(CNN) – La batalla entre Disney y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, podría no haber terminado todavía.
El nuevo consejo elegido a dedo por el gobernador republicano para supervisar el distrito fiscal especial de Disney dijo este miércoles que está considerando emprender acciones legales contra un acuerdo de varias décadas alcanzado entre el gigante del entretenimiento y el consejo saliente en los días previos a la adquisición hostil por parte del estado, el mes pasado.
Según el acuerdo –aprobado silenciosamente el 8 de febrero mientras los legisladores de Florida se reunían en sesión especial para entregar a DeSantis el control del Distrito de Mejora de Reedy Creek–, Disney mantendría el control sobre gran parte de su vasta huella en Florida Central durante 30 años y, en algunos casos, el consejo no puede tomar medidas significativas sin obtener primero la aprobación de la empresa.
“Esto esencialmente convierte a Disney en el Gobierno”, dijo Ron Peri, miembro del consejo, durante la reunión de este miércoles, según un video publicado por una cadena de televisión de Orlando. “Este consejo pierde, a efectos prácticos, la mayor parte de su capacidad para hacer cualquier cosa más allá de mantener las carreteras y mantener la infraestructura básica”.
Este episodio es el más reciente giro en una saga de un año de duración entre Disney y DeSantis, quien ha luchado contra la empresa mientras intenta sumar victorias conservadoras antes de una probable postulación a la candidatura presidencial del Partido Republicano en 2024.
Este miércoles, el consejo contrató a “varias empresas financieras y jurídicas para llevar a cabo auditorías e investigar el comportamiento de Disney en el pasado”, dijo la portavoz de DeSantis, Taryn Fenske. De acuerdo con los documentos de la reunión, el consejo estaba entrando en acuerdos con cuatro empresas para proporcionar asesoramiento sobre el asunto.
“La Oficina Ejecutiva del Gobernador está al tanto de los últimos esfuerzos de Disney para ejecutar contratos justo antes de ratificar la nueva ley que transfiere derechos y autoridades del antiguo Distrito de Mejoramiento de Reedy Creek a Disney”, dijo Fenske. “Una revisión inicial sugiere que estos acuerdos pueden tener importantes deficiencias legales que harían que los contratos fueran nulos de pleno derecho”.
En una declaración a CNN, Disney se mantuvo firme en sus acciones.
“Todos los acuerdos firmados entre Disney y el Distrito fueron apropiados, y se discutieron y aprobaron en foros públicos abiertos y notificados en cumplimiento de la ley del Gobierno de Florida a la luz del sol”, dijo la compañía. Los documentos de la reunión del 8 de febrero muestran que se publicó en el diario Orlando Sentinel, tal y como exige la ley.
Varios miembros del consejo de administración no respondieron inmediatamente a la solicitud de comentarios. El Sentinel informó por primera vez sobre la votación de este miércoles para contratar a un asesor jurídico.
Según un comunicado emitido este miércoles por la noche por el abogado en funciones del distrito y su recién obtenido asesor jurídico, el acuerdo otorgaba a Disney derechos de desarrollo en todo el distrito y “no solo en la propiedad de Disney”, exige que el distrito pida préstamos y gaste en proyectos que beneficien a la empresa, y otorga a Disney autoridad de veto sobre cualquier proyecto público en el distrito.
“La falta de consideración, la delegación de autoridad legislativa a una corporación privada, la restricción de la capacidad del Consejo para tomar decisiones legislativas y la cesión de derechos públicos sin compensación para un fin privado, entre otras cuestiones, justifican las acciones y la dirección del nuevo Consejo para evaluar estos documentos extralimitados y determinar la mejor manera en que el nuevo Consejo puede proteger el interés público en cumplimiento de la Ley de Florida”, dice la declaración de Fishback Dominick LLP, Cooper & Kirk PLLC, Lawson Huck Gonzalez PLLC, Waugh Grant PLLC y Nardella & Nardella PLLC.
El enfrentamiento entre Disney y el gobernador tiene su origen en la oposición de la empresa a una ley de Florida que prohíbe la enseñanza de la orientación sexual y la identidad de género hasta el tercer grado y solo de forma “apropiada para la edad” en los grados superiores. En marzo del año pasado, cuando la indignación contra la legislación se extendió por todo el país, Disney hizo pública una declaración en la que prometía ayudar a que la ley fuera derogada o anulada por los tribunales.
DeSantis y los legisladores del Partido Republicano de Florida tomaron represalias eliminando el Distrito de Mejora de Reedy Creek, la autoridad fiscal especial que otorgaba a Disney el control de los terrenos dentro y alrededor de sus parques temáticos en expansión en la zona de Orlando. Pero los republicanos en el control de la legislatura estatal cambiaron de rumbo este año y votaron en su lugar para despedir a la junta que supervisa el distrito y dio a DeSantis poder para nombrar a los cinco sustitutos. También cambió el nombre de Reedy Creek por el de Distrito de Supervisión del Turismo de Florida Central y eliminó algunas de sus competencias.
DeSantis llenó la junta con aliados políticos, entre ellos el abogado de Tampa Martin García, un prominente donante del Partido Republicano; Bridget Ziegler, la esposa del nuevo presidente del Partido Republicano de Florida; y Peri, un expastor que una vez sugirió que el agua del grifo podría estar haciendo gay a la gente.
La controversia es fundamental para la narrativa política de DeSantis de un líder que no tiene miedo de luchar contra gigantes corporativos, incluso uno tan emblemático y vital para Florida como Disney. Es una saga que ocupa un lugar destacado en su nuevo libro y que comparte a menudo en actos por todo el país mientras sienta las bases para una probable campaña nacional.
El mes pasado, en la ceremonia de firma del proyecto de ley que le dio el control del consejo de Reedy Creek, DeSantis declaró: “El reino corporativo por fin llega a su fin”.
“Hay un nuevo sheriff en la ciudad”, añadió.
Sin embargo, puede que pase algún tiempo antes de que la nueva estructura de poder tenga el control, si Disney se sale con la suya. Un acuerdo firmado por el consejo saliente –que restringe al nuevo consejo el uso de cualquiera de los “personajes de fantasía” de Disney– es válido hasta “21 años después de la muerte del último superviviente de los descendientes del rey Carlos III, rey de Inglaterra”, según una copia del acuerdo incluida en el paquete de la reunión del 8 de febrero.
El sigiloso movimiento de Disney llevó a los aliados del principal rival político de DeSantis, el expresidente Donald Trump, a sugerir que el gobernador había sido superado.
“El presidente Trump escribió El arte de la negociación y negoció la paz en Medio Oriente”, dijo Taylor Budowich, portavoz del comité de acción política Make America Great Again, alineado con Trump. “Ron DeSantis acaba de ser superado en la negociación por Mickey Mouse”.
La operación política de DeSantis insistió en que los designados por el gobernador estaban responsabilizando a Disney.
“El nuevo consejo del gobernador DeSantis no permitiría, y no permitirá, que Disney se dé a SÍ MISMO un poder sin precedentes sobre la tierra [¡parte de la cual ni siquiera es suya!] durante más de 30 años”, escribió en Twitter Christina Pushaw, del equipo de respuesta rápida de DeSantis.