iraní Shahed-131. Crédito: Conflict Armament Research

En octubre, Ukrenergo, el generador estatal de electricidad de Ucrania, declaró que cerca del 40% del suministro eléctrico normal estaba fuera de servicio como consecuencia de los bombardeos rusos. Y los daños se están produciendo mucho más rápido de lo que Ucrania puede repararlos: Sergey Kovalenko, CEO del proveedor de energía YASNO, declaró a CNN en diciembre que “lo más probable es que los ucranianos tengan que vivir con apagones hasta al menos finales de marzo”.

Spleeters explicó que las ojivas dirigidas a elementos del campo de batalla, como tanques o piezas de artillería, podrían tener un diseño diferente, con una carga frontal en forma de proyectil que se utiliza para objetivos más concentrados. La ojiva examinada por CAR, sin embargo, tiene un efecto de carga en forma radial, que puede dar lugar a una mayor área de impacto.

Como CNN informó anteriormente, se ha descubierto que los drones de fabricación iraní desplegados en Ucrania contienen una cantidad significativa de componentes estadounidenses y occidentales, lo que ha llevado a la administración de Biden a investigar cómo la tecnología de fabricación estadounidense llegó a las armas.

Spleeters dijo a CNN que el examen de la ojiva Shahed-131, cuyos componentes nunca se habían hecho públicos hasta ahora, ha ayudado a los analistas a comprender mejor cómo Irán ha estado fabricando sus drones.

Un dron sobrevuela Kyiv durante un ataque el 17 de octubre de 2022, en medio de la invasión rusa de Ucrania. Crédito: Sergei Supinsky/AFP/Getty Images

“Se había especulado mucho con la posibilidad de que estos explosivos fueran muy rudimentarios, baratos y sencillos”, añadió. “Pero viendo la ojiva, está claro que se ha pensado mucho en asegurarse de que pueda infligir el mayor daño posible a infraestructuras en un radio amplio”.

El mes pasado, el Instituto para el Estudio de la Guerra descubrió que las fuerzas rusas dependían cada vez más de los drones en su campaña contra las infraestructuras críticas ucranianas, hasta el punto de que sus reservas de drones ya se están agotando, solo unos meses después de que Irán comenzara a enviarlos.

Sin embargo, Rusia e Irán han acordado establecer una planta de fabricación de drones dentro de Rusia, lo que, según los funcionarios occidentales, permitirá a Rusia reponer su suministro más rápidamente.