Llamado a la Tierra es una serie editorial de CNN comprometida con reportar los desafíos ambientales que enfrenta nuestro planeta, además de mostrar las soluciones a esos retos. La iniciativa Perpetual Planet de Rolex se ha asociado con CNN para crear conciencia y educación sobre los asuntos de sostenibilidad claves y para inspirar acciones positivas.
(CNN Español) – Falta menos de un mes para el verano boreal, una palabra que evoca vacaciones pero también, y cada vez más, agobio por el calor extremo. Sin embargo, las ciudades del país norteamericano, y de todo el mundo, tienen a la mano una solución natural, económica y bella por igual que puede “hacer bajar” las temperaturas, aumentando el disfrute y salvando vidas. Se trata, ni más ni menos, que de los árboles.
Los árboles contra las “islas de calor” urbanas
No es cuestión de percepción: las áreas donde predominan el pavimento y los edificios, es decir las ciudades, suelen ser más calurosas porque absorben la energía del Sol y luego irradian calor, en un fenómeno conocido como “islas de calor urbano”, explica en un informe publicado recientemente la organización especializada Climate Central.
Tal como reportó previamente CNN, según un estudio de Climate Central este efecto es tan poderoso que en sitios repletos de concreto puede llegar a haber entre 5,5 y 11 grados Celsius más en comparación con otros, en ocasiones ubicados a pocas cuadras de diferencia, donde hay una mayor cobertura de árboles.
Esto quiere decir, en otras palabras, que la existencia de “los árboles y la vegetación ayudan a reducir el calor bajando la temperatura de la superficie y del aire”, y ese descenso puede ser tremendamente significativo, de más de 10º C.
(En Estados Unidos, la ciudad con el peor efecto de “islas de calor urbano” es Nueva Orleans, seguida de Newark y Nueva York. Houston, San Francisco, Boston, Chicago y Miami son otras de las que presentan peores resultados).
Salvavidas
Otro número clave refleja el rol vital de la vegetación en las ciudades: la cobertura actual de árboles urbanos puede ayudar a prevenir, por año y en promedio, unas 300 muertes vinculadas con el calor, según un estudio en 97 ciudades de Estados Unidos que cita la organización.
El calor extremo es el evento climático que más vidas se cobra en Estados Unidos, incluso más que los huracanes, según estudios reportados por CNN. Y a esto se suma la ineludible realidad de que las olas de calor ocurren con más frecuencia: en la década del 60 los pobladores atravesaban cerca de dos por año y para 2020 la cifra se había triplicado, de acuerdo a la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU.
Pero allí vienen los árboles al rescate nuevamente. “Es probable que los riesgos del calor urbano aumenten junto con las tendencias de aumento de las temperaturas, especialmente durante el verano, haciendo que los árboles urbanos sean cada vez más importantes para la salud y el bienestar de los habitantes de las ciudades”, afirma la organización.
El ejemplo de Medellín
Mirando hacia el sur, hay una ciudad latinoamericana que destaca por el uso inteligente que ha hecho de la vegetación, señala Angela Dewan de CNN en este reportaje de 2022. Se trata de Medellín.
La segunda ciudad más grande de Colombia creó una “metrópolis de sombra” a partir del proyecto Corredores Verdes. “Esta red ha transformado 18 avenidas y 12 vías fluviales en exuberantes carriles verdes para bicicletas y paseos que conectan los parques de la ciudad y otros lugares de visita frecuente. Las temperaturas han bajado en estas zonas y sus alrededores unos 3 °C, y los funcionarios esperan que antes de 2030 se puedan reducir hasta 5 °C”, explica.
Para lograrlo, la ciudad puso literalmente las manos en la tierra. Hacia el año 2019 había plantado más de 350.000 arbustos y 8.000 árboles. Y, además, destinó un área que se encuentra bajo una línea de metro elevada para juntar agua de lluvia, dirigirla a tuberías y, a partir de allí, hacia estos premiados corredores verdes.
Árboles y control de inundaciones: un vínculo poco conocido
El aumento de las temperaturas en Estados Unidos ha llegado de la mano de un incremento en la intensidad de las lluvias en ocasiones, ya que la atmósfera más cálida puede retener más humedad, haciendo que luego el agua caiga con más vigor.
En las ciudades, la caída de lluvia intensa puede llegar a ser más peligrosa que en otras áreas ya que el pavimento no puede absorber el agua. Aquí, nuevamente, los árboles hacen lo suyo.
“Las copas de los árboles urbanos pueden interceptar, ralentizar y almacenar temporalmente las precipitaciones para minimizar la cantidad de agua que llega al pavimento y contribuye a la escorrentía y a las inundaciones”, dice la organización en su informe. Hasta la tierra y la hojarasca que se encuentra en el entorno de los árboles es útil, agrega Climate Central, ya que ayudan a la absorción del agua, y también las raíces que “estabilizan el suelo para evitar la erosión y filtran el agua de lluvia para eliminar contaminantes”.
La técnica de captura de carbono milenaria
Y, por supuesto, un análisis de las ventajas de los árboles no debe olvidar su función como sumideros de carbono naturales.
Para evitar un aumento de las temperaturas que acabe con la vida tal como la conocemos, apuntan los expertos, es imprescindible una reducción de las emisiones de carbono. Sin embargo, junto a este concepto resuena con fuerza la expresión “captura de carbono”, que alude a un conjunto de técnicas y tecnologías que podrían ayudar a evitar que la contaminación que se genera llegue a la atmósfera o incluso removerla cuando ya se encuentre allí.
Y eso es precisamente lo que hacen naturalmente los árboles: secuestrar y almacenar carbono.
¿Una más? Los bosques urbanos mejoran la calidad del aire ya que las hojas absorben gases contaminantes como dióxido de nitrógeno, e interceptan material particulado, dice Climate Central.
Tal vez lees este artículo y piensas “muy bien, pero no hay nada que pueda hacer yo además de mantener algunas plantas” (que ya es cosa buena, no solo a nivel ambiental sino también a nivel de salud mental, donde los beneficios de los espacios verdes están comprobados). Pues no es así. Resulta que, según estudios que cita la organización, la plantación de árboles se implementa mejor cuando los residentes de las ciudades están comprometidos con la causa.
Con información de Aya Elamroussi, Jen Christensen, Angela Dewan y Laura Paddison de CNN.