(CNN) – Cuando Ya Ya, un panda gigante de China, aterrizó en Estados Unidos en 2003, varios centenares de espectadores en el aeropuerto internacional de Memphis dieron la bienvenida al esponjoso embajador de Beijing.
El momento encapsuló un punto álgido en las relaciones entre Washington y Beijing, dos años después de que China ingresara en la Organización Mundial del Comercio con el apoyo estadounidense, y cuando ambos países profundizaban su compromiso en ámbitos que iban desde la economía hasta la lucha antiterrorista.
Dos décadas después, cuando Ya Ya se despidió de Estados Unidos y se embarcó en un avión rumbo a China este miércoles, el panda terminó convertido en un símbolo del deterioro de las relaciones entre las dos superpotencias mundiales, que han caído a su punto más bajo en medio siglo.
Ya Ya aterrizó en Shanghái este jueves tras un vuelo de 16 horas, transportada a casa en un avión especial “panda express” de FedEx, informaron los medios estatales chinos.
Durante casi tres meses, las acaloradas discusiones en China sobre el trato dispensado a Ya Ya por el zoológico de Memphis han servido para poner de relieve lo antagónicas que se han vuelto las relaciones entre Estados Unidos y China.
A diferencia de la imagen regordeta y esponjosa de su juventud, Ya Ya, de 22 años, ha aparecido flaca en fotos recientes, y a su pelaje blanco y negro le faltan mechones de pelo.
Su estado ha conmocionado y entristecido a muchos en China. Algunos creían que no había recibido los cuidados y la atención adecuados, una acusación que los defensores de los animales lanzaron por primera vez en 2021, pero que el zoológico de Memphis negó en repetidas ocasiones.
Ya Ya y su compañero macho, Le Le, debían regresar a China este año tras el final de un préstamo de 20 años. Pero Le Le murió repentinamente de una enfermedad cardiaca a principios de febrero, alimentando aún más las sospechas de maltrato.
Como parte de la “diplomacia panda” de China, se supone que estos animales sirven como enviados de amistad entre China y su país de acogida. Pero para los nacionalistas chinos, Ya Ya se ha convertido en un símbolo flagrante de lo que consideran el acoso y la supresión de China por parte de Estados Unidos.
“Tratar a nuestro tesoro nacional con semejante actitud es una provocación descarada a China”, decía un comentario en Weibo, la plataforma china de Twitter, fuertemente censurada.
Mientras tanto, los videos de dos pandas juguetones y llenos de energía en el zoo de Moscú se hicieron virales en las redes sociales chinas, suscitando efusivos elogios hacia Rusia por su cuidado de los osos chinos.
El aparente contraste entre los pandas de Estados Unidos y Rusia fue aprovechado por los medios de comunicación estatales chinos, que han adoptado una postura prorrusa desde la invasión de Ucrania por Moscú y han avivado regularmente el sentimiento antiestadounidense.
Decididos a rescatar a Ya Ya de su calvario, los internautas chinos se movilizaron para que la panda volviera a casa lo antes posible.
Algunos se unieron a una petición en línea para exigir su regreso inmediato, otros siguieron todos sus movimientos en las cámaras del zoo. Los chinos que viven en Estados Unidos también se turnaron para visitarla y compartir información actualizada sobre su estado; algunos volaron desde lugares tan lejanos como Los Ángeles.
A lo largo de las últimas semanas, Ya Ya ha aparecido con regularidad como uno de los principales temas de Weibo, atrayendo cada vez cientos de millones de visitas. Se colocaron fotos suyas en vallas publicitarias desde Nueva York a Shanghái, junto con el mensaje: “Ya Ya, estamos esperando que vuelvas a casa”.
Al igual que su llegada a Estados Unidos, su regreso a China está cargado de simbolismo, esta vez no de creciente amistad, sino de creciente animosidad y desconfianza.
Herramienta diplomática
Durante ocho décadas, los pandas han sido una especie de barómetro de las relaciones internacionales de China. Beijing ha utilizado a los osos como herramienta política desde 1941, cuando regaló un par de cachorros a Washington como agradecimiento por la ayuda estadounidense en la lucha contra la invasión japonesa.
Tras la llegada al poder del Partido Comunista, los intercambios de osos panda se limitaron inicialmente a los aliados socialistas de China: Corea del Norte y la Unión Soviética. Pero cuando Beijing empezó a reconectar con el mundo, los osos se convirtieron también en embajadores de buena voluntad ante Occidente.
Durante el histórico viaje a China del presidente Richard Nixon en 1972, su esposa visitó el zoológico de Beijing y supuestamente quedó encantada con los pandas gigantes. Semanas después, una pareja de pandas llegó al Zoológico Nacional de Washington.
“Fue el primero que causó sensación”, afirma E. Elena Songster, historiadora del Saint Mary’s College de California y autora del libro “Panda Nation”.
“De estos primeros regalos, que expresaban amistad o gratitud, se pasó a este espectacular gesto diplomático, que reflejaba un cambio en la relación de Estado enemigo a Estado amigo”, explicó.
En 1984, China dejó de regalar sus pandas y pasó a una política de préstamos a alto precio. Al principio, los osos se alquilaban a zoológicos extranjeros para exhibiciones de corta duración. Más tarde se sustituyó por préstamos de “investigación” a largo plazo, que suelen durar 10 años y cuestan US$ 1 millón al año, dinero que Beijing dice que se destinará a la conservación de la especie.
En la actualidad, China presta sus pandas a unos 20 países de todo el mundo. En la última década, el líder chino Xi Jinping ha ampliado enormemente la “diplomacia del panda” en Europa, aprobando nuevos préstamos a países desde Alemania, Países Bajos y Dinamarca hasta Finlandia. El año pasado, China envió una pareja de pandas a Qatar, en el primer préstamo a un país de Medio Oriente.
En cambio, China no ha concedido ningún préstamo de pandas a EE.UU. en dos décadas, desde que Ya Ya y Le Le llegaron a Memphis, dijo Masaki Ienaga, profesor asociado de la Universidad Cristiana Femenina de Tokio.
Songster dijo que China parece reconocer que los pandas son valiosos para satisfacer sus necesidades. “A medida que cambian sus necesidades, cambia el uso de los pandas, pero siempre para satisfacer las necesidades del gobierno en ese momento”, afirmó.
Denuncias de malos tratos
Cuando Ya Ya y Le Le llegaron a Memphis en 2003, fue todo un acontecimiento para la ciudad. Los osos tuvieron una bienvenida de alfombra roja e instantáneamente se convirtieron en una de las atracciones más populares de la ciudad. En 2013, el zoo renovó el préstamo de los pandas por otra década.
Sin embargo, desde al menos 2019, el zoológico de Memphis se ha enfrentado a las preocupaciones de los visitantes y los fanáticos de los pandas de que Ya Ya se veía un poco delgada y descolorida. Ha descartado repetidamente las especulaciones de que el oso estaba enfermo o desnutrido. En cambio, los funcionarios del zoo y los veterinarios sostienen que Ya Ya era simplemente pequeña pero está sana, y atribuyen la pérdida de pelaje a las hormonas.
Una página del sitio web del zoo dedicada a los pandas detalla los cuidados que recibía Ya Ya, incluida la frecuencia con la que se le suministraba bambú y se le hacían revisiones médicas.
Los defensores de los animales no están de acuerdo y acusan al zoo de maltratar a los osos. Panda Voices, un grupo de defensa de Ya Ya y Le Le fundado por un grupo de estudiantes chinos en el extranjero, y la organización sin fines de lucro In Defense of Animals, con sede en California, lanzaron una campaña en Internet para devolver los pandas a China.
En diciembre, el zoo de Memphis dijo que devolvería a Ya Ya y Le Le a su país cuando expirara su contrato en 2023 (negó que la decisión estuviera relacionada con las denuncias de maltrato). Dos meses después, anunció que Le Le había muerto inesperadamente.
Panda Voices e In Defense of Animals afirmaron que Le Le había mostrado signos de mala salud en la cámara de supervisión días antes de su muerte y acusaron al zoo de negligencia. Los responsables del zoo refutaron las acusaciones, afirmando que el panda gozaba de buena salud hasta su muerte.
El zoológico de Memphis no respondió a las reiteradas peticiones de CNN para obtener comentarios.
El distanciamiento
La muerte repentina de Le Le, junto con las largas acusaciones de malos tratos contra el zoo de Memphis, causaron un gran revuelo en China.
La Asociación China de Jardines Zoológicos, organización responsable de los préstamos de pandas a China, envió un equipo de expertos a Memphis para investigar la muerte de Le Le. La autopsia realizada por científicos chinos y estadounidenses determinó que murió de una enfermedad cardiaca, según la asociación.
Los expertos chinos también examinaron a Ya Ya y revisaron sus informes médicos. La osa sufría pérdida de pelo causada por una enfermedad de la piel, pero por lo demás tenía buen apetito, heces normales y un peso estable, según la asociación.
Xie Zhong, subdirector de la asociación, declaró a los medios estatales chinos que la enfermedad cutánea de Ya Ya estaba relacionada con sus genes familiares. Había empeorado con la edad y los cambios hormonales estacionales, y era difícil de tratar, añadió.
Pero muchos en China no quedaron convencidos y dirigieron su ira contra la Asociación China de Jardines Zoológicos.
Algunos la acusaron de estar en complicidad con el zoo y pidieron que la asociación fuera investigada, castigada o incluso disuelta.
Mientras tanto, continuaron las reacciones contra el zoo de Memphis, y muchos pidieron que se incluyera al zoológico en la lista negra de futuros préstamos de pandas. Otros pidieron que todos los pandas de EE.UU. fueran enviados a casa.
Algunos incluso pidieron el fin de la “diplomacia del panda”, comparando a los pandas de ultramar con las antiguas princesas chinas casadas por el emperador como ofrenda de paz a los enemigos del país. China utilizaba a sus pandas como herramienta diplomática cuando era débil; ahora, como superpotencia mundial, ya no necesita enviar sus tesoros nacionales a otros países, argumentaron.
Mientras Ya Ya regresaba a China, las autoridades chinas también parecían intentar aplacar la ira de la opinión pública nacional, tan omnipresente en los últimos meses en la Internet fuertemente censurada del país.
Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo este miércoles que Ya Ya y Le Le habían sido “bien cuidados” por el zoo de Memphis y “queridas por el pueblo estadounidense”.
“China está dispuesta a seguir trabajando con otros socios, incluido Estados Unidos, para contribuir a la conservación de las especies en peligro de extinción”, declaró el portavoz Mao Ning.
En el zoológico de Beijing, donde Ya Ya nació y pasará el resto de su vida, los visitantes abarrotaron su casa panda en previsión de su regreso.
Un martes reciente, varios visitantes del zoo dijeron a CNN que se alegraban de que Ya Ya volviera a casa.
“He oído que Estados Unidos trata mal al panda”, dijo un niño de 11 años. Su madre añadió: “El regreso del panda a la madre patria es algo que toda la nación esperaba con impaciencia. Nos sentimos felices y emocionados”.
Un anciano con una carriola de bebé dijo que China debería ser más selectiva a la hora de dar pandas en un “intercambio de amistad”.
“¿Por qué querríamos enviarlos a países poco amistosos?”, preguntó. “(Los pandas en Rusia) son muy felices. ¿Por qué? Los rusos y los chinos son amigos. Al menos Rusia no sanciona a China”.
– Mayumi Maruyama de CNN contribuyó con este reportaje.