Vista de Lhasa, en el Tíbet.

(CNN) – Cuando un turista de un hotel del Tíbet notó un olor nauseabundo en su habitación y pidió que lo cambiaran, no se podía imaginar que quedaría envuelto en una investigación por asesinato.

El viajero pasó medio día en la habitación preguntándose de dónde procedía el olor, y al principio sospechó que era de la panadería de abajo o quizás de sus propios pies.

Sin embargo, más tarde le informaron que procedía de un cadáver bajo la cama.

El turista, identificado únicamente como Zhang, se había registrado en el hotel de Lhasa el 20 de abril, según informaron medios de comunicación estatales chinos.

Pero no fue hasta dos días más tarde, después de haber cambiado de habitación, cuando se enteró del origen del olor. Sucedió cuando un grupo de policías le llamó para que regresara a la habitación original.

“Les pregunté qué había pasado y me dijeron que había muerto alguien. Así que les pregunté dónde”, declaró a Shangyou News.

“Me dijeron que debajo de mi cama”.

La policía le dijo que había abierto una investigación por asesinato, pero que él no era sospechoso porque el cadáver llevaba allí varios días antes de su llegada.

El caso ha sido ampliamente difundido en toda China, y muchos medios de comunicación estatales han publicado imágenes de video de la posterior detención de un sospechoso en un tren con destino a Lanzhou, ciudad situada a unos 2.000 kilómetros del Tíbet.

Zhang relató su experiencia a Shangyou News y dijo que había abandonado el Tíbet apenas terminó de ayudar a la policía en su investigación.

Sin embargo, dijo que aún no se había recuperado del shock y que desde entonces le costaba conciliar el sueño.

“Todas las mañanas me quedaba despierto hasta las dps o tres de la madrugada y el más mínimo movimiento me despertaba”, dijo. “Me dejó en un mal estado mental”.