(CNN) – Un grupo de científicos identificó el yacimiento geológico que, según ellos, mejor refleja una nueva época propuesta denominada Antropoceno, lo que supone un gran paso hacia el cambio de la cronología oficial de la historia de la Tierra.
El término Antropoceno, propuesto por primera vez en 2000 para reflejar hasta qué punto la actividad humana ha alterado el mundo, se ha convertido en una palabra de moda en los círculos académicos de distintos campos de estudio.
“Cuando 8.000 millones de personas tienen un impacto en el planeta, es inevitable que haya repercusiones”, afirma Colin Waters, profesor honorario de la Facultad de Geografía, Geología y Medio Ambiente de la Universidad de Leicester y presidente del Grupo de Trabajo sobre el Antropoceno (AWG, por sus siglas en inglés).
“Hemos pasado a este nuevo estado de la Tierra y eso debería definirse por una nueva época geológica”, añadió Waters.
El AWG, un grupo formado actualmente por 35 geólogos, lleva trabajando desde 2009 para que el Antropoceno forme parte de la cronología oficial de la Tierra. El grupo determinó en 2016 que la época del Antropoceno comenzó alrededor de 1950, el inicio de la era de las pruebas de armas nucleares, cuyas huellas geoquímicas pueden encontrarse en todo el mundo. Desde entonces, los investigadores han considerado 12 lugares que podrían proporcionar la pieza clave de evidencia necesaria para apoyar su propuesta, nueve de los cuales fueron sometidos a votación.
Este martes, los científicos anunciaron el sitio geológico que mejor capta el impacto geológico del Antropoceno, según sus investigaciones: el lago Crawford, en Ontario, Canadá.
Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo en que el Antropoceno sea una realidad geológica, o en que los investigadores tengan pruebas suficientes para declararlo formalmente una nueva época.
Dividir el tiempo profundo
La escala del tiempo geológico es el marco oficial para comprender los 4.500 millones de años de historia de la Tierra. Los geólogos dividen la historia de nuestro planeta en eones, eras, periodos, épocas y edades, siendo un eón el periodo de tiempo más largo y una edad el más corto.
Por ejemplo, actualmente vivimos en la Era Megalayense. Forma parte de la Época Holocena, que comenzó al final de la última glaciación hace 11.700 años, cuando los casquetes polares y los glaciares empezaron a retroceder. El Holoceno forma parte del Periodo Cuaternario, la división más reciente de la Era Cenozoica, que a su vez forma parte del Eón Fanerozoico, que abarca desde hace 539 millones de años hasta la actualidad.
Estos capítulos geológicos suelen llevar el nombre del lugar donde se estudiaron por primera vez. El Jurásico debe su nombre a las rocas ricas en fósiles de los montes Jura franceses, mientras que el Cámbrico debe su nombre al nombre romano de Gales.
Andrew Knoll, catedrático Fisher de Historia Natural de la Universidad de Harvard, afirmó que la escala es “profundamente útil” para su trabajo como paleontólogo.
“Cuando digo ‘Cámbrico’, esto transmite no solo el tiempo entre hace 539 y 485 millones de años, sino una abundancia de información sobre la biota, los ambientes, la tectónica, la paleogeografía y más”, dijo Knoll. “(Es) un poco como decir la Edad Media, o el Renacimiento”.
Si se aprueba, el Antropoceno sería la tercera época del Cuaternario. También significaría que la Época Holocena fue especialmente corta, otras épocas han durado varios millones de años.
Cada división de la cronología oficial también está representada por un único lugar geológico, conocido como Sección y Punto Estratotipo de Frontera Global (GSSP, por sus siglas en inglés), que capta mejor lo novedoso o único de un capítulo concreto de la historia de la Tierra.
Cada punto suele marcarse con una “espiga dorada”, a menudo clavada en la capa fundamental de roca, aunque el lugar puede ser una estalagmita o un núcleo de hielo.
Lugar de nacimiento del Antropoceno
Para el Antropoceno, el lugar propuesto para la espiga dorada es el sedimento extraído del lecho del lago Crawford, que revela las huellas geoquímicas de las pruebas de bombas nucleares, concretamente de plutonio, un elemento radiactivo ampliamente detectado en todo el mundo en arrecifes de coral, núcleos de hielo y turberas.
El lago Crawford resultó ganador después de que el AWG votara por los nueve sitios candidatos en tres rondas. Los otros posibles sitios eran una turbera de los Sudetes polacos, el lago Searsville de California, una franja del fondo marino del mar Báltico, una bahía de Japón, un cráter volcánico lleno de agua en China, un núcleo de hielo perforado en la península Antártica y dos arrecifes de coral, uno en Australia y otro en el golfo de México.
Según Waters, fue muy difícil elegir entre los distintos emplazamientos y las votaciones estuvieron reñidas, pero cree que el lago Crawford ganó porque el punto de partida geoquímico propuesto del Antropoceno asociado al sedimento es especialmente preciso.
El lago no es grande, cubre 2,4 hectáreas, pero es excepcionalmente profundo, casi 24 metros, y el sedimento que se encuentra en el fondo puede dividirse en capas anuales para tomar muestras de marcadores geoquímicos de la actividad humana. Este análisis permite a los científicos observar los cambios con una resolución anual, explicó Francine McCarthy, profesora de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Brock en Canadá, que ha estudiado el lago.
“La forma (del lago) restringe la mezcla de la columna de agua, de modo que las aguas del fondo no se mezclan con las de la superficie. El fondo del lago está completamente aislado del resto del planeta, salvo por lo que se hunde suavemente hasta el fondo”, explicó.
Andrew Cundy, profesor y catedrático de Radioquímica Ambiental de la Universidad de Southampton y miembro del AWG, afirmó que “la presencia de plutonio nos da un claro indicador de cuándo la humanidad se convirtió en una fuerza tan dominante que pudo dejar una ‘huella dactilar’ global única en nuestro planeta”.
Sin embargo, la selección del lago Crawford no es la decisión final sobre el reconocimiento del Antropoceno como unidad temporal geológica oficial.
El AWG presentará una propuesta para hacer oficial el Antropoceno a la Subcomisión de Estratigrafía del Cuaternario a finales de este verano boreal. Si los miembros de la subcomisión están de acuerdo con una mayoría del 60%, la propuesta pasará a la Comisión Internacional de Estratigrafía, que también tendrá que votar y estar de acuerdo con una mayoría del 60% para que la propuesta siga adelante para su ratificación. Ambos organismos forman parte de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas, que representa a más de un millón de geocientíficos de todo el mundo.
Se espera una decisión final en el 37° Congreso Geológico Internacional que se celebrará en Busan, Corea del Sur, en agosto de 2024.
El gran debate del Antropoceno
Algunos expertos no creen que el Antropoceno llegue a definir una época.
Stan Finney, secretario general de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas y catedrático del departamento de Ciencias Geológicas de la Universidad Estatal de California en Long Beach, afirmó que el registro estratigráfico del Antropoceno es relativamente mínimo, apenas una vida humana, dado que el punto de partida propuesto se sitúa en torno a 1950.
El comienzo del Antropoceno podría definirse de muchas maneras, incluida la Revolución Industrial, que darían lugar a un intervalo mucho más largo que el propuesto actualmente, señaló.
“No cabe duda de que el ser humano ha influido enormemente en el sistema terrestre y de que hoy nos enfrentamos a consecuencias inverosímiles. Pero es un fenómeno que viene de lejos”, afirma.
También cree que el impulso para reconocer oficialmente el Antropoceno puede ser más político que geológico. El término fue acuñado en el año 2000 no por un geólogo, sino por el químico atmosférico y premio Nobel, Paul Crutzen, al parecer en un discurso improvisado en una conferencia.
Según Finney, es más exacto describir el profundo impacto de la humanidad en la Tierra como un acontecimiento geológico continuo que como una época formal con una fecha precisa de inicio global. También es posible, dijo, que los estratigrafos decidan que el Antropoceno no alcanza el nivel de época, sino que podría ser la cuarta edad del Holoceno, la mucho menos atractiva Edad Crawfordiana.
Otros se oponen al término Antropoceno porque implica a toda la humanidad en la actividad que ha alterado irrevocablemente el planeta. Algunos investigadores afirman que los cambios son obra de una minoría poderosa y elitista y que la época sería mejor llamarla “Capitaloceno”.
Waters cree que el AWG tiene argumentos sólidos para formalizar el Antropoceno, pero afirmó que nombrar una nueva época geológica “es un proceso muy conservador”, por lo que no hay garantías de que la propuesta prospere.
Además del lago Crawford, el AWG también tiene que elegir dos sitios secundarios antes de presentar una propuesta.
“Hemos sido muy cuidadosos en nuestra búsqueda de los (yacimientos) adecuados, pero podrían decir al final del día ‘No nos impresionan las pruebas que aportaron para demostrar que el Antropoceno es justificadamente una nueva época del tiempo geológico’”, dijo Waters.
“También pueden apoyar la idea de que aquí hay una etapa y que el yacimiento de Crawford representa una nueva etapa del Holoceno, pero no están dispuestos a aceptar que el Antropoceno sea un cambio significativo más allá de la curva de cambio que vemos dentro del Holoceno”, añadió.
Andrew Mathews, profesor de Antropología de la Universidad de California en Santa Cruz, afirmó que el término Antropoceno ya ha demostrado su importancia, abriendo conversaciones entre las ciencias naturales, las ciencias sociales y las humanidades. Por ello, el lugar geológico exacto en el que nació la época propuesta puede que no importe demasiado en última instancia.
“Se ha consolidado que las sociedades humanas están teniendo un impacto geológico en el mundo y en los sistemas terrestres. Y esa parte es útil”, dijo. “Básicamente dice: ‘Mira, estamos en ello. Transformamos el mundo y tenemos que seguir pensando en ello’”, añadió.