A paramilitary trooper stands alert during a G20 tourism meeting in Srinagar.

(CNN) – India defendió su decisión de acoger una reunión del Grupo de los 20 (G20) en el territorio himalayo de Jammu y Cachemira, a pesar de las críticas de grupos de defensa de los derechos y del previsible boicot de un puñado de países.

Está previsto que en Srinagar, la capital de verano de Jammu y Cachemira, se lleve a cabo esta semana una reunión sobre turismo para los miembros del G20, en una iniciativa que el gobierno indio ha promocionado como una oportunidad para mostrar la cultura de la región.

Se trata del primer evento internacional de esta magnitud que se celebra en la disputada región de mayoría musulmana desde que India revocó su estatus especial y dividió el antiguo estado en dos territorios federales en 2019. Ladakh, que antes formaba parte del estado, se separó y se convirtió en otro territorio independiente.

Ladakh es una región en disputa a lo largo de la Línea de Control Real, una frontera de facto entre India y China. Ambos países reclaman partes de ella.

El pasado viernes, China dijo que no asistiría a la reunión, alegando su oposición “a celebrar cualquier tipo de reuniones del G20 en territorio en disputa”, según el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Wang Wenbin.

Desde que un enfrentamiento cuerpo a cuerpo en 2020 se cobrara la vida de al menos 20 soldados indios y cuatro chinos, ambas partes han desplegado miles de efectivos en la zona, donde permanecen en lo que parece ser un enfrentamiento semipermanente.

Las tensiones a lo largo de la frontera llevan latentes más de 60 años y ya han desembocado en guerras en el pasado. En 1962, un conflicto de un mes de duración se saldó con la victoria china y la pérdida de miles de kilómetros cuadrados de territorio indio.

Se esperaba que otros países, entre ellos Arabia Saudita, Egipto y Turquía, boicotearan el acto.

Un vehículo blindado delante de la valla de la cumbre del G20 antes de la reunión de la cumbre del G20 en Srinagar.

Las tensiones en Cachemira

Cachemira es uno de los focos de tensión más peligrosos del mundo. Reclamada en su totalidad tanto por India como por Pakistán, la montañosa región ha sido el epicentro durante más de 70 años de una lucha territorial, a menudo violenta, entre vecinos con armamento nuclear. Una frontera de facto denominada Línea de Control la divide entre Nueva Delhi e Islamabad.

India declaró que la revocación de la semiautonomía de Cachemira tenía por objeto garantizar que las leyes del país fueran iguales para todos los ciudadanos y aumentar el desarrollo económico de la región, así como acabar con el separatismo y el terrorismo que, según afirmaba, contaban con la complicidad de Pakistán.

El último sábado, el secretario de Turismo indio, Arvind Singh, declaró que la reunión no solo servirá para “mostrar el potencial (de Cachemira) para el turismo”, sino también para “señalar globalmente el restablecimiento de la estabilidad y la normalidad en la región”.

En abril, Pakistán, que no es miembro del G20, criticó la decisión de India de celebrar la reunión sobre turismo en Cachemira, calificándola de medida “irresponsable”.

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01:10 - Fuente: CNN

La semana pasada, Fernand de Varennes, relator especial de las Naciones Unidas sobre Cuestiones de las Minorías, afirmó que el gobierno indio estaba “tratando de normalizar lo que algunos han descrito como una operación militar instrumentalizando una reunión del G20” en una región donde cunde el temor a las violaciones de los derechos humanos y a la violencia.

En un comunicado en Twitter, la misión permanente de India en Ginebra rechazó las críticas de De Varennes, calificando las acusaciones de “infundadas e injustificadas”.

A principios de este mes, India declaró que la reunión del G20 en Srinagar “tiene como objetivo fortalecer el crecimiento económico, preservar el patrimonio cultural y promover el desarrollo sostenible de la región”.

India, la mayor democracia del mundo con una población de más de 1.400 millones de habitantes, se ha esforzado por posicionarse como líder de las naciones emergentes y en desarrollo desde que asumió la presidencia del G20.

El G20, sin duda el acontecimiento más célebre del año en India, se ha promocionado intensamente en el país, con grandes vallas publicitarias con la cara de Modi por todo el país.

Los aliados políticos de Modi se esforzaron por promover sus credenciales internacionales, presentándolo como un actor clave en el orden mundial.