(CNN Español) – Durante buena parte de la historia de Argentina los vaivenes del peso, su moneda de curso legal, han estado en el centro de la discusión económica.
Los tiempos que corren no son la excepción, y con una inflación en abril del 8,4%, anualizada en 108,8% —según datos del Indec—, la rápida depreciación de la moneda argentina se ha convertido en uno de los principales problemas económicos del país, e incluso uno de los candidatos a las elecciones presidenciales de este año impulsa la dolarización.
El peso no siempre se ha llamado peso y ha estado regido por numerosos sistemas desde al menos 1875, cuando se creó la Casa de Moneda, y crónicamente se ha visto afectado por períodos de alta inflación e incertidumbre.
¿Pero cuál es el historia del peso en Argentina?
La primera moneda unificada de Argentina
Argentina ha tenido cinco monedas de curso legal a lo largo de su historia, de acuerdo con el Banco Central del país sudamericano.
La primera de ellas fue el peso moneda nacional, creado en 1881 por la ley 1.130, luego de la apertura de la Casa de Moneda.
Esta primera divisa buscó unificar las muchas monedas provinciales y nacionales que circulaban en el país, dejando en efecto una sola de alcance nacional y ligada al patrón oro.
De devaluaciones, inflación y cambios de nombre
El peso moneda nacional fue el de más extensa vida en la historia de Argentina: circuló hasta 1970, cuando luego de una serie de crisis económicas y devaluaciones fue reemplazado por el peso ley (equivalente a 100 pesos moneda nacional de entonces), llamado así por surgir de la ley 18.188.
El peso ley, sin embargo, perdió también valor por la inflación y fue sustituido en 1983 por el peso argentino, que equivalía a 10.000 pesos ley.
De hecho, las décadas de 1970 y 1980 en Argentina estuvieron en parte caracterizadas por una alta inflación, y también el peso argentino fue víctima de ésta: acabó siendo reemplazado apenas dos años después, en 1985, por el austral.
Un austral equivalía entonces a 1.000 pesos argentinos, y la medida tampoco tuvo éxito: Argentina entró en poco tiempo en un proceso de hiperinflación por el cual se devaluó fuertemente la nueva moneda.
La “convertibilidad” y el peso actual
En medio de un aumento de precios descontrolado y una nueva crisis económica, el austral fue reemplazado a partir de 1991 por una moneda denominada, otra vez, simplemente peso.
A diferencia de las anteriores, esta nueva moneda tenía una característica distintiva: la llamada “convertibilidad” con el dólar.
El peso no era solo equivalente a 10.000 australes, también era equivalente a un dólar estadounidense, una medida que fue usada como principal herramienta para combatir la hiperinflación pero que aún genera debates y polémicas en el país por las múltiples distorsiones que generó en los precios y en la economía, incluidas las exportaciones.
Al final, los problemas económicos, básicamente la escasez de dólares, llevaron a una crisis que estalló en 2001 con el cese de pagos de la deuda y una recesión con desempleo masivo.
La crisis con estallido social incluyó la renuncia del entonces presidente, Fernando de la Rúa, a quien sucedieron cuatro presidentes en 11 días.
Y la síntesis de esa crisis fue el fin del régimen de convertibilidad.
Pero no fue el fin del peso.
La moneda que había comenzado a circular en 1992 sobrevivió, aunque ya no equivalía a un dólar: en 2002 hubo otra fuerte devaluación que llevó a la moneda estadounidense a cotizarse en 3 pesos en pocas semanas, y desde entonces el peso opera en el mercado de cambios como cualquier divisa.
A finales de mayo de 2023, o sea 21 años después, esa cotización se había multiplicado casi 170 veces.