(CNN) – ¿Te ha pasado que te estás quedando dormido y de repente sientes que te caes y despiertas sobresaltado? Algunas personas dicen que se despiertan sobresaltadas por un fuerte chasquido o una luz cegadora que les viene de su mente, mientras que otras describen cómo sus músculos se sacuden involuntariamente a causa de una descarga eléctrica repentina.
“Las sacudidas hípnicas o espasmos mioclónicos suelen consistir en una fuerte sacudida que mueve la mayor parte del cuerpo, siendo más probable que afecte a los brazos y las piernas. Esto puede despertarte antes de que tengas la oportunidad de conciliar el sueño”, afirma el Dr. Raj Dasgupta, especialista en sueño y profesor asociado de Medicina Clínica en la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California.
Chris Breitigan, productor de podcasts de 29 años de Huron, Ohio, dice que a veces le despierta una experiencia bastante fantasmal.
“Estoy a punto de dormirme y siento como si alguien me hiciera cosquillas”, explica. “Empieza en la espalda y baja por las piernas. Me sobresalto y siento una especie de sacudida en el cuerpo”.
Según los científicos, la experiencia puede ir acompañada de taquicardia, respiración acelerada, sudoración o un sueño vívido o alucinación.
Los sobresaltos del sueño, denominados oficialmente “sacudidas hípnicas”, son sucesos normales que pueden ocurrir a hombres y mujeres de cualquier edad y no suelen ser motivo de preocupación, afirma Dasgupta.
“Se calcula que casi el 70% de la población experimenta sacudidas hípnicas en algún momento”, afirma. “Desde el punto de vista médico, las sacudidas hípnicas se clasifican como un tipo de mioclonía, que es una categoría de movimientos musculares rápidos e involuntarios. Un ejemplo clásico de mioclonía es el hipo”.
Nadie sabe con exactitud por qué el cuerpo sufre sacudidas al quedarse dormido, pero los expertos creen que el consumo excesivo de cafeína y el estrés físico o emocional pueden aumentar su frecuencia.
“También pueden verse facilitados por la fatiga o la privación de sueño”, afirma Dasgupta. “Sin embargo, la mayoría de las sacudidas hípnicas ocurren esencialmente al azar en personas sanas”.
El sueño de Breitigan suele verse alterado después de salir con los amigos las noches de martes de tacos.
“Realmente no bebo mucho”, aseguró. “Pero los martes salgo con amigos y tomamos unas copas con tacos. Así que para mí parece que lo desencadena el alcohol porque no bebo habitualmente”.
Cuándo preocuparse
No hay tratamiento para las sacudidas hípnicas, dice Dasguta, y en general son inofensivas. Sin embargo, es hora de visitar al médico si se experimenta alguno de los siguientes síntomas: múltiples sacudidas musculares durante el día, una lesión causada por las sacudidas hípnicas, morderse la lengua o la boca mientras se duerme o mojar la cama.
“A veces, las sacudidas hípnicas pueden confundirse con convulsiones”, explica Dasgupta. “Aunque puedan parecer similares, tienen algunas diferencias fundamentales: las convulsiones son un acontecimiento grave que puede ser consecuencia de una enfermedad subyacente”.
“En cambio, las sacudidas hípnicas son fenómenos benignos que no están relacionados con ningún problema de salud”, añade. “Principalmente son molestas, sobre todo si impiden conciliar el sueño”.
Sin embargo, algunas personas desarrollan una fijación por estas sacudidas del sueño, lo que causa un aumento de la ansiedad por la experiencia perturbadora, añadió.
“Este aumento de la ansiedad y la fatiga aumenta la probabilidad de experimentar estas sacudidas, lo que resulta en un círculo vicioso de insomnio y privación del sueño”, dijo Dasgupta.
Prueba estas soluciones
Dasgupta ofrece las siguientes sugerencias a quienes les molesten estos episodios:
Reducir el consumo de cafeína: tomar menos cafeína a lo largo del día puede ayudar a mejorar la calidad general del sueño, dice Dasgupta, sobre todo si se evita la cafeína a última hora de la tarde y por la noche.
Evita o reduce el consumo de alcohol cerca de la hora de acostarte: lo mismo puede decirse del alcohol, que puede producir somnolencia, pero cuando el organismo termina de metabolizarlo, la persona se despierta, normalmente en mitad de la noche. Eso aumentará tu fatiga, haciéndote más vulnerable a las sacudidas hípnicas.
Prueba la meditación y la atención plena antes de acostarte: según Dasgupta, relajar el cuerpo puede facilitar la transición al sueño y hacer que los músculos sean menos propensos a sufrir sacudidas.
“Además, una de las mejores formas de conciliar el sueño es concentrarse en la respiración. La mayoría de los ejercicios respiratorios para dormir suelen consistir en respiraciones lentas y profundas”, explica.
Mantén una rutina de sueño: Dasgupta afirma que para dormir mejor es necesario fijar una hora para irse a la cama, incluso los fines de semana y durante las vacaciones. También ayuda evitar las pantallas brillantes a la hora de acostarse.
“La luz brillante de la televisión, la computadora o el smartphone puede afectar a los patrones de sueño y mantenernos alerta cuando deberíamos tener sueño”, explica. “Dormir es algo que has hecho toda tu vida, pero cuanto mayor te haces, más difícil te puede resultar conciliar el sueño, así que practica una buena higiene del sueño”.