(CNN) – La ola de calor invernal, la escasez récord de lluvias y la sorprendente falta de nieve en Europa están llevando a ríos, canales y lagos de todo el continente a niveles alarmantemente bajos, y los expertos advierten que podrían repetirse las graves sequías del año pasado.
Las imágenes de lechos fluviales secos y lagos reducidos suelen asociarse con el calor abrasador del verano, no con el invierno. Pero un comienzo de año excepcionalmente cálido y seco está afectando a una franja de Europa que incluye el centro y suroeste de Francia, el norte de España y el norte de Italia.
Preocupa lo que esto pueda significar para el abastecimiento de agua.
La situación del agua en Europa se ha vuelto “muy precaria”, según un estudio publicado en enero por investigadores de la Universidad Tecnológica de Graz, Austria, que utilizaron datos satelitales para analizar los recursos mundiales de aguas subterráneas.
“Hace unos años, nunca habría imaginado que el agua sería un problema aquí en Europa”, afirma Torsten Mayer-Gürr, uno de los investigadores. “Aquí estamos teniendo problemas con el suministro de agua: tenemos que pensar en ello”.
Sequía récord en Francia
Francia, que vive su periodo más seco en más de 60 años, podría imponer restricciones de uso de agua en breve.
Simon Mittelberger, climatólogo de Météo-France, declaró a CNN que el país “ha sufrido una serie de 32 días consecutivos sin precipitaciones significativas desde el 21 de enero hasta el 21 de febrero”, el periodo más largo desde que comenzaron los registros, en 1959.
Según Mittelberger, esto está teniendo un efecto perjudicial en los ríos y lagos del país, así como en los suelos.
“Los suelos están mucho más secos de lo habitual”, afirmó. Los niveles actuales de humedad del suelo en Francia no se verían normalmente hasta mediados de abril.
Las nevadas también han sido escasas. “La situación en los Pirineos se acerca al récord más bajo de cantidad de nieve para esta época del año”, dijo Mittelberger. En los Alpes ha nevado un 63 % menos de lo habitual, según la Fundación de Investigación CIMA.
La falta de nieve en invierno puede amenazar las reservas de agua en primavera y verano, ya que hay menos deshielo para sostener los ríos.
El verano pasado, Francia sufrió la peor sequía de la que se tiene constancia pero, advirtió Mittelberger, este año “la situación podría ser peor si no tenemos precipitaciones significativas en los próximos dos meses”.
Christophe Béchu, ministro de Transición Ecológica de Francia, calificó la sequía invernal de “sin precedentes” y advirtió de que el país se encuentra en estado de alerta.
Lechos de lagos expuestos y canales secos
En Italia, algunas de las masas de agua más famosas del país se están secando.
El nivel de las aguas del lago de Garda es tan bajo que ahora es posible caminar hasta una isla en el centro, a lo largo de una franja de lecho lacustre expuesto. Hace unos meses, este camino no existía.
También es mucho más difícil tomar un taxi acuático en Venecia, ya que algunos de sus canales se han vuelto demasiado poco profundos para mantener a flote las góndolas, en parte debido a la falta de lluvias.
La ciudad, que durante mucho tiempo temió las inundaciones, se enfrenta ahora al problema contrario.
El río más largo de Italia, el Po, que serpentea por su corazón agrícola septentrional, tiene un 61 % menos de agua de lo habitual para esta época del año.
El verano pasado, el Gobierno de Italia declaró el estado de emergencia en la zona que rodea el Po, que sufrió su peor sequía en 70 años.
Giorgio Zampetti, director general de Legambiente, un grupo ecologista italiano, teme que lo peor esté aún por llegar: “2023 acaba de empezar, pero ya muestra signos preocupantes en cuanto a fenómenos meteorológicos extremos [y] niveles de sequía”, declaró en un comunicado de prensa.
Temor por el abastecimiento de agua
En España, donde el año pasado se registró el año más caluroso de la historia, hay preocupación por el abastecimiento de agua.
“No podemos garantizar el suministro de agua potable ni para usos económicos dependiendo exclusivamente de la lluvia”, declaró recientemente en rueda de prensa Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica.
El país ha aprobado planes para invertir unos US$ 24.000 millones en la gestión del agua, incluidas medidas para mejorar el saneamiento y el tratamiento y modernizar el regadío.
Desde 1980, la media de agua disponible ha disminuido un 12 %, y las previsiones apuntan a que puede producirse un nuevo descenso de hasta el 40 % para 2050.
El tiempo seco en España también amenaza al preciado jamón ibérico de bellota, ya que la escasez de lluvias y el aumento de las temperaturas afectan a las bellotas que comen los cerdos.
“Las próximas semanas serán cruciales”
Aunque Europa se ha visto asolada anteriormente por las sequías estivales, los expertos temen que los dos últimos meses, excepcionalmente secos, sean señal de una nueva realidad, causada en parte por el aumento de la temperatura media mundial.
“Estas condiciones eran raras en el pasado, pero el cambio climático está alterando los regímenes de precipitaciones sobre Europa y haciendo que estos extremos sean más recurrentes e intensos”, declaró a CNN Andrea Toreti, climatólogo del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea.
“Hay una preocupación creciente debido a la falta de precipitaciones en las últimas semanas y también teniendo en cuenta la sequía de 2022. Las próximas semanas serán cruciales”, dijo Torerti.
Aunque Toreti dijo que atribuir la sequía invernal al cambio climático requeriría un análisis específico que aún no se ha llevado a cabo, añadió que tales eventos “son un efecto esperado del cambio climático en términos de extremos más frecuentes e intensos”.