(CNN Español) – El sol sale por el este y se esconde por el oeste, la luna tiene dos caras, y en Argentina sube la cotización del dólar o, mirado desde el otro lado, cae el peso. Ha sido así por décadas, salvo excepciones.
Hay muchas interpretaciones sobre el zigzag de la moneda nacional, pero detrás del vértigo hay algunas razones que son constantes: la brecha insaciable entre la oferta y la demanda, un país que necesita o consume más dólares de los que recibe de sus exportaciones, una deuda externa inmensa que cada año centrifuga miles de millones en pagos a los acreedores, una inflación galopante que convierte al billete verde en moneda de refugio, un gasto público descontrolado, confianza o desconfianza en el gobierno. Veamos algunas explicaciones.
Historia cercana
“La historia del dólar es más bien la historia del peso. Es la historia del abuso de la impresión monetaria para financiar el déficit fiscal en Argentina. Esa es la raíz del problema”, sostiene Miguel Boggiano, economista y CEO de Carta Financiera. “Desde la salida de la convertibilidad hasta acá (en 2002), la devaluación del peso ha sido vertiginosa. Antes, un peso era un dólar.
Ahora, un peso no llega a comprar un cuarto de centavo de dólar”, agrega.
Otra razón para explicar el alza de la cotización del dólar en Argentina conectada con el déficit, pero hasta aquí no mencionada, se encierra en una sola palabra: inflación.
“Es un flagelo que tenemos en el país y los diagnósticos para erradicarla son todos fallidos. Entonces, el dólar es un precio de un bien como cualquiera de la economía y en el largo plazo sigue la evolución de la inflación”, sostiene Nicolás Litvinoff, economista y director del sitio de finanzas personales estudinero.org. “Desde la creación del Banco Central, allá por 1930, la inflación se aceleró dramáticamente en Argentina, antes prácticamente no había”, agrega Boggiano.
¿Qué pasa hoy?
Solo por tomar esta semana, la cotización del dólar informal, paralelo o “blue”, al que puede acceder la mayoría de los argentinos, pasó de 400 pesos a 423 hasta el cierre de este miércoles, de acuerdo con el promedio de los agentes cambiarios que participan de ese mercado.
En lo que va del año, la evolución del mismo dólar es similar a la inflación acumulada hasta marzo: 21,7%, según el último informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
Ahora bien, si se mira la última rueda de abril y se compara con la del mismo día de abril del año pasado, la devaluación del peso asciende a un 113%, mientras que la inflación interanual hasta marzo fue del 104,3%. Para comprar el dólar a la cotización oficial, que tiene un valor menor, se deben sortear numerosas restricciones.
Entonces, ¿es barato o es caro comprar un dólar? “Si lo comparamos contra octubre, el dólar está barato, pero si lo comparamos contra abril del año pasado, no está tan barato”, sostuvo el economista Fausto Spotorno, durante una entrevista con CNN Radio Argentina.
El economista Nery Persichini, de GMA Capital, sentenció: “La pregunta era porqué el dólar no subía y no porqué el dólar sube”.
Más allá del precio, existen razones puntuales que explican la suba acelerada del tipo de cambio durante esta semana.
“Hay contexto político con mucho ruido, posibles renuncias, el FMI pide una devaluación y todo eso impacta en el mercado del dólar. Además, el Banco Central no subió la tasa de interés y con una tasa negativa el mercado se lo comió crudo”, afirma el economista Mariano Gorodisch.
“Son un montón de condimentos que se van sumando. Al final, el hecho de que no se haya conseguido recaudar casi nada con el dólar soja es lo que termina precipitando esto. Te lo pongo con un ejemplo: si un vaso está lleno, a tope, probablemente la última gota es la que rebasa el vaso y lo hace caer. Pero la pregunta es, ¿el vaso cayó por la última gota? Es todo el entorno en el que vivís el que genera esta suba acelerada”, entiende Boggiano.
Dolarización
Lanzado a su campaña para ser presidente, el diputado por La Libertad Avanza Javier Milei propone como única alternativa a todo este galimatías la dolarización de la economía. Esto significa que el peso dejaría de circular como moneda de intercambio en Argentina, para adoptar al dólar en su lugar.
Pero para eso sería necesario rescatar toda la base monetaria por las reservas líquidas del Banco Central, a menos que los dólares lleguen por otra vía.
“El problema de dolarizar es que no tenemos dólares, entonces el tipo de cambio tiende al infinito”, le dijo a CNN el economista Andrés Borenstein. Mientras que el viceministro de Economía de Argentina, Emmanuel Álvarez Agis, señaló en una entrevista con Canal 9: “A veces pienso que estas ideas de dolarización tienen atrás la estrategia de funcionar como una profecía autocumplida” y agregó: “Tal vez lo que se quiere es generar una corrida, para que después el ajuste lo haya hecho el mercado y no yo”.
Entre combatir el déficit, contener la inflación y fantasear con el reemplazo del peso por el dólar, el país atraviesa una nueva semana de tensión cambiaria. Una más. No parece ser la última.