(CNN) – Los investigadores han recibido una avalancha de pruebas e información relacionada a Rex Heuermann, sospechoso de algunos de los asesinatos de Gilgo Beach, desde su detención el jueves, dijo el fiscal de distrito del condado de Suffolk a CNN este lunes.
“Creemos que podemos demostrar estos tres asesinatos”, dijo Ray Tierney en “CNN This Morning”.
Heuermann, de 59 años, fue detenido y acusado de asesinato por las muertes de tres de las “Cuatro de Gilgo”, un grupo de mujeres cuyos restos fueron descubiertos cerca de la playa Gilgo de Long Island en 2010. El detenido se declaró inocente de los asesinatos de Melissa Barthelemy, Megan Waterman y Amber Costello.
También es el principal sospechoso de la desaparición y asesinato en 2007 de la cuarta mujer, Maureen Brainard-Barnes, según una solicitud de libertad bajo fianza de los fiscales, aunque aún no ha sido acusado en el caso.
“También confiamos en que finalmente podremos imputarle ese cuarto asesinato”, dijo Tierney.
Las autoridades encontraron entre 200 y 300 armas de fuego en una cámara acorazada detrás de una puerta metálica cerrada en el sótano de Heuermann, según una fuente con conocimiento del caso.
Entre ellas había pistolas, revólveres y rifles semiautomáticos. Heuermann era un ávido cazador, pero el arsenal contenía más armas de las que las autoridades esperaban: únicamente sabían de 92 que había registrado en el Estado.
El allanamiento de la casa de Heuermann en Massapequa Park, Long Island, se ha centrado en gran medida en los análisis forenses, pero las autoridades también están buscando objetos que podrían ser recuerdos de los asesinatos, cosas que parecen estar escondidas o guardadas de tal forma que otros miembros de la familia no hubieran tropezado con ellas, según la fuente.
Los investigadores también registraron un almacén que Heuermann tenía en Amityville, Long Island.
La atención suscitada por la detención y la ejecución de varias órdenes de allanamiento ha provocado una avalancha de nuevos detalles, dijo Tierney. “En este momento, tenemos una avalancha de información y una avalancha de pruebas que llegan, y nos va a llevar un tiempo revisar todo eso”.
“Tenemos una descripción del último individuo que vio con vida a la última víctima, Amber Costello, que coincide con la de este acusado, que tiene un aspecto físico bastante singular”, añadió. “Tenemos pruebas telefónicas y también tenemos esas pruebas de ADN”.
El ADN de Heuermann se encontró en un cuerpo, y el de su esposa en dos cuerpos, dijo Tierney.
“Con respecto a ese ADN y esos cabellos, o bien se trata de transferencia, en otras palabras, una persona entra en contacto con una segunda persona que a su vez entra en contacto con una tercera, o bien, estaban en un lugar que, ya sabes, el miembro de la familia ocupaba, ya sea un auto o una casa”, dijo Tierney.
Las “Cuatro de Gilgo” son uno de 11 grupos de restos humanos que fueron encontrados esparcidos por la costa sur de Long Island entre 2010 y 2011, poniendo en marcha lo que la policía ha llamado “una de las investigaciones de homicidio más importantes” en la historia de la isla.
Cuando se le preguntó si los investigadores esperan conectar a Heuermann con más víctimas, el subcomisario de policía del condado de Suffolk, Anthony Carter, dijo: “A medida que seguimos reuniendo pruebas, todo es posible”.
Un grupo de trabajo multijurisdiccional seguirá investigando a Heuermann y el resto de casos sin resolver, reconstruyendo años de actividades del sospechoso, rastreando líneas de pistas y entrevistando a testigos, dijo Carter.
“Todavía hay una investigación activa en cuanto a su paradero y su conducta desde el momento en que los cuerpos fueron descubiertos hasta el jueves”, dijo el investigador.
Las autoridades tuvieron a Heuermann en la mira durante más de un año, mientras los investigadores reunían pruebas suficientes para proceder a su detención. Pero finalmente decidieron arrestarlo este jueves ante la preocupación de que pudiera haber puesto sus ojos en otra víctima, dijo Carter.
“Fue un subidón de adrenalina”, dijo al enterarse de que finalmente se producía el arresto.
“Sabía que esta persona era un demonio —dijo Carter—. El hecho de que seamos capaces de traer algo de cierre y algo de paz a las familias, así como sacar a una persona violenta de las calles es gratificante, creo, para todos”.
Una mujer que dijo haber estado en un grupo de networking con Heuermann, según contó a WABC, afiliada de CNN. Una conversación en la que él le preguntó si estaba familiarizada con los asesinatos de Gilgo Beach, y que ahora la atormenta.
“Y en aquel entonces yo diría ‘Oh ya sabes, es de la zona, tal vez ya sabes, es sólo un local hablando… y pensaría que me parecería interesante’”, dijo Dominique Vidal.
“Pero ahora lo veo como un asesino en serie que simplemente quería presumir ante alguien”, añadió.
Heuermann también la llamó y le dejó un mensaje de voz hacia finales de febrero, después de que ella abandonara el grupo de networking para arquitectos y diseñadores del que ambos formaban parte.
Las autoridades presentan pruebas clave
El caso comenzó en 2010, cuando la búsqueda de una mujer desaparecida condujo al inesperado descubrimiento de las llamadas Cuatro de Gilgo, que aparecieron atadas con tela de yute camuflada en el mismo tramo de 400 metros de carretera.
Cuando las autoridades encontraron los restos de la mujer desaparecida, Shannan Gilbert, un año más tarde, habían descubierto un total de 11 grupos de restos a lo largo de la costa sur de Long Island, todos ellos en un radio de varios kilómetros de Gilgo Beach.
Tras más de una década sin resolución de los casos, a principios de 2022 se creó un grupo de investigación formado por varios organismos para volver a investigarlos.
En pocas semanas, el grupo de trabajo identificó a Heuermann como posible sospechoso, según Tierney. Los investigadores comenzaron entonces a vigilarlo a él y a su familia: recogieron muestras de ADN en secreto y analizaron sus registros telefónicos en busca de cualquier conexión con los asesinatos.
Las autoridades redujeron los miles de registros de las torres de telefonía móvil a un puñado de personas y empezaron a centrarse en los residentes que también coincidían con la descripción física proporcionada por un testigo que había visto al presunto asesino.
Heuermann se ajustaba a la descripción del testigo, vivía cerca de la torre de antena de Long Island y trabajaba cerca de las antenas de Nueva York donde se captaron otras llamadas, según las autoridades.
Un avance clave en el caso se produjo cuando los investigadores cotejaron el ADN de un trozo de cabello masculino hallado en la tela utilizada para envolver el cadáver de Waterman con una muestra de ADN tomada de una orilla de pizza que Heuermann había tirado a un cubo de basura de Manhattan en enero.
El historial de Heuermann en Internet incluía al menos 200 búsquedas de información sobre el estado de la investigación de Gilgo, así como búsquedas compulsivas de fotos de las víctimas y sus familias, dijo Tierney.
Los registros también incluían búsquedas de pornografía violenta y representaciones de mujeres maltratadas, violadas y asesinadas, dijo el fiscal.
La esposa y los dos hijos de Heuermann estaban fuera del Estado durante las horas en que se cree que las tres mujeres fueron asesinadas, dijeron las autoridades.
La esposa y los hijos del sospechoso están cooperando con la investigación, según Carter.
Un investigador describe los presuntos actos del sospechoso como “el peor caso que he visto jamás”.
Las presuntas acciones de Heuermann se encuentran entre los casos más perturbadores que ha visto en su carrera, dijo Carter a CNN.
“No puedo empezar a imaginar el dolor que estas familias han tenido que soportar durante la última década y saber que este demonio era capaz de hacer un acto tan malvado, está simplemente, ya sabes, más allá de la comprensión”, dijo Carter.
El subcomisario describió repetidamente a Heuermann como un “demonio”.
“Es realmente difícil entrar en la mente de alguien que es capaz de cometer los crímenes que cometió”, dijo Carter.
“Tenía la intención de cometer estos crímenes. Pretendía encubrirlos, y los actos que cometió fueron los peores que he visto jamás”, dijo.
Heuermann vivía con su familia en el pueblo de Massapequa Park, justo al otro lado de la bahía donde se encontraron los restos de las víctimas.
El sospechoso, arquitecto colegiado, es propietario de la empresa de arquitectura y consultoría RH Consultants & Associates, con sede en Nueva York, desde 1994, según el sitio web de su empresa.
La investigación dista mucho de haber concluido
A pesar de la detención de Heuermann en relación con tres de los homicidios de Gilgo Beach, los casos relacionados con varios otros conjuntos de restos humanos descubiertos en la zona por la misma época siguen bajo investigación.
“Vamos a seguir trabajando en este caso y en toda la investigación de Gilgo. Estos detectives nunca se dan por vencidos, han estado trabajando durante más de una década y nunca se han dado por vencidos”, concluyó Carter.
– Kristina Sgueglia, John Miller, Emma Tucker, Ray Sánchez, Nicole Grether y Beth English de CNN contribuyeron con este reportaje.