(CNN Español) – Uno de los casos de feminicidio que desató en 2022 la movilización y el repudio de la sociedad ecuatoriana tuvo este jueves un desenlace en primera instancia ante la justicia.
La Fiscalía General del Estado logró la máxima condena en contra del expolicía Germán Cáceres por el feminicidio de su esposa María Belén Bernal ocurrido en septiembre del 2022 en el interior de la Escuela Superior de Policía ubicada en las afueras de Quito.
Un tribunal de garantías penales de manera unánime condenó a Cáceres a 34 años y 8 meses de prisión como autor directo del delito de femicidio, la máxima pena agravada, según informó la Fiscalía.
Además, el comunicado asegura que el Tribunal ordenó que, como medida de reparación, Germán Cáceres “deba pagar US$ 234.600 a favor de los familiares de la víctima, una multa de 1.000 salarios básicos unificados y que se brinde terapia psicológica para la madre e hijo de la víctima”.
Además, en el comunicado aseguran que se “probó que la relación de poder que infringió el procesado sobre María Belén Bernal se manifestó mediante violencia física ejercida antes, durante e incluso hasta el momento de su muerte”.
La abogada María Belén Bernal fue asesinada tras su ingreso el 11 de septiembre a la Escuela Superior de Policía, donde Cáceres se desempeñaba como instructor. Esa fue la última vez que Bernal fue vista con vida, según las pericias policiales. Diez días después de su desaparición, los equipos de búsqueda hallaron su cuerpo en el cerro Casitagua, en Quito, a pocos kilómetros de la escuela policial.
Cáceres estuvo prófugo durante tres meses y fue capturado en Colombia a finales de diciembre gracias al trabajo coordinado entre las autoridades de la Policía y la Fiscalía de los dos países. El 3 de enero fue expulsado de Colombia y arribó a Quito custodiado por agentes de Interpol.
Durante la audiencia de juicio el exoficial de policía rindió su testimonio en el que aceptó haber atentado contra la vida de su esposa y ofreció disculpas a la familia precisando que no tuvo la intención de matarla, reveló la Fiscalía.
El sentimiento de la madre de la víctima
Elizabeth Otavalo, madre de María Belén Bernal, dijo al final de la audiencia de juicio que se sentía conforme de que el tribunal haya impuesto la pena máxima contra el expolicía.
“Esto no me devuelve a mi María Belén, seguiré en las calles (…) Esto es una parte, vamos a seguir luchando y seguir pidiendo justicia”, dijo Otavalo a los medios al salir de la audiencia.
Sebastián Espinosa, abogado de la defensa de Germán Cáceres, dijo a los periodistas que su defendido debía ser juzgado por homicidio y no por feminicidio lo que habría reducido la pena al menos 10 años. Sin embargo, el pedido no fue acogido por el tribunal.
Espinosa agregó que Cáceres reconoció su responsabilidad en la muerte de Bernal.
La defensa de Cáceres apelará la decisión del tribunal. CNN se comunicó con el abogado del expolicía quien señaló que está a la espera de ser notificado de la sentencia para iniciar el proceso. También insistió que en la apelación se pedirá revisar el tipo penal por el que se sentenció a Cáceres y una revisión del proceso.
La Fiscalía presentó también como prueba una “autopsia psicológica” que fue practicada a Bernal. Esta diligencia judicial reveló que existía una relación de poder que incluía actos de humillación por parte de Cáceres que se perpetraron, incluso, en el momento del feminicidio.
Esto fue cotejado con un audio grabado en el teléfono de Bernal donde que se registró una discusión previa que mantuvo Cáceres antes de matarla.
Finalmente, el tribunal ratificó el estado de inocencia de teniente Alfonso Camacho quien fue procesado dentro del caso por su presunta participación “por omisión” en el feminicidio. El tribunal determinó que no se pudo comprobar si Camacho escuchó o no los gritos y pedidos de auxilio de la víctima al interior de la Escuela Superior de Policía.
“Se hizo justicia con un inocente. La prueba es contundente. Había prueba de que él no escuchó”, precisó Gladys Terán, abogada de Camacho al final de la audiencia.