(CNN) – Más de 50 años después de que la compañera de casa de Rita Curran la encontrara estrangulada en su habitación, la policía de Vermont dice haber identificado al asesino gracias al ADN hallado en una colilla de cigarrillo y en la ropa de Curran.
Los investigadores identificaron a William DeRoos, un hombre que vivía en el mismo edificio de apartamentos de Curran en Burlington, como la persona responsable de los hechos, anunció este martes la policía de la ciudad más poblada de Vermont. Según las autoridades, esto fue posible por los avances en la tecnología del ADN y la genealogía genética.
DeRoos murió de una sobredosis de drogas en San Francisco en 1986, según la policía, por lo que el caso queda cerrado.
La noche del asesinato ocurrido en julio de 1971, DeRoos, quien vivía con su esposa dos pisos arriba de Curran, tuvo una pelea con su cónyuge y salió de su departamento para “tranquilizarse”, según un informe de investigación de la policía de Burlington.
Curran, de 24 años, fue hallada muerta más tarde, gravemente golpeada tras, al parecer, haber opuesto una “feroz resistencia”, según escribió entonces un detective. Los investigadores están ahora “unánimemente seguros” de que DeRoos fue el responsable, según el informe publicado este martes.
Pero cuando los investigadores interrogaron a DeRoos y a su esposa la mañana siguiente, los dos dijeron que estuvieron juntos toda la noche y que no habían oído ni visto nada. Después de que la policía se marchara, DeRoos advirtió a su mujer que si los volvían a interrogar, ella no debía admitir que él había salido del departamento “o irían a por él” porque tenía antecedentes penales, dijo la policía durante una rueda de prensa este martes.
Finalmente, en 2014 el caso tuvo un avance cuando se extrajo un perfil de ADN de una colilla de cigarrillo que se había encontrado junto al cuerpo de Curran, dijo el teniente detective James Trieb en la conferencia de prensa.
Aunque el perfil fue enviado a una base de datos criminal nacional de ADN, dijo, no se encontraron coincidencias.
Eso significa que probablemente el ADN de esa persona nunca se introdujo en la base de datos, posiblemente porque la persona no tenía una condena por delito grave.
En 2019, Trieb reabrió el caso y decidió adoptar un nuevo enfoque.
En lugar de hacer que un detective trabajara solo en el caso sin resolver, la estrategia habitual del departamento, trató el crimen como si acabara de cometerse, trayendo a un equipo de detectives y técnicos expertos para revisarlo y discutirlo, dice su informe de investigación.
El equipo comenzó a analizar de nuevo las pruebas, según Trieb, y decidió analizar el ADN del cigarrillo mediante genealogía genética, un proceso que utiliza bases de datos de ADN para la investigación genealógica con el fin de identificar posibles familiares de la persona cuyo ADN no coincide.
Un experto externo en genealogía genética concluyó entonces que el ADN del cigarrillo tenía fuertes conexiones con familiares de DeRoos, tanto por parte paterna como materna.
“Era seguro que fue William DeRoos” quien dejó su ADN en el cigarrillo, dice el informe policial.
Los investigadores encontraron entonces a un hermanastro vivo de DeRoos que estaba dispuesto a proporcionar una muestra de ADN, y esa muestra reforzó la conclusión de que el ADN del cigarrillo pertenecía a DeRoos, dice el informe.
Por último, los investigadores descubrieron que el ADN que quedaba en el abrigo desgarrado de Curran también coincidía con el de la colilla, según el informe. Los investigadores volvieron a interrogar a su entonces esposa, quien admitió que había mentido sobre la coartada de DeRoos.
En la rueda de prensa, el jefe interino de la Policía de Burlington, Jon Murad, dijo que el día estaba “lleno de emociones encontradas”.
“En última instancia, esas emociones son de alivio, de orgullo para mí (y) para este departamento, pero sobre todo de gratitud a una familia que ha pasado por un calvario increíble durante más de medio siglo”, dijo.