(CNN) – Después de que el primer lanzamiento de prueba de un cohete SpaceX Starship, el vehículo de lanzamiento más potente jamás construido, terminara en llamas sobre el Golfo de México este jueves, la empresa trató de enmarcar la misión como un éxito.
“Con una prueba como ésta, el éxito viene de lo que aprendemos, y hemos aprendido muchísimo”, dice una publicación sobre el lanzamiento en el sitio web de SpaceX.
Ese ha sido durante mucho tiempo el espíritu de la empresa, que la ha llevado a superar las explosiones de sus primeros vehículos de prueba “Grasshopper”, los intentos fallidos de aterrizar cohetes propulsores y los anteriores percances en las pruebas de Starship.
¿Fue un éxito, un fracaso o una combinación de ambos?
En el sector espacial, la misión de prueba de la Starship de este jueves no se consideró un fracaso absoluto, según Caleb Henry, director de investigación de la empresa de investigación espacial Quilty Analytics.
“La expectativa era solo eso: una prueba”, dijo Henry. “Es importante fracasar durante las pruebas para tener más posibilidades de éxito” en el futuro.
En general, añadió, la comunidad espacial tuvo una reacción muy favorable.
“La industria está contenta de ver que este programa progresa”, añadió. “Nadie interpreta esto como algo que vaya a frenar su avance… Creo que internamente se sabe que una prueba como ésta no es un contratiempo”.
Sin embargo, hay aspectos negativos. Uno es la óptica: no ayuda a la reputación de una empresa que se le asocie con errores públicos y explosivos. El problema de la óptica también puede convertirse en problemas de financiación, dijo el Dr. Garrett Reisman, exastronauta de la NASA, profesor de ingeniería y consultor de SpaceX.
Aun así, SpaceX goza de una reputación intachable en el sector espacial. Y hay una buena razón para ello: la fiabilidad de los cohetes Falcon y las naves espaciales Dragon de SpaceX, que llevan años volando e incluso llevan astronautas de la NASA a órbita, confiere a la empresa su envidiable estatus dentro del sector.
En la explosión de Starship se perdió dinero, aunque no está claro cuánto. SpaceX sigue siendo una empresa privada y no está obligada a revelar sus gastos de desarrollo.
El CEO de SpaceX, Elon Musk, dijo a CNN en 2019 que cree que el costo de desarrollar Starship estará “más cerca de dos o tres (mil millones de dólares) que de 10 (mil millones)”. La NASA también ha dado a SpaceX contratos por valor de hasta US$ 4.000 millones para dos misiones de alunizaje, aunque ese dinero se paga a medida que SpaceX alcanza ciertos hitos, explicó Reisman.
Lo que ocurrió en el lanzamiento
El vehículo Starship consta de dos partes: el cohete acelerador Super Heavy, un cilindro de 69 metros de altura que alberga 33 motores y proporciona la primera ráfaga de potencia en el despegue. Sobre el cohete va la nave espacial Starship, de 50 metros de altura.
El vehículo despegó de la plataforma de lanzamiento cerca de Brownsville, Texas, en el extremo sur del estado.
Durante el ascenso, algunos de los 33 motores del cohete Super Heavy se apagaron inesperadamente.
La Starship también debe separarse del cohete Super Heavy una vez que éste haya consumido la mayor parte de su combustible, pero esto no ocurrió.
Pocos minutos después del despegue, el vehículo comenzó a dar tumbos, con la cola sobre la cabeza. Entonces, a los cuatro minutos de vuelo, se activó el sistema de terminación del vuelo del vehículo, o autodestrucción, que hizo explotar el cohete para evitar que se desviara de su curso.
Cómo construye cohetes SpaceX
La razón por la que SpaceX acepta accidentes de fuego radica en su enfoque para el desarrollo de cohetes. En términos de ingeniería, se denomina “desarrollo en espiral”, y no es el mismo enfoque que emplea la NASA.
En un nivel fundamental, SpaceX no pretende construir un solo cohete, probarlo enérgicamente en tierra y prácticamente garantizar el éxito en el primer intento de vuelo, como es la forma tradicional de fabricar cohetes y como la NASA desarrolló su cohete Space Launch System.
“SpaceX es completamente diferente”, afirma Reisman.
No hay un solo vehículo Starship que lleve años en desarrollo. La empresa ha reunido una flota de vehículos y los ha ido modificando a medida que se realizaban las pruebas. Como los vehículos son relativamente baratos, que uno explote no supone un gran contratiempo. Más bien, la explosión ofrece datos cruciales que informan sobre cómo cambiará el diseño en el futuro.
“Si nos fijamos en los demás, tardan una década o más en desarrollar un cohete”, explica John Muratore, que trabajó 24 años para la NASA en el Centro Espacial Johnson de Houston, trabajó en SpaceX durante una década y ahora es consultor de ingeniería. “Sacamos nuevas versiones y mejoras todo el tiempo”.
SpaceX ya tiene una línea de nuevos propulsores Super Heavy y naves espaciales Starship para probar.
El cohete de SpaceX que voló este jueves “era en realidad un cohete básico”, añadió Reisman. No había accesorios extravagantes, ni asientos para los pasajeros, ni un valioso satélite en el compartimento de carga.
“No se trataba de construirlo en su forma final… porque lo que queríamos saber eran las cosas importantes: ¿Funcionan los motores? ¿Funcionan las estructuras? ¿Funcionan las computadoras de vuelo, la aviónica y el software?”, dijo Reisman.
Muratore explica que los ingenieros denominan “producto mínimo viable” a este tipo de vehículos “en bruto”, diseñados “para responder a una incógnita”, es decir, para informar mejor a los vehículos futuros.
“Lo que siempre acaba con los proyectos de ingeniería son las incógnitas”, explica. “Acabas gastando enormes cantidades de dinero intentando cuantificar las incógnitas”.
El enfoque de SpaceX pretende aceptar más riesgos en nombre de la obtención de respuestas a esas preguntas.
En pocas palabras: la explosión del cohete de SpaceX no fue el desastre que parecía. Según Reisman y Muratore, se trata más bien de una expectativa inherente a los métodos que emplean los ingenieros de la empresa.
¿Qué sucederá ahora?
Muratore dijo que los ingenieros analizarán los datos recogidos en el vuelo del jueves. Muchas cosas se probaron por primera vez: nunca antes se había intentado encender 33 enormes motores Raptor al mismo tiempo para una prueba de vuelo. El uso de metano como combustible también es una novedad para SpaceX. Y el vehículo está hecho de acero, mientras que otros cohetes suelen utilizar metales más ligeros y compuestos de carbono.
Musk incluso sugirió que consideraría un éxito la prueba del jueves si el cohete superaba la torre de lanzamiento, y así fue.
Ahora lo que sigue para SpaceX es intentar determinar exactamente qué falló.
Muratore dijo que los ingenieros analizarán los datos de los motores Raptor. Entre las preguntas que se harán: ¿Cómo afectaron las vibraciones al vuelo? ¿Qué temperaturas se alcanzaron en el interior de los sistemas de propulsión? Y analizarán el comportamiento general del vehículo: ¿cómo funcionó el sistema de guiado a bordo? ¿Por qué daba tumbos?
La empresa también evaluará los daños en la plataforma de lanzamiento y la infraestructura circundante y se preparará para otro vuelo.
Musk dijo en un tuit que eso podría llevar “unos meses”, aunque es conocido por difundir plazos que no se cumplen.