París (CNN) – Cientos de miles de personas participaron este jueves en una nueva ronda de manifestaciones en toda Francia contra los planes del Gobierno de elevar la edad de jubilación de 62 a 64 años, un día antes de que un tribunal crucial se pronuncie sobre la constitucionalidad de la controvertida ley.
Los manifestantes forzaron su entrada en la sede del gigante del lujo LVMH en París, en el día en que las acciones de la compañía, propietaria de marcas como Louis Vuitton y Moët, saltaron a un máximo histórico.
“Si Macron quiere encontrar dinero para financiar el sistema de pensiones, debería venir aquí a buscarlo”, dijo Fabien Villedieu, un líder sindical, a BFMTV, afiliada de CNN, fuera del edificio de LVMH.
A lo largo del día hubo múltiples disturbios.
La policía detuvo una protesta frente al Consejo Constitucional, el equivalente francés de la Corte Suprema de Estados Unidos, que emitirá este viernes una sentencia largamente esperada sobre la validez de la ley de reforma de las pensiones. Desde el jueves por la noche hasta el sábado por la mañana, hora local, está prohibido protestar en la zona.
Los equipos de CNN sobre el terreno fueron testigos de intensos enfrentamientos entre los manifestantes y la policía, mientras se disparaban bombas de humo, proyectiles y gases lacrimógenos, antes de que un grupo lanzara bengalas rojas frente al edificio del tribunal.
La violencia también estalló en la plaza de la Bastilla de París, donde la policía antidisturbios se enfrentó a manifestantes enfurecidos.
“Al menos un millar de individuos radicales presentes en la vanguardia de la zona de la manifestación intentaron en varias ocasiones cometer actos de violencia a lo largo del recorrido y obstaculizar el buen desarrollo de la manifestación”, declaró un portavoz de la policía de París.
También se vio a la policía proteger los grandes almacenes BHV cargando contra los manifestantes en la Rue de Rivoli, en el centro de París.
Alrededor de 380.000 personas asistieron este jueves a las protestas en toda Francia, 42.000 de ellas en París, según las últimas cifras del Ministerio del Interior del país.
La cifra es inferior a la de la undécima ronda de manifestaciones de la semana pasada, que congregó a unas 570.000 personas.
La policía esperaba más ataques violentos, que han sido una característica visible, aunque menor, de las protestas en toda Francia en los últimos dos meses y medio, con especial atención a los manifestantes del llamado “bloque negro”, parte de una franja radical que ha estado presente desde el comienzo de la agitación social del país.
Macron impulsa las reformas
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, sostiene que las reformas son esenciales para frenar las finanzas públicas, y se ha mantenido firme, diciendo esta semana que “el país debe seguir avanzando”.
Sophie Binet, la nueva jefa de la GGT, uno de los principales sindicatos de Francia, desde un plantón en una incineradora cerca de París este jueves por la mañana, insistió: “Mientras no se retire la reforma de las pensiones, la movilización continuará de una forma u otra”.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, expresó su apoyo a los manifestantes antes de la nueva ronda de protestas.
“En vísperas de la decisión del Consejo Constitucional, apoyo una vez más las movilizaciones de París y de toda Francia”, tuiteó Hidalgo.
“Esta reforma es injusta y violenta. Los franceses piden su retirada desde hace meses, el Gobierno tiene que escucharlos”, escribió.
La sentencia de este viernes será decisiva para saber si continúan las protestas. La CFDT, el otro gran sindicato francés, se ha mostrado más favorable a una solución negociada.
Mientras tanto, la basura volverá a llenar las calles de París, ya que los recolectores y los trabajadores de las incineradoras están de nuevo en huelga, según el sindicato CGT.
Se trata de una huelga continua, según confirmó el secretario General del sindicato CGT en una carta dirigida a la alcaldesa de París.
En la anterior huelga, que duró casi un mes, hasta finales de marzo, se amontonaron 10.000 toneladas de basura en la capital en su peor momento.
– Dalal Mawad y Aurore Laborie de CNN contribuyeron con este reportaje.