(CNN) – El Departamento de Justicia le comunicó este jueves a Texas su intención de emprender acciones legales contra las barreras flotantes que se ubicaron en el río Grande como parte de la operación del estado en la frontera con México, según fuentes con conocimiento del asunto y una carta obtenida por CNN.
El Departamento de Justicia envió la carta al gobernador de Texas, Greg Abbott, este jueves, aunque aún queda tiempo para que el estado responda.
“Las acciones del Estado de Texas violan la ley federal, plantean preocupaciones humanitarias, presentan graves riesgos para la seguridad pública y el medio ambiente, y pueden interferir con la capacidad del gobierno federal para llevar a cabo sus funciones oficiales”, señalaba la carta, citando una cláusula de la ley que “prohíbe la creación de cualquier obstrucción a la capacidad navegable de las aguas de Estados Unidos, y además prohíbe la construcción de cualquier estructura en dichas aguas sin autorización del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos”.
Esto es independiente de la evaluación en curso de maltratos a los migrantes, que el Departamento de Justicia describió como “informes preocupantes”.
“Texas tiene la autoridad soberana para defender nuestra frontera, según la Constitución de Estados Unidos y la Constitución de Texas”, dijo Abbott en Twitter. “Hemos enviado a la administración de Biden numerosas cartas que detallan nuestra autoridad, incluida la que entregué personalmente al presidente Biden a principios de este año”.
CNN se puso en contacto con el Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS, por sus siglas en inglés), pero no ha recibido respuesta.
El Departamento de Justicia ha presentado demandas anteriormente por asuntos relacionados con la frontera. El año pasado, la agencia demandó a Arizona por ubicar contenedores de transporte a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos, una medida que tomó el entonces gobernador republicano Doug Ducey como una afrenta a las políticas de inmigración de Biden. Finalmente, Arizona accedió a retirar los contenedores.
La noticia llega en un momento en que más de 80 legisladores demócratas estadounidenses enviaron el viernes una carta al presidente Joe Biden instándole a investigar las “acciones peligrosas y crueles” de Abbott en la frontera sur, después de que un policía estatal de Texas denunciara un supuesto trato inhumano a los inmigrantes y de que el principal diplomático de México se quejara ante Washington de que Texas había incumplido dos tratados internacionales.
“Escribimos para expresar nuestra profunda alarma por las políticas fronterizas instituidas por el gobernador de Texas, Greg Abbott, que están poniendo a los solicitantes de asilo en grave riesgo de lesiones y muerte, interfiriendo con la aplicación de las leyes federales de inmigración, infringiendo los derechos de propiedad privada y violando los compromisos de los tratados de Estados Unidos con México”, señala la carta.
El inspector general del Departamento de Seguridad Pública de Texas ha recibido varias quejas adicionales del personal del DPS en primera línea en la frontera sobre el trato a los migrantes que intentan entrar a Estados Unidos, según dijeron a CNN tres fuentes familiarizadas con la investigación. Entre las quejas hay informes de que a los policías de Texas se les dijo que empujaran a los migrantes hacia el río Grande y se les ordenó que no les dieran agua.
En una declaración conjunta este martes con otros altos funcionarios de Texas, incluido el jefe del Departamento de Seguridad Pública, Steve McCraw, la oficina de Abbott dijo que no ha habido órdenes o instrucciones dadas en el marco de la Operación Lone Star que “comprometan la vida de los que intentan cruzar la frontera ilegalmente”.
El esfuerzo, liderado por el representante Joaquín Castro, también incluye a demócratas más tradicionalmente conservadores como el representante Henry Cuellar.
Los autores de la carta destacan que la iniciativa fronteriza de Abbott, conocida como Operación Lone Star, y dice que las acciones de Abbott se han “intensificado en los últimos meses”, detallando “alambre de púas afilado” en el río Grande, que está “creando trampas mortales para los migrantes y violando los compromisos del tratado de EE.UU. con México”.
“La colocación de alambre de púas y boyas inflables en el río Grande es potencialmente ilegal y puede violar múltiples tratados bilaterales entre Estados Unidos y México, incluyendo el Tratado de Límites de 1970 y el Tratado de Aguas de México de 1944”, señala la carta. “Un intento similar de crear una frontera improvisada por el gobernador Ducey en Arizona fue abandonado a principios de este año después de que el Departamento de Justicia presentara una demanda contra el Estado de Arizona”.
La carta continúa diciendo que las políticas de iniciativa fronteriza de Abbott “suponen un enorme peligro para los inmigrantes” e insta a Biden a tomar medidas y “detener este horrible abuso de poder”.
Los funcionarios del Gobierno de Biden se han mostrado cada vez más preocupados en los últimos meses por las medidas de Abbott a lo largo de la frontera entre Texas y México.
“Está dificultando nuestro trabajo”, dijo un funcionario de Seguridad Nacional a CNN.
Este miércoles, el Departamento de Justicia anunció que está evaluando la situación en la frontera entre Texas y México, lo que supone una escalada de una administración que durante meses se había abstenido de tomar medidas contra Texas.
“El Departamento de Justicia es consciente de los informes preocupantes, y estamos trabajando con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias pertinentes para evaluar la situación”, dijo Xochitl Hinojosa, portavoz del DOJ a CNN este miércoles.
Un funcionario de la administración dijo que las acciones de Abbott “están impidiendo a los agentes de la Patrulla Fronteriza acceder al río, patrullar la zona y detener a las personas que intentan entrar ilegalmente en el país”, y agregó que los agentes también han tenido que cortar a través de múltiples capas de alambre de púas para responder a emergencias médicas.