(CNN) – La Policía del Reino Unido identificó este lunes el cuerpo de la madre británica Nicola Bulley, luego de que desapareciera mientras paseaba a su perro en el norte de Inglaterra a finales de enero.
La Policía de Lancashire confirmó este lunes en rueda de prensa que el cuerpo recuperado el domingo en el río Wyre —cerca de donde Bulley, de 45 años, fue vista por última vez— es de la mujer.
“Tristemente, ahora podemos confirmar que ayer recuperamos a Nicola Bulley del río Wyre”, dijo a la prensa el ayudante del jefe de policía Peter Lawson.
“La familia de Nicola fue informada y, por supuesto, está desolada. Nuestros pensamientos están con ellos en este momento, así como con todos sus seres queridos y la comunidad en general”, dijo.
El anuncio pone fin a unas semanas turbulentas y emotivas, en las que la policía se ha enfrentado a críticas generalizadas por sexismo en su investigación, y en las que el frenesí de las redes sociales en torno a su desaparición se ha visto envuelto en afirmaciones infundadas y teorías conspirativas.
Bulley, asesora hipotecaria, desapareció en la mañana del viernes 27 de enero. Según la policía, estaba paseando a su perro después de dejar a sus dos hijas en el colegio.
Poco después, encontraron a su perro vagando solo y su teléfono en una banca junto al río, conectado a una llamada de trabajo en grupo. Sin embargo, durante tres semanas, la búsqueda emprendida por la policía de Lancashire no dio resultados.
La detective jefe superintendente de la Policía de Lancashire, Pauline Stables, leyó este lunes una declaración en nombre de la familia de Nicola, en la que decían que la identificación del cuerpo había confirmado sus “peores temores”. “Nunca seremos capaces de comprender por lo que pasó Nicky en su último momento”, decía.
“Nuestras niñas recibirán el apoyo que necesitan de las personas que más las quieren. Nos entristece pensar que un día tendremos que explicarles que la prensa y miembros del público acusaron a su padre de haber hecho algo malo (y) citaron erróneamente e insultaron a amigos y familiares. Es absolutamente atroz. Tienen que rendir cuentas. Esto no puede ocurrirle a otra familia”, añade el comunicado.
Los agentes de la policía de Lancashire han insistido durante toda la investigación en que no hay pruebas que indiquen la participación de terceros y su principal hipótesis de trabajo sigue siendo que cayó al río Wyre.
El caso desconcertó a la opinión pública y atrajo la atención de los medios de comunicación. Además, la policía decidió revelar que Bulley tenía problemas con el alcohol y la menopausia en el momento de su desaparición.
La semana pasada, los investigadores criticaron duramente a los miembros del público que, según ellos, propagaban “mitos persistentes”.
La detective superintendente de la Policía de Lancashire, Rebecca Smith, dijo a los periodistas el miércoles que el frenesí de las redes sociales había “distraído significativamente” la investigación. “En 29 años de servicio policial, nunca he visto nada similar”, dijo Smith.
Los usuarios de las redes sociales “jugando a detectives privados” y difundiendo “mitos persistentes” en Tik Tok habían “distraído significativamente” la investigación, dijo Smith a los periodistas la semana pasada.
La familia también reprendió ferozmente a los periodistas en su declaración, arremetiendo contra algunos de los principales medios de comunicación del Reino Unido como “vergonzosos” por ponerse en contacto directo con la familia cuando “pidieron expresamente privacidad”.
La decisión de la policía de Lancashire de revelar detalles personales sobre Bulley provocó críticas generalizadas, y muchos acusaron al cuerpo de policías de sexismo. Incluso el gobierno criticó a la policía, y la ministra del Interior, Suella Braverman, expresó su preocupación por la gestión del caso.
Stephanie Benyon, una amiga de Bulley cuyos hijos asisten a la misma escuela, declaró anteriormente a CNN que se trata de una “persona amable, leal y considerada que adora a sus dos hijas y a su familia y amigos”. La pareja de Bulley durante 12 años, Paul Ansell, había descrito la situación como un “infierno perpetuo”.