(CNN) — Una nave espacial de la NASA captó el inquietante resplandor de un relámpago en el interior de un remolino en Júpiter.
El rayo verde se vio dentro de uno de los muchos vórtices que se agrupan cerca del polo norte de Júpiter.
Los científicos siguen tratando de comprender muchas de las características de Júpiter —el mayor planeta de nuestro sistema solar—, entre ellas sus enormes tormentas y los rayos en el gigante gaseoso y cómo se producen.
En la Tierra, los rayos se originan en las nubes de agua y la mayoría de las descargas se producen cerca de la línea del ecuador. Pero en Júpiter, los rayos surgen de nubes de amoníaco y agua, y se producen con mayor frecuencia cerca de los polos del planeta.
La nave espacial Juno, que llegó por primera vez para observar Júpiter y sus lunas en 2016, captó el suceso durante su sobrevuelo cercano al gigante gaseoso número 31, el 30 de diciembre de 2020. La misión se encontraba a unas 19.900 millas (32.000 kilómetros) por encima de la cima de las nubes cuando tomó la imagen.
A partir de los datos sin procesar del instrumento JunoCam de la nave espacial, el científico Kevin M. Gill desarrolló la imagen final en 2022.
Las imágenes en bruto de Júpiter y sus lunas tomadas por JunoCam se publican en línea y están disponibles para que cualquiera pueda procesarlas.
La investigación en curso de Juno ayudará a los científicos a conocer mejor al planeta más grande del sistema solar y sus peculiaridades.
Mirando por debajo de densas nubes
Con el tiempo, la órbita de Juno alrededor de Júpiter se ha ido acercando, por lo que la nave espacial pasará muy cerca de su lado nocturno en los próximos meses y tendrá más oportunidades de espiar los rayos del gigante gaseoso.
“Además de cambiar continuamente nuestra órbita para obtener nuevas perspectivas de Júpiter y sobrevolar a baja altura el lado nocturno del planeta, la nave también pasará entre algunos de los anillos de Júpiter para aprender más sobre su origen y composición”, declaró Matthew Johnson, director en funciones del proyecto de la misión Juno en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California.
Juno está equipada con múltiples instrumentos que pueden realizar detecciones bajo la espesa capa de nubes de Júpiter para recoger datos sobre los orígenes, la atmósfera y los fenómenos meteorológicos del planeta.
La nave ha realizado más de 50 sobrevuelos de Júpiter y también ha pasado cerca de tres de sus lunas más grandes, incluidos los mundos oceánicos helados de Europa y Ganímedes, e Io, el lugar más volcánicamente activo del sistema solar.
“Nuestros próximos sobrevuelos, en julio y octubre, nos acercarán aún más a Io, hasta que en diciembre de este año y febrero del próximo nos encontremos a menos de 1.500 kilómetros de su superficie”, declaró Scott Bolton, investigador principal de Juno en el Southwest Research Institute de San Antonio. “Todos estos sobrevuelos proporcionan vistas espectaculares de la actividad volcánica de esta asombrosa luna. Los datos serán asombrosos”.