(CNN) – Unos 23 periodistas se han ido de Nicaragua de abril a junio de este año por hostigamientos, amenazas de encarcelamiento y agresiones de las que eran víctimas en su mayoría por agentes policiales, según un informe de La Red Regional Voces del Sur y la Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia (FLED) divulgado este lunes.
El informe, denominado “Cárcel, censura y exilio”, destaca que desde 2018 al primer semestre de 2023 ya suman 208 periodistas, comunicadores y trabajadores de medios de comunicación de Nicaragua que se han exiliado en otros países.
FLED es una entidad privada sin fines de lucro que promueve la protección del derecho a la libertad de expresión, mientras que Voces del Sur se presenta como una red de organizaciones de la sociedad civil de America Latina que promueven y defienden la libertad de prensa y de expresión, el acceso a la información y la seguridad y protección de periodistas.
Estas dos organizaciones no gubernamentales destacan en el escrito que la República de Costa Rica es en la que hay más periodistas refugiados, con 112, seguido de Estados Unidos y España.
Agregan que en el segundo trimestre de este año se emitieron 15 alertas traducidas en 18 casos de violaciones a la libertad de prensa totalmente documentadas.
De las 13 víctimas cuyos casos se lograron documentar, según el informe, seis son mujeres y siete hombres.
Ante lo que consideran un aumento desmedido de la violencia generalizada en contra de la prensa independiente en Nicaragua, lo que a su vez ha ocasionado el crecimiento del “exilio forzado”, FLED dice que logró confirmar que en 3 de los 17 departamentos que conforman el país en la actualidad no existe práctica periodística independiente, un dato que para esta organización promotora de la de libertad de expresión, prensa e información es catastrófico.
El informe destaca que, de los periodistas que continúan ejerciendo la profesión dentro de Nicaragua, la mayoría lo hace desde la “clandestinidad”, otros han tenido que dedicarse a emprender en pequeños negocios, y un número reducido sobrevive en medios radiales y televisivos en programas de “bajo perfil” o de poca audiencia.
CNN ha intentado obtener comentarios de la Cancillería de Nicaragua y de la propia presidencia, pero hasta ahora no ha tenido respuesta.
Estas dos organizaciones aseguran que algunos “personeros políticos”, que velan por los intereses del partido gobernante, han mantenido una campaña permanente de agresión verbal contra los medios de comunicación independientes por el trabajo de denuncia que realizaron durante 2018, que dieron inicio a las protestas antigubernamentales contra el régimen del presidente Daniel Ortega.