(CNN) – Tres aviones de combate rusos interceptaron a tres drones de la Fuerza Aérea estadounidense en el noreste de Siria este miércoles por la mañana hora local, según el comandante superior a cargo de las operaciones de la Fuerza Aérea en Oriente Medio.
El teniente general de la Fuerza Aérea Alex Grynkewich describió la maniobra rusa contra los drones MQ-9 Reaper –que según los oficiales estaban monitoreando objetivos de ISIS en Siria– como “insegura y poco profesional”.
El Mando Central de EEUU publicó un video del incidente, en el que se ve a los jets lanzando bengalas de paracaídas delante de los drones, aparentemente para bloquear su visión.
“En contra de las normas y protocolos establecidos, los aviones rusos lanzaron múltiples bengalas de paracaídas delante de los drones, obligando a nuestros aviones a realizar maniobras evasivas”, dijo Grynkewich. “Además, un piloto ruso posicionó su aeronave frente a un MQ-9 y activó la postcombustión, reduciendo así la capacidad del operador para dirigir con seguridad la aeronave”.
Tanto Estados Unidos como Rusia operan en Siria; Estados Unidos como parte de la coalición contra el ISIS, y Rusia en apoyo del presidente sirio Bashar al Assad.
La interceptación se produce casi cuatro meses después de que un caza ruso derribara un dron MQ-9 sobre el mar Negro tras dañar su hélice.
Ese dron y dos aviones rusos Su-27 sobrevolaban aguas internacionales sobre el Mar Negro en marzo cuando uno de los aviones rusos voló intencionadamente delante del dron no tripulado y le arrojó combustible varias veces, según declaró entonces el Mando Europeo de Estados Unidos.
El avión golpeó entonces la hélice del dron, lo que llevó a las fuerzas estadounidenses a derribar el MQ-9 en aguas internacionales.
En los últimos meses, Estados Unidos ha visto un repunte de este tipo de incidentes con aviones rusos, que se han acercado peligrosamente no sólo a drones estadounidenses, sino también a cazas tripulados estadounidenses que sobrevolaban Siria.
“Están maniobrando agresivamente contra nosotros cuando nuestros protocolos dirían que se supone que debemos permanecer… a varias millas de distancia y simplemente vigilarnos mutuamente”, dijo Grynkewich a Defense One en abril. “Están maniobrando agresivamente, casi como si estuvieran intentando una pelea de perros, por así decirlo. Eso es muy preocupante”.