(CNN) – Las fuerzas ucranianas perdonaron la vida a un soldado ruso cuando se rindió ante un dron en el campo de batalla momentos antes de que sus operadores del avión no tripulado estuvieran a punto de abrir fuego, según confirmó un comandante ucraniano a CNN.
Las imágenes de un dron de una unidad de la 92ª brigada mecanizada ucraniana, publicadas por The Wall Street Journal, muestran la rendición en una trinchera de la ciudad oriental de Bakhmut en mayo.
En declaraciones a CNN, Yuriy Fedorenko, comandante de la división de drones de asalto “Aquiles” de la 92ª brigada, confirmó que se había producido la rendición.
“Cuando se dio cuenta de que iba a morir, tiró su ametralladora a un lado, levantó las manos y dijo que no seguiría luchando”, señaló Fedorenko.
“En ese momento, teníamos un helicóptero con explosivos preparado para eliminarlo. Pero como el enemigo tiró su arma e hizo el gesto de que se iba a rendir, se decidió darle la orden de rendirse”.
El video parece mostrar a un soldado ruso huyendo de los drones de asalto ucranianos en las trincheras del campo de batalla de Bakhmut. A continuación, el soldado se detiene e intenta comunicarse con el dron mediante gestos con las manos.
El video está editado con música. CNN no ha visto el video sin editar.
Tras la rendición, los periodistas del Wall Street Journal entrevistaron al soldado ruso en un centro de detención de la región de Járkiv el 19 de mayo, bajo la supervisión de un guardia.
CNN no puede verificar si el soldado habló bajo coacción o no.
Los reporteros también hablaron con el piloto ucraniano del dron, según el periódico, que dijo que decidió perdonarle la vida tras ver sus súplicas.
“A pesar de que es un enemigo (…) sentí lástima por él”, dijo.
El piloto dejó caer una nota al soldado diciéndole que siguiera al dron si quería rendirse, de acuerdo con el Wall Street Journal.
Las imágenes parecen mostrar al soldado siguiendo al dron y esquivando un mortero por el camino.
Al llegar a una posición ucraniana, el soldado se arrodilló y se quitó el casco y el chaleco antibalas.
Las fuerzas ucranianas lo tomaron bajo su custodia, lo cargaron en un camión Humvee y posteriormente fue llevado a un centro de detención en la región de Járkiv, informó el periódico.
“Se trata probablemente de un caso sin precedentes en el que, gracias al trabajo coordinado de la brigada y del componente de reconocimiento aéreo, logramos capturar al ocupante”, declaró el comandante ucraniano Fedorenko.
Según el Wall Street Journal, el soldado ruso y antiguo alguacil de prisiones trabajaba como encargado de una licorería antes de ser reclutado en septiembre del año pasado.
Antes de ser enviado a Bakhmut, dijo que había realizado tareas de guardia y construido posiciones fortificadas en Luhansk.
La ciudad oriental de Bakhmut, al noreste de la región de Donetsk, ha sido testigo de algunos de los combates más encarnizados de la invasión rusa de Ucrania, y es una pieza clave de la contraofensiva de Kyiv.
La batalla, que ha durado meses, se ha comparado con el tipo de combate visto en la Primera Guerra Mundial, con soldados luchando en trincheras embarradas esquivando el fuego de artillería, y ha sido descrita por el jefe del grupo mercenario ruso Wagner como una “picadora de carne”.
Los drones comerciales baratos se han convertido en una herramienta crucial en la guerra de Ucrania, tanto como plataformas de vigilancia como armas ofensivas.
Los soldados ucranianos se han vuelto muy hábiles manipulando drones comerciales para lanzar explosivos sobre tropas y vehículos enemigos.
Los drones también han salvado vidas.
A principios de este año, un equipo de CNN en Ucrania informó de cómo, en las primeras fases de la invasión de Moscú, un grupo de soldados ucranianos utilizó un dron para ayudar a poner a salvo a una mujer civil después de que los rusos dispararan contra el auto en el que viajaba.
Las imágenes de ese ataque, en el que resultó gravemente herido el marido de la mujer, también fueron captadas por la cámara del mismo dron y, junto con las llamadas telefónicas interceptadas, han sido utilizadas por los fiscales ucranianos para iniciar una investigación en rebeldía por crímenes de guerra contra un comandante ruso.