CNNE 1363263 - se extiende el acuerdo de granos entre ucrania y rusia
Experto de la FAO analiza la crisis alimenticia global y el acuerdo de granos entre Rusia y Ucrania
06:31 - Fuente: CNN

Londres (CNN) – Los precios del trigo y el maíz en los mercados mundiales de materias primas subieron este lunes después de que Rusia se retirara de un acuerdo crucial que permitía la exportación de granos desde Ucrania.

El colapso del pacto amenaza con elevar los precios de los alimentos para los consumidores de todo el mundo y abocar a millones de personas a la hambruna.

La Casa Blanca advirtió que la decisión de Rusia “empeorará la inseguridad alimentaria y perjudicará a millones de personas vulnerables en todo el mundo”.

“El Acuerdo de Granos del Mar Negro ha sido fundamental para disminuir los precios de los alimentos en todo el mundo, que se dispararon como resultado de la invasión brutal y no provocada de Rusia en Ucrania”, dijo en un comunicado Adam Hodge, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos.

Los futuros del trigo en la Bolsa de Chicago subieron un 2,7 %, hasta US$ 6,80 el bulto, y los del maíz un 0,94 %, hasta US$ 5,11 el bulto, ante el temor de los operadores a una inminente escasez de suministro de estos alimentos básicos.

El granelero ARGO I atracado en la terminal de grano del puerto de Odesa, Ucrania, el 10 de abril. Bo Amstrup/Ritzau Scanpix/AFP/Getty Images

Sin embargo, los precios del trigo siguen siendo un 52 % inferiores a los máximos históricos de marzo de 2022, tras la invasión rusa de Ucrania el mes anterior, y los del maíz son un 38 % inferiores a los de abril de 2022, cuando alcanzaron un máximo de 10 años.

El acuerdo del mar Negro, negociado originalmente por Turquía y las Naciones Unidas, hace un año, ha garantizado el paso seguro de los buques que transportan grano desde los puertos ucranianos. El acuerdo expiraba este lunes a las 5 p. m., hora de Miami, (medianoche en Estambul, Kyiv y Moscú).

Hasta ahora, el acuerdo ha permitido la exportación de casi 33 millones de toneladas métricas de alimentos a través de los puertos ucranianos, según datos de la ONU.

El acuerdo se había renovado en tres ocasiones, pero Rusia ha amenazado repetidamente con retirarse, alegando que ha visto obstaculizada la exportación de sus propios productos.

Durante el fin de semana, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, indicó que no renovaría el pacto, afirmando que su principal objetivo, el suministrar grano a los países necesitados, “no se había cumplido”.

Repercusiones de largo alcance

Es probable que el colapso del acuerdo tenga repercusiones mucho más allá de la región.

Antes de la guerra, Ucrania era el quinto exportador mundial de trigo, con un 10 % de las exportaciones, según la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

Ucrania se encuentra entre los tres principales exportadores mundiales de cebada, maíz y aceite de colza, según Gro Intelligence, una empresa de datos agrícolas. También es, con diferencia, el mayor exportador de aceite de girasol, con el 46 % de las exportaciones mundiales, según Naciones Unidas.

Según un informe de la Red de Información sobre Seguridad Alimentaria (FSIN, por sus siglas en inglés), una plataforma de intercambio de datos financiada por la Unión Europea y Estados Unidos, el año pasado las principales causas de “inseguridad alimentaria aguda” en 27 países fueron las crisis económicas, entre las que se incluyen las repercusiones de la guerra de Ucrania y la pandemia, que afectaron a casi 84 millones de personas. La FSIN define la inseguridad alimentaria aguda como la carencia de alimentos suficientes hasta el punto de poner en peligro la vida o los medios de subsistencia de la persona.

El Comité Internacional de Rescate (IRC, por sus siglas en inglés) afirmó en noviembre que la ruptura del acuerdo “golpearía más a quienes están al borde de la hambruna”. La advertencia se produjo después de que Moscú suspendiera su participación en el pacto durante varios días tras los ataques con drones en Sebastopol, ciudad portuaria de Crimea, controlada por Rusia.

El secretario general de la ONU, António Guterres, también dijo entonces que una ruptura del acuerdo convertiría una “crisis de asequibilidad [de los alimentos] en una crisis de disponibilidad”, si los agricultores de todo el mundo no podían abastecerse de los fertilizantes necesarios antes de la temporada de siembra.

Rusia es el mayor proveedor mundial de fertilizantes, según Gro Intelligence. Como parte del acuerdo más amplio, se negoció un acuerdo conexo para facilitar los envíos de fertilizantes y cereales rusos.

La semana pasada, Shashwat Saraf, director regional de Emergencias para África Oriental del IRC, pidió una ampliación a largo plazo del acuerdo para crear “previsibilidad y estabilidad” en la región, que ha perdido grandes cantidades de cosechas a causa de la sequía y las inundaciones.

“Con aproximadamente el 80 % del grano de África Oriental exportado desde Rusia y Ucrania, más de 50 millones de personas en África Oriental pasan hambre, y los precios de los alimentos se han disparado casi un 40 % este año”, declaró Saraf en un comunicado.

Precios de los alimentos

El índice mundial de precios de los alimentos, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, alcanzó su máximo histórico en marzo de 2022, pero desde entonces no ha dejado de bajar. Una caída de las exportaciones de alimentos generada por la retirada de Rusia del acuerdo podría invertir esa tendencia.

Las naciones más ricas están menos expuestas a las consecuencias que algunos países de Medio Oriente y África, dijo a CNN Caroline Bain, economista jefe de Materias Primas de Capital Economics.

“Una nueva subida de los precios de las materias primas agrícolas causaría obviamente un aumento de los precios al por menor de los alimentos, pero quizá no tanto como se piensa, sobre todo en las economías desarrolladas”, afirmó.

“Hay tantos costos en el camino desde el trigo a una barra de pan, incluyendo el transporte, el procesamiento, el envasado, la mano de obra”, dijo, añadiendo que los precios de la energía eran un gran impulsor de la inflación de los precios de los alimentos.

– Rob Picheta, Hanna Ziady, Mick Krever, Anna Chernova y Priscilla Alvarez contribuyeron a este reporte.