(CNN) – Una misteriosa mancha verde fluorescente que apareció este domingo en el famoso Gran Canal de Venecia fue causada por una sustancia química utilizada habitualmente en la construcción submarina para ayudar a identificar fugas, según las autoridades medioambientales.
La sustancia en cuestión, la fluoresceína, no es tóxica. Aún no está claro cómo acabó en el canal, pero la Agencia Regional de Medio Ambiente de Venecia (ARPAV, por sus siglas en italiano) dijo que, dado el volumen liberado, era poco probable que se tratara de un accidente.
La mancha verde fue detectada por primera vez por los residentes cerca del puente de Rialto este domingo por la mañana, hora local, y fue creciendo lentamente a lo largo del día.
Las imágenes mostraban góndolas, taxis acuáticos y autobuses acuáticos rozando la sustancia esmeralda.
Ningún grupo se ha atribuido la autoría del acto y la Policía local está investigando varias pistas, entre ellas el activismo ecologista, según declaró a CNN un portavoz.
Se esperan nuevos resultados de análisis a finales de esta semana, que podrían ayudar a identificar la cantidad exacta de la sustancia en el agua.
Luca Zaia, presidente de la región de Venecia, advirtió que los activistas medioambientales podrían llevar a cabo actos de imitación.
La curiosa coloración se produjo mientras la ciudad celebraba el evento de barcos Vogalonga, creado para combatir el movimiento de las olas, recuperar las tradiciones venecianas y ayudar a difundir la atención por el medio ambiente y la naturaleza, así como la Bienal de Arquitectura, inaugurada el pasado fin de semana.
No es la primera vez que el Gran Canal de Venecia cambia de color.
En 1968, el artista argentino Nicolás García Uriburu tiñó de verde las aguas del canal con la misma sustancia durante la Bienal anual de Venecia. Con ello pretendía llamar la atención sobre los problemas ecológicos y la relación entre naturaleza y civilización.