New York (CNN) – El 3 de abril de 1973, Martin Cooper salió a una acera de la Sexta Avenida de Manhattan con un dispositivo del tamaño de un ladrillo e hizo la primera llamada pública desde un teléfono celular a uno de los hombres con los que había estado compitiendo para desarrollar el dispositivo.
“Estoy llamándote desde un teléfono celular, pero uno real, uno personal, inalámbrico, un teléfono móvil portable”, le dijo Cooper, entonces ingeniero de Motorola, en la llamada a Joel Engel, jefe de los laboratorios Bell, propiedad de AT&T.
Aunque los teléfonos móviles no estarían disponibles para los consumidores promedio hasta una década después, cualquiera que pasara aquel día por la calle junto a Cooper podría haber visto un momento histórico.
En los 50 años transcurridos desde aquella primera llamada, el voluminoso aparato de Cooper ha evolucionado y ha sido sustituido por una amplia gama de teléfonos más finos y rápidos que ahora son omnipresentes y están remodelando las industrias, la cultura y la forma en que nos relacionamos entre nosotros y con nosotros mismos. Pero, aunque el vasto alcance e impacto de los teléfonos móviles puede haber tomado por sorpresa a algunos, Cooper afirma que la posibilidad de que algún día se consideraran esenciales para gran parte de la humanidad estaba clara desde el principio.
“No estoy sorprendido de que ahora todos tengan un teléfono móvil”, dijo Cooper, ahora con 94 años, a CNN. “Solíamos contar la historia de que algún día, cuando nacieras, te asignarían un número de teléfono. Si no contestabas, morirías”.
El auge de los teléfonos móviles
Cuatro meses antes de la primera llamada, Motorola estaba compitiendo por fabricar un teléfono móvil con Bell Labs, la legendaria rama de investigación de AT&T que había desarrollado el transistor y otras innovaciones.
“Ellos eran la compañía más grande del mundo, y nosotros éramos una pequeña compañía de Chicago”, recordó Cooper. “Ellos ni siquiera pensaban que éramos importantes”
Según recuerda, su rival no estaba contento por recibir la llamada, como si lo estaba Cooper por llamarlo.
“Se notaba que yo no era reacio a restregarle las narices en este asunto. Fue educado conmigo”, dijo Cooper a CNN. “Al día de hoy, Joel no recuerda esa llamada y supongo que no le culpo” (CNN no pudo ponerse en contacto con Engel).
Después de la primera llamada de Cooper, problemas en la fabricación y regularización gubernamental ralentizaron el avance de la difusión del teléfono móvil entre el público, afirma. Por ejemplo, Cooper recuerda a la Comisión Federal de Comunicaciones, organismo en el que ahora trabaja como asesor, luchando por resolver cómo dividir los canales de radio para garantizar la competencia.
Tendría que pasar una década para que una inversión de ese teléfono DynaTAC (Dynamic Adaptive Total Area Coverage) saliera al mercado, por la suma de US$ 3.900. El teléfono, similar al que Gordon Gekko tenía en la película “Wall Street”, pesaba 1,5 kilos y medía cerca de 30 centímetros.
Comparar eso con el iPhone 14, que pesa 2,5 kg y mide algo menos de 15 cm, o con cualquiera de los smartphone económicos Android que cuestan entre US$ 200 y 300.
“Tratando de mejorar la experiencia humana”
El teléfono móvil moderno no despegó hasta los años 90, cuando se redujo su tamaño y se hizo más fácil de usar. Hoy, el 97% de los estadounidenses posee algún tipo de teléfono móvil, según un estudio de 2021 del Centro de investigaciones Prew.
En los años transcurridos desde aquella primera llamada, Cooper ha escrito un libro sobre el poder transformador del teléfono móvil, ha fundado empresas y ha realizado giras de conferencias y apariciones en medios de comunicación. Pero no todos los aspectos de los avances tecnológicos modernos son necesariamente de su agrado.
“Demasiados ingenieros se centran en lo que llaman tecnología y en las herramientas, el hardware, y olvidan que el objetivo de la tecnología es mejorar la vida de las personas”, afirma Cooper. “La gente lo olvida, y yo tengo que recordárselos continuamente. Intentamos mejorar la experiencia humana. De eso se trata la tecnología.
Sin embargo, si miramos hacia atrás los últimos 50 años, Cooper aprueba en gran medida a dónde nos ha llevado el teléfono. Él mismo es usuario de iPhone (y antes de Samsung), y le encanta usar su Apple Watch para hacer un seguimiento de su actividad de nado y conectar sus audífonos al teléfono. Cooper considera que los avances tecnológicos son positivos para la sociedad.
“Soy optimista. Sé que el móvil tiene desventajas. Hay gente que se vuelve adicta a él. Hay gente que cruza la calle hablando por móvil”, dice Cooper. “En general, creo que el teléfono móvil ha cambiado a la humanidad para mejor y que seguirá haciéndolo en el futuro”.