(CNN Español) – Sucedió hace ya diez años, pero sigue siendo uno de los misterios más grandes de la historia de la aviación: qué pasó con el vuelo 370 de Malaysia Airlines que desapareció el 8 de marzo de 2014 cuando iba en ruta de Kuala Lumpur a Beijing con 239 personas a bordo.
El pasajero más chico tenía apenas dos años. El mayor, 76. Eran un grupo variado: había veraneantes, viajeros habituales y hasta peregrinos budistas. ¿Qué fue lo que les pasó?
La desaparición del vuelo de Malaysia Airlines
El avión partió de la capital de Malasia el 8 de marzo de 2014 a las 12:41 a.m., según la reconstrucción de los hechos realizada por las autoridades tras la misteriosa desaparición, que reportó previamente CNN. Aproximadamente media hora después, uno de los sistemas de comunicación del avión envío lo que luego se convertiría en su última transmisión. Nadie detectó nada extraño.
A partir de la 1:21 a.m. se empezó a desencadenar una serie de sucesos inesperados y que aún no se han podido explicar completamente, ya que nunca se encontró la aeronave: el transpondedor —un sistema que envía información clave sobre el vuelo— dejó de comunicar, el avión desapareció del radar militar tailandés que lo estaba rastreando y pareció cambiar de ruta, un radar civil perdió contacto con la aeronave y no se concretó una comunicación prevista.
A las 3:45 a.m., poco más de dos horas después, Malaysia Airlines emitió una alerta de “código rojo” por la desaparición del avión de los radares, que implicaba un nivel de crisis que exigía un despliegue inmediato de los planes de emergencia.
Pero el avión nunca llegó a Beijing a las 6:30 a.m., como estaba planificado, ni se pudo detectar en ningún otro espacio. Aproximadamente una hora después las autoridades hicieron el anuncio público de la desaparición.
Búsquedas millonarias sin resultados
Durante tiempo se creyó que avión se encontraba en el fondo del océano Índico meridional, en algún lugar del llamado “séptimo arco”. Sin embargo, las búsquedas fueron infructuosas.
En enero de 2017, Malasia, China y Australia dieron por terminada una operación de búsqueda de dos años y que tuvo un costo de US$ 135 millones.
Un año después, Ocean Infinity, una empresa estadounidense de exploración del fondo marino, puso en marcha su propia operación en el sur del Índico, pero tampoco logró resultados. Para entonces Malasia había ofrecido un pago de hasta US$ 70 millones si se encontraba el avión.
Hasta ahora se han encontrado restos confirmados del avión, y otros que presuntamente le pertenecen, en la costa africana y en islas del océano Índico.
Los investigadores malasios no llegaron a ninguna conclusión definitiva sobre lo ocurrido a bordo del avión, aunque no descartaron la posibilidad de que se hubiera desviado deliberadamente de su ruta, una posibilidad a la que también aludió una evaluación preliminar de agencias de inteligencia estadounidenses que se conoció en 2015.
La información facilitada por funcionarios internacionales y malasios indicó entonces que el Boeing 777-200ER podría haber volado durante horas después del último contacto de voz con los pilotos.
Eso quiere decir que puede que alguien hubiera seguido manejando el avión, pero no podía, o no quería, comunicarse.
La investigación hecha por Malasia incluyó una búsqueda en las casas del piloto, de 53 años, y el copiloto de 27.
Las familias piden una nueva búsqueda
A comienzos de marzo de 2023, cuando se conmemoraron nueve años de la trágica desaparición, un grupo de familiares de los pasajeros del vuelo llamado Vocie370 dijo que Ocean Infinity esperaba poder llevar adelante una nueva búsqueda y urgió al gobierno de Malasia a aceptar cualquier oferta que hiciera la empresa sobre una base condicional, es decir cobrando si encuentra el avión.
“En los últimos 12 meses, Ocean Infinity ha hecho verdaderos progresos trabajando con muchas personas para comprender mejor (…) los acontecimientos de 2014”, dijo Voice370 en un comunicado. “Esto ha mejorado en gran medida sus posibilidades de llevar a cabo una búsqueda exitosa”, agregó.
En un mensaje a las familias leído en el acto conmemorativo, el ministro de Transporte, Anthony Loke, prometió no dar por cerrado el caso, añadiendo que se daría la debida consideración a futuras búsquedas si había “información nueva y creíble” sobre la posible localización del avión.
Este año, la misteriosa desaparición del avión de Malasya Airlines llegó a la plataforma de Streaming Netflix, que el 8 de marzo estrenó la docuserie “MH370: The Plane That Disappeared”.
Con información de Reuters y del equipo de CNN.
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