(CNN) – El expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy, perdió su recurso contra una condena de 2021 por corrupción y tráfico de influencias ante el Tribunal de Apelaciones de París.
El tribunal confirmó su condena inicial a tres años de prisión, con dos de ellos en suspenso, y dijo que puede llevar una pulsera electrónica en arresto domiciliario durante el tercero.
“Nicolas Sarkozy es inocente”, declaró su abogada, Jacqueline Laffont, a la cadena BFMTV, afiliada de CNN, a la salida del tribunal. “La decisión es asombrosa e injusta”, añadió.
Laffont afirmó que Sarkozy “llegará hasta el final de este proceso judicial” y presentará un recurso ante el Tribunal de Casación”, el Tribunal Supremo francés, último paso legal antes de que se ejecute su sentencia. Sarkozy fue condenado por primera vez en marzo de 2021 por intentar obtener ilegalmente en 2014 información de un alto magistrado sobre una investigación en curso sobre las finanzas de su campaña.
El fiscal de París había solicitado entonces una pena de tres años de prisión, dos de ellos en suspenso, para el expresidente y sus coacusados, su abogado Thierry Herzog y el exmagistrado Gilbert Azibert.
Las acusaciones contra el expresidente comenzaron en 2013, cuando los investigadores intervinieron los teléfonos de Sarkozy y de su abogado Herzog, durante la investigación contra Sarkozy. Descubrieron que ambos habían prometido al magistrado Gilbert Azibert un prestigioso puesto en Mónaco a cambio de información sobre una investigación en curso en la que se denunciaba que Sarkozy había aceptado pagos ilegales de la heredera de L’Oreal, Liliane Bettencourt, por su exitosa campaña presidencial de 2007.
Sarkozy, que fue presidente entre 2012 y 2017, ha sido condenado dos veces en casos distintos desde que dejó el cargo, y en ambos ha recurrido.
En noviembre de 2023 se enfrentará a un juicio de apelación por el llamado “caso Bygmalion”, en el que fue condenado a un año de prisión en septiembre de 2021 por financiación ilegal de la campaña de su candidatura a la reelección en 2012.
También se enfrenta a varias investigaciones, entre ellas la de presunta financiación ilegal de campaña desde Libia. El 11 de mayo, la fiscalía de delitos financieros de Francia declaró que Sarkozy y otras 12 personas debían ir a juicio por las acusaciones de haber pedido millones de euros al exlíder libio Moammar Gadhafi.