(CNN) – Hacia el final de su vida, el rey de Inglaterra Enrique VIII dejó una serie de garabatos en un libro de oraciones, que revelan angustia por su salud y acciones pasadas, según muestra una nueva investigación.
Enrique, que gobernó desde 1509 hasta su muerte en 1547, hizo anotaciones en un ejemplar de “Salmos u oraciones”, traducido por su sexta y última esposa, Catalina Parr, en 1544. Micheline White, profesora asociada del Colegio de Humanidades y del Departamento de Inglés de la Universidad de Carleton, Canadá, las descubrió por casualidad.
White dijo este martes a CNN que encontró las notas al margen “de forma totalmente inesperada” mientras ojeaba el libro, y los reconoció de un trabajo anterior sobre Enrique VIII.
“Me quedé atónita”, dijo White. “No sabía que había anotaciones al margen en el libro”.
Enrique dejó dos tipos de marcas. Las primeras, conocidas como “manecillas” o “índices”, son dibujos de una mano con el dedo índice apuntando, y las segundas son “tréboles”, que son tres puntos con un garabato.
White comparó las notas al margen con marcas conocidas dejadas por Enrique en otros libros. Llegó a la conclusión de que los garabatos en el libro de oraciones también fueron hechos por el rey debido a su tamaño, forma y diseño, incluido el hecho de que las manecillas presentan un puño distintivo.
El libro fue un obsequio de Parr a Enrique, actualmente se conserva en la biblioteca Wormsley de Stokenchurch, Inglaterra. Impreso en 1544, “contiene oraciones por el arrepentimiento, por la sabiduría, por la destrucción de los enemigos y por el rey y su ejército”, según White.
“Está claro que cuando los leía había ciertas cosas en su mente”, dijo White, que encontró un total de 14 garabatos dibujados a mano en los márgenes de cuatro salmos.
Enrique cimbró la Iglesia para poder casarse con su segunda esposa, Ana Bolena.
Un pasaje del libro de oraciones dice que el castigo de Dios ha dejado al narrador “débil”, y el propio Enrique tenía mala salud en aquella época.
“Le preocupaba que Dios lo castigara con enfermedades físicas”, explica White.
Enrique también estaba en guerra con Francia y el libro, del que se distribuyeron otras copias a cortesanos seleccionados, habría jugado un papel a la hora de recabar apoyo para el conflicto entre los que lo recibieron, según White.
El propio ejemplar de Enrique, incluidas las anotaciones al margen, habría sido leído por cortesanos escogidos, lo que le confería una función política además de reflejar sus pensamientos personales, dijo White.
“Creo que intenta demostrar que es ejemplar”, dijo, refiriéndose a las anotaciones junto a los pasajes en los que el narrador pide a Dios que le devuelva al buen camino.
“Es evidente que está muy preocupado”, dijo White. “Hacia el final de su reinado definitivamente tenía mucho de qué preocuparse”.
El estudio se publicó en la revista académica Renaissance Quarterly.