(CNN) – Un equipo de 16 expertos y científicos reunidos por la NASA se propone publicar a mediados de verano su primer informe sobre fenómenos anómalos no identificados (FANI), también conocidos como objetos voladores no identificados (ovnis).
“Los fenómenos anómalos no identificados han captado realmente la atención del público, de la comunidad científica y, en la actualidad, también del Gobierno de EE.UU., y en la NASA creemos firmemente que es nuestra responsabilidad trabajar todos juntos para investigarlos con el escrutinio científico por el que la NASA es bien conocida”, declaró Dan Evans, administrador adjunto asociado para Investigación de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA.
“Encargamos [al equipo] que ayude a la NASA a elaborar una hoja de ruta, una hoja de ruta que no se remonte necesariamente a imágenes granuladas anteriores, que reconozca en cierto modo que históricamente nunca podremos llegar al fondo de muchos FANI porque los datos son de muy mala calidad”, dijo Evans, este miércoles.
“Estamos intentando evaluar si esos fenómenos suponen algún riesgo para la seguridad y lo estamos haciendo utilizando la ciencia”, añadió Evans. “La NASA cree que las herramientas de la ciencia se aplican al estudio [de] los FANI porque nos permiten separar los hechos de la ficción. Y todo ello forma parte del compromiso de la NASA de explorar lo desconocido, y de hacerlo con la apertura, transparencia y franqueza que estamos bien acostumbrados a proporcionar al público”.
Los comentarios se produjeron durante una conferencia de prensa celebrada este miércoles, después de que la NASA celebrara una reunión pública de horas de duración dirigida por su equipo de estudio independiente que está categorizando y evaluando los datos de ovnis.
Los FANI “son sucesos en el cielo que no pueden identificarse como aeronaves o fenómenos naturales conocidos desde una perspectiva científica”, según la NASA.
El término FANI, que originalmente significaba fenómenos aéreos no identificados, fue modificado por la Ley de Autorización de la Defensa Nacional, promulgada en diciembre, según Evans. El cambio se produjo en reconocimiento del hecho de que la búsqueda de los FANI debe incluir también fenómenos cercanos al espacio y submarinos, dijo.
La agencia espacial ya ha señalado que el limitado número de observaciones de los FANI dificulta la obtención de conclusiones científicas sobre la naturaleza de estos fenómenos.
“El informe orientará a la NASA sobre los posibles datos que podrían recopilarse en el futuro para arrojar luz sobre la naturaleza y el origen de los FANI”, según la agencia.
El estudio, de nueve meses de duración, comenzó el 24 de octubre de 2022, y el equipo –que celebró sus deliberaciones finales este miércoles– publicará un informe a finales de julio.
El equipo de estudio independiente de la agencia incluye a 16 científicos y expertos de diversos campos –Astrobiología, Ciencia de Datos, Oceanografía, Genética, Política y Ciencia Planetaria–, así como al astronauta retirado de la NASA Scott Kelly, antiguo piloto de aviones caza, piloto de pruebas y capitán retirado de la Marina estadounidense. El equipo está dirigido por el astrofísico David Spergel, presidente de la Fundación Simons de Nueva York.
Durante la audiencia, Kelly reflexionó sobre sus experiencias en vuelos espaciales y atmosféricos, y dijo que ambas son “muy, muy propicias a las ilusiones ópticas”.
Estudiar fenómenos anómalos no identificados
El objetivo del grupo no es determinar la verdadera naturaleza de los FANI, que se han visto desplazarse por el espacio aéreo militar restringido durante las últimas décadas. En cambio, el enfoque del equipo ha consistido en esbozar cómo evaluar y estudiar los fenómenos anómalos no identificados utilizando datos y tecnología.
“Pasamos por una etapa de recopilación de datos, que continúa con la audiencia de hoy, y creo que lo que hemos visto es que muchos sucesos tienen explicaciones convencionales”, dijo Spergel. “Hoy vimos más de esto y muchos de estos sucesos son aviones comerciales, drones civiles y militares, globos meteorológicos y de investigación, equipos militares, fenómenos meteorológicos y fenómenos ionosféricos. Dicho esto, sigue habiendo sucesos que no comprendemos”.
Spergel señaló que esos sucesos tienen datos de mala calidad o limitados, y subrayó que una de las lecciones del equipo es que se necesitan más datos de alta calidad, así como observaciones múltiples, para evaluar los sucesos.
“Aproximadamente recibimos entre 50 y 100 nuevos informes al mes”, declaró el Dr. Sean Kirkpatrick, del Departamento de Defensa de Estados Unidos, en la reunión pública. Kirkpatrick es el director de la nueva Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios, dedicada al estudio de los FANI.
Kirkpatrick dijo que la cifra aumentó a más de 800 casos de FANI desde que declaró ante el Congreso que había 650 casos, en abril, “porque finalmente conseguí integrar los datos de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés)”. Los datos se han recopilado a lo largo de 27 años, y Kirkpatrick subrayó que las cifras seguirán cambiando semanalmente.
También advirtió que el número de casos que “posiblemente sean realmente anómalos” era de “entre el 2 y el 5 por ciento”. Kirkpatrick definió “anómalo” como “cualquier cosa que no sea fácilmente comprensible para el operador o el sensor”.
El equipo aún no ha proporcionado a la NASA ninguna recomendación, que se incluirá en el informe previsto para julio. Pero Spergel y los demás miembros del equipo comentaron sus ideas preliminares para mejorar la vigilancia mundial de los FANI.
En lugar de satélites, que solo pueden vigilar pequeñas porciones de la mayor parte del planeta con una resolución muy baja, el equipo está interesado en contar con la ayuda de ciudadanos científicos.
Dado que hay entre 3.000 y 4.000 millones de teléfonos móviles en todo el mundo, Spergel afirma que el desarrollo de una aplicación que la gente pueda utilizar para registrar datos y subirlos a un sitio web para el seguimiento de los FANI sería “una gran oportunidad de ciencia ciudadana”.
Ha habido varios estudios sobre los FANI llevados a cabo por diversas ramas del Gobierno estadounidense, incluido un informe del Pentágono que fue desclasificado en junio de 2021, aunque ninguno ha dado al público una respuesta clara sobre lo que podrían ser los FANI.
La búsqueda de vida
La NASA se propuso hace tiempo encontrar vida en otros lugares, por lo que los programas de astrobiología forman parte de los objetivos de la agencia. El explorador Perseverance busca actualmente indicios de vida antigua que pudo existir en Marte, mientras que se están desarrollando futuras misiones para buscar indicios de vida en mundos oceánicos de nuestro sistema solar.
Dados los problemas de seguridad nacional y aérea que se han planteado con los FANI, los científicos quieren analizar las observaciones y establecer si son naturales o hay que explicarlas de otro modo.
Según los investigadores, el estudio no está clasificado, es de dominio público y no incluye datos de agencias militares o de inteligencia.
“El interés de la NASA por los FANI difiere del Pentágono y de la comunidad de inteligencia”, declaró Evans. “Vemos verdaderas ventajas en que este equipo trabaje únicamente con datos no clasificados. Porque cuando te limitas a ese tipo de datos, puedes colaborar libremente con el mundo académico, con la industria y con socios internacionales. Necesitamos tantos ojos sobre este tema como sea posible”.
La intención del estudio es hacer una propuesta de programa de investigación que pueda ponerse en marcha una vez que los investigadores evalúen los datos que existen y deben revisarse.
“No hay absolutamente ninguna prueba convincente de vida extraterrestre asociada a los FANI”, dijo Evans. “Creo que cuando formamos este increíble equipo, lo hicimos reconociendo el hecho de que necesitamos llegar a una respuesta sin asumir un origen al entrar”.
Mientras que la astrobiología se centra en la búsqueda de vida, el estudio de los FANI tiene sus propios objetivos que no están necesariamente conectados, dijo Evans. Pero desde que se anunció, en junio de 2022, los miembros del equipo de estudio independiente se han enfrentado a acoso en línea.
“Cada uno de los miembros de nuestro equipo es una autoridad respetada en su campo”, dijo Evans. “Cuentan con un apoyo masivo, completo y total. Y esto es un trabajo duro. Es un trabajo serio. Y si de verdad queremos respetar la inviolabilidad del proceso científico, tenemos que permitir que la ciencia sea libre, y esa libertad se deriva directamente de la ausencia de acoso a este increíble equipo de panelistas”.
Katie Hunt, Michael Conte y Jackie Wattles, de CNN, contribuyeron a este artículo.