Llamado a la Tierra es una serie editorial de CNN comprometida con reportar los desafíos ambientales que enfrenta nuestro planeta, además de mostrar las soluciones a esos retos. La iniciativa Perpetual Planet de Rolex se ha asociado con CNN para crear conciencia y educación sobre los asuntos de sostenibilidad claves y para inspirar acciones positivas.
(CNN Español) – Cristina Mittermeier creció en las montañas del estado de Morelos, cerca de la Ciudad de México. “Es lo más lejano que puedes llegar del mar”, bromea en diálogo con CNN en Español. Pero a su vez es verdad: creció lejos de los océanos y su amor por esta fuente de vida provino, en primer lugar, de los libros.
Estudió Ingeniería Bioquímica, y al terminar la carrera se dio cuenta que “la gente no habla el idioma científico”. “Es una manera de hablar que realmente pone una barrera en la comunicación”, explica. Entonces encontró una herramienta que le ha permitido derribar de forma espectacular esa barrera: la fotografía. “Me di cuenta de que con la fotografía tú puedes invitar a la gente a tener un diálogo, porque las imágenes invitan a las preguntas”, dice.
Mittermeier se esfuerza para que cada una de las imágenes que toma cuente una historia. Y lo logra. Estas historias hablan sobre las maravillas de la flora y fauna que habitan nuestro planeta y sobre los sujetos que luchan por su conservación, en medio de la crisis climática y de biodiversidad que amenaza con poner fin a la vida como la conocemos.
“Bucear cuanto sea necesario”
Sea Legacy, cofundada por Mittermeier, su esposo y un tercer colega, es una agencia que describe como de “comunicación, amplificación, diplomacia y abogacía”. Su objetivo es subrayar la importancia de la protección de los océanos, que ocupan más del 70% del territorio del planeta.
“Es como una plataforma de filmación móvil que podemos llevar a donde necesitemos estar y quedarnos ahí todo el tiempo que sea necesario. Bucear cuanto sea necesario para contar las historias que tenemos que traer para que la gente se entusiasme por el amor a la naturaleza”, dice.
El resultado de su trabajo son imágenes como esta, tomada en el fondo del mar en las Islas Galápagos
“Torrentes de peces rojos y plateados pasaron junto a mi objetivo, separándose en cortinas para dejar paso a un pequeño grupo de leones marinos de las Galápagos”, cuenta en su cuenta de Instagram sobre esta imagen. “Tuve que luchar para mantener mi cámara estable frente a las formidables corrientes mientras intentaba captar la mayor parte posible de la caótica escena que se desarrollaba a mi alrededor. Cada aspecto de la vida en el archipiélago más famoso de Ecuador es una celebración de la extraordinaria biodiversidad de nuestro planeta; los tiburones martillo, en peligro de extinción, se congregan en enormes bancos, los pingüinos se acicalan en perchas rocosas y las iguanas marinas pastan en el fondo del océano”, relata.
Esta bióloga, fotógrafa y conservacionista ha recorrido el planeta con su cámara, echando luz sobre la vida en espacios ocultos para los ojos de la inmensa mayoría. En el mar de los Salish, por ejemplo, Mittermeier tomó esta espectacular fotografía de una medusa de huevo frito. “A través de mi fotografía, me he esforzado por compartir mi amor por la diversidad de criaturas peculiares que acechan frente a la costa del noroeste del Pacífico, el lugar salvaje que considero mi hogar”, dice en Instagram.
Instagram es, precisamente, una de las herramientas que destaca la bióloga para el acceso a su trabajo. “Todo el mundo está ocupado y pensando en otras cosas. Pero si una de mis imágenes pasa por su Instagram o la ven en una revista y les llama la atención, tal vez puedo lograr que lean el pie de foto y tal vez a través de la historia que cuento ahí, pues algo sea un momento de “ajá. No sabía que esto pasaba”.
Y así es que, en su cuenta, se pueden encontrar también fotos de su tierra natal, México, como esta imagen que publicó en el marco de una campaña por la construcción de un tren maya sostenible que permitiera la preservación de los ecosistemas.
Un trabajo diplomático
La elección de la palabra diplomacia no es casual. Se trata de una disciplina que, cuenta Mittermeier, es necesaria cuando se habla de la necesidad de crear áreas marinas protegidas, uno de los focos de su trabajo de concientización.
(En la actualidad solo el 1,5% de los mares y océanos son áreas protegidas, según las estadísticas de la organización WWF, y las organizaciones conservacionistas trabajan para que este porcentaje ascienda al 30% de cara a 2030).
“Es muy difícil traer a todas las audiencias, a toda la gente al mismo punto de vista cuando se trata de crear un área marina protegida. Los pescadores tienen todo el derecho de pensar que de alguna manera se van a eliminar sus derechos de pesca. Entonces tenemos que hacer mucho trabajo de diplomacia y de comunidad para hacerles ver y entender que esto es un beneficio para ellos y para su futuro”, explica.
El objetivo de su agencia es lograr que llegue un mensaje simple, del que depende la conservación de los ecosistemas: “El océano es el motor de nuestro planeta, tenemos que mantenerlo vivo”.
Las cifras confirman cada una de sus palabras. Los océanos son el hogar de cerca de 200.000 especies de animales identificadas, según la ONU, aunque “las cifras reales pueden ser de millones”. Más de 3.000 millones de personas dependen de esta biodiversidad para sostenerse, dice la agencia, y el agua de los océanos, a su vez, absorbe cerca del 30% del dióxido de carbono producto de la actividad humana.
Rostros humanos
En el trabajo de esta fotógrafa mexicana también abundan los rostros humanos.
Comparte con CNN en Español este retrato de Naimanngitsoq Kristiansen, uno de los últimos cazadores de hielo del norte. “Cuando viajé con él en trineo tirado por perros por la tundra ártica de Groenlandia, me habló de la dependencia de los inuit de las especies y los recursos locales para mantener sus tradiciones y su cultura. Para las comunidades indígenas que dependen directamente de su entorno natural, los efectos del cambio climático ya se dejan sentir”, dice en sus redes.
Sus viajes le han permitido conocer a personas extraordinarias, según sus propias palabras, desde el frío del Ártico al calor del desierto africano.
Esta hermosa mujer de Antandroy “tuvo la amabilidad de compartir conmigo su hogar en el desierto espinoso de Madagascar para que yo pudiera escapar del sol abrasador”, cuenta en otra de sus historias. “Para mantener a raya a los mosquitos, las enfermedades y los rayos del sol, lleva una máscara tradicional hecha de corteza pulverizada. Me permitió amablemente que la retratara bajo su mosquitera de vivos colores. Pasamos el resto del tiempo sonriendo una en compañía de la otra”.
Y continúa: “A lo largo de mis viajes, he descubierto que a menudo son las personas que viven en las sociedades más remotas y marginadas las que están dispuestas a dar más, incluso a perfectos desconocidos”.
A ponerse el traje de superhéroe
Para la gente joven, especialmente, es fácil sentirse ansioso, deprimido y sin poder frente a la crisis que enfrenta el planeta, dice esta fotógrafa. Para todos ellos tiene un mensaje: “La única emoción más fuerte que el miedo es la esperanza. Y la única manera de sentirse esperanzado es tomando acción. Entonces ponte tu traje de superhéroe y empieza a hacer algo hoy”.