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(CNN) – Rusia realizó la prueba de un misil balístico intercontinental, que parece haber fallado, cerca del momento en que el presidente Joe Biden visitó en Ucrania este lunes, según dos funcionarios estadounidenses familiarizados con el asunto.

CNN reportó inicialmente que la prueba ocurrió mientras Biden estaba en Ucrania, según las fuentes. Después de que la historia se publicó, uno de los funcionarios dijo posteriormente que la prueba ocurrió justo antes de que el presidente estuviera en el país. La segunda fuente le había dicho a CNN que la prueba había sido el lunes sin proporcionar más fechas específicas.

Rusia notificó a Estados Unidos antes del lanzamiento a través de líneas telefónicas para evitar el conflicto, o una línea de comunicación con el Ejército ruso, dijo un funcionario. Otro funcionario mencionó que la prueba no representaba un riesgo para Estados Unidos y que no veían la prueba como una anomalía o una escalada.

La prueba del misil pesado SARMAT, apodado Satan II en Occidente y capaz de lanzar múltiples ojivas nucleares, parece haber fallado, dijeron las autoridades. Se ha probado con éxito antes, y de haber funcionado, los funcionarios estadounidenses creen que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, habría destacado la prueba en su discurso sobre el estado de la nación este martes.

En cambio, Putin no mencionó el lanzamiento en el discurso. Sin embargo, declaró formalmente que Rusia suspenderá la participación de su país en el tratado de reducción de armas nucleares Nuevo START con Estados Unidos, poniendo en peligro el último pacto restante que regula los dos arsenales nucleares más grandes del mundo.

El momento de la prueba sugiere que EE.UU. y Rusia se estaban comunicando a través de varios canales diferentes a principios de esta semana con el objetivo de evitar el conflicto: los funcionarios estadounidenses también notificaron a los rusos este domingo por la noche, horas antes de la visita de Biden a Kyiv, que el presidente haría el viaje a la capital de Ucrania, dijo este lunes el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan.

CNN solicitó comentarios a la embajada de Rusia en Washington.

Putin ha anunciado pruebas exitosas de misiles balísticos intercontinentales anteriormente. Por ejemplo, en abril pasado lo hizo, solo unos meses después de que Rusia invadiera Ucrania. Esa prueba también fue para el misil SARMAT que se presentó por primera vez en 2016 y que según los medios estatales rusos tiene un alcance superior a los 11.000 kilómetros (6.835 millas). El misil puede transportar una ojiva de 100 toneladas y fue diseñado como sucesor del misil balístico intercontinental R-36M Voevoda.

Esta imagen publicada por el Ministerio de Defensa de Rusia el miércoles 20 de abril de 2022 muestra el primer lanzamiento de su nuevo misil balístico intercontinental superpesado con base en tierra Sarmat, desde un silo en el cosmódromo estatal de pruebas de Plesetsk en la región de Arkhangelsk.

Putin advirtió el año pasado que el misil “haría pensar en aquellos que intentan amenazar a Rusia”.

En ese momento, los expertos de Occidente calificaron la prueba de 2022 como un “ruido de sables nucleares” y se percibió como un intento de distraer la atención de los fracasos militares de Rusia en ese momento, como el hundimiento de su buque insignia en el mar Negro, el Moskva.

El entonces secretario de prensa del Pentágono, John Kirby, explicó que la prueba de 2022 era “rutinaria, y no fue una sorpresa. No se consideró que fuera una amenaza para Estados Unidos o sus aliados”.

El Ejército de Rusia se ha enfrentado a múltiples derrotas importantes en el campo de batalla de Ucrania durante el último año y ha “fracasado” ampliamente en sus objetivos estratégicos allí, según han dicho varios altos funcionarios estadounidenses.

“Rusia es ahora un paria global y el mundo sigue inspirado por la valentía y la resiliencia de Ucrania. En resumen, Rusia ha perdido, ha perdido estratégica, operativa y tácticamente”, dijo la semana pasada el presidente del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Milley.

Sin embargo, Putin no ha mostrado intención de repensar su guerra, que aún insiste en que es una “operación militar especial”.

La semana pasada, los cazas y bombarderos rusos volaron cerca de Alaska dos veces en la misma cantidad de días, lo que obligó a NORAD a desplegar sus aviones de combate en respuesta. El avión ruso permaneció fuera del espacio aéreo soberano de EE.UU. y Canadá, que se extiende 19,3 kilómetros desde la costa, pero voló dentro o cerca de la Zona de Identificación de Defensa Aérea de Alaska, que se encuentra a 322 kilómetros de la costa.

Dos F-16 de NORAD interceptaron bombarderos TU-95 y cazas SU-35 que ya habían entrado en ADIZ el pasado lunes. Un día después, los F-35 de NORAD interceptaron bombarderos TU-95, así como cazas SU-30 y SU-35.

“Seguimos listos para emplear una serie de opciones de respuesta en defensa de la soberanía de América del Norte y el Ártico”, dijo NORAD en un comunicado.

NORAD enfatizó que no veía los vuelos rusos como una provocación o una amenaza, ni los consideraba relacionados con los objetos aéreos vistos recientemente en Alaska y Canadá.