(CNN) – El partido español de ultraderecha Vox parece dispuesto a continuar su meteórico ascenso en las elecciones generales del domingo, y pretende utilizar su creciente influencia para hacer retroceder décadas de avances en los derechos de la mujer bloqueando el acceso al aborto, derogando la legislación sobre violencia de género y cerrando el Ministerio de Igualdad.
El partido, que se formó hace sólo una década, puede convertirse en el “hacedor de reyes” de la política y en miembro del próximo gobierno de coalición de España tras la votación, según las encuestas de opinión.
A las activistas feministas les preocupa que intente retroceder el reloj a una época en la que las mujeres españolas tenían derechos muy limitados, y una activista declaró a CNN que la entrada de Vox en el gobierno nacional supondría “retroceder 40 o 50 años de golpe”.
Siguiendo una tendencia que se acelera en toda Europa, se espera que España se incline este domingo hacia la derecha tras varios años de gobiernos de izquierda. Una media de las últimas encuestas de opinión recopiladas por Reuters este lunes pronostica que el conservador Partido Popular (PP) obtendrá unos 140 escaños de los 350 de la legislatura, y necesitará formar una coalición para gobernar.
Una coalición con Vox, que obtendría 36 escaños, daría a la derecha una escasa mayoría operativa.
Cómo llegamos hasta aquí
El actual presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, anunció elecciones parlamentarias anticipadas después de que la coalición gobernante, formada por su partido, el PSOE, y sus socios de izquierdas, sufriera importantes reveses en las elecciones regionales y locales de mayo.
El PP obtuvo enormes ganancias, derrotando a miembros de la coalición en numerosos gobiernos regionales y municipales clave, preparando el escenario y el tono para las elecciones del domingo.
Entrar en coalición con Vox sería controvertido para el PP, un partido nominalmente de centro-derecha. Sin embargo, el partido ya ha llegado a acuerdos para gobernar con el apoyo de Vox en varias administraciones regionales en los últimos años, a pesar de las críticas de que estaba ayudando a legitimar las políticas de ultraderecha.
Vox se fundó en 2013 y ha aumentado rápidamente su popularidad. En 2018, se convirtió en el primer partido de ultraderecha en ganar escaños en un gobierno regional desde la muerte del dictador Francisco Franco en 1975. En 2019, se convirtió en el tercer partido más grande en el Congreso de los Diputados nacional de España.
Las encuestas indican que se prevé que el partido obtenga menos escaños en esta votación que en las últimas elecciones, pero si logra entrar en la coalición de gobierno marcaría una nueva etapa en el ascenso de Vox, de partido advenedizo a fuerza política insurgente.
Según Paloma Román Marugan, catedrática de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), la plataforma del partido se centra en una postura de línea dura frente a la inmigración ilegal, el deseo de mantener la integridad territorial de España frente a los movimientos independentistas de regiones como Cataluña y la oposición a lo que denomina ideología de género.
Promesas electorales
En su manifiesto, Vox promete reducir la autonomía regional, sustituir las policías autonómicas como los Mossos d’Esquadra en Cataluña por la Guardia Civil nacional e imponer penas más duras a violadores y pederastas, así como echar atrás una ley que garantiza la igualdad de las personas LGTBIQ, que se publicó recién en marzo de 2023.
El manifiesto de Vox también afirma que trabajará por la “eliminación de toda la legislación de género”. Quiere cerrar el Ministerio de Igualdad, atacado por los partidos de la derecha española desde que se creó en 2008 para aplicar políticas de igualdad de género, y del que el líder del partido, Santiago Abascal, ha dicho que está lleno de “psicópatas”.
En cambio, Vox quiere sustituirlo por un Ministerio de Familia, que se encargaría de promover el aumento de la natalidad y una visión “tradicional” y estrecha de la vida familiar.
Su manifiesto también propone derogar una serie de leyes introducidas en las últimas décadas que pretenden consagrar los derechos de la mujer, como el acceso al aborto o una mayor protección contra la violencia de género.
Por ejemplo, Vox quiere acabar con la ley de violencia de género y sustituirla por una “que proteja a todas las posibles víctimas de violencia en el ámbito doméstico”.
Esa propuesta refleja la negación por parte del partido de que la violencia de género exista, dijeron activistas a CNN.
Mientras tanto, más de 1.200 mujeres españolas han sido asesinadas por sus parejas actuales o anteriores desde 2003, según datos del Ministerio de Igualdad. En los últimos años, miles de personas se han manifestado para pedir una mayor protección para las mujeres, y los activistas afirman que el cambio legislativo propuesto por Vox no haría sino ponerlas aún más en peligro.
Muchos también se preguntan sobre los efectos a largo plazo de que el PP, uno de los partidos políticos históricamente más grandes de España, se alíe con un grupo de este tipo.
“El PP supuestamente no comparte estas políticas, pero parece que está optando por sacrificar estos avances en derechos para llegar al poder”, dijo Román.
“Es un poco preocupante para el país que (el PP) sea capaz de decir que para estar en el Gobierno está dispuesto a ceder terreno en temas que realmente ni siquiera estaban en el debate de la sociedad española, habíamos pasado esa página”.
Vox no respondió a la petición de comentarios de CNN. El PP respondió, pero solo para remitir a CNN a entrevistas concedidas por el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, en campaña.
“Una confrontación muy peligrosa en la sociedad española”
Laura Nuño Gómez, politóloga, activista feminista y profesora de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, explica que, si bien este tipo de reacción adversa a la redistribución del poder en la sociedad puede verse en muchos países, la situación en España se ve agravada por el ritmo de cambio desde el final de la dictadura franquista, bajo la cual los derechos de las mujeres estaban severamente limitados.
Apenas 10 años después del fin de la dictadura, España se incorporó a la Comunidad Económica Europea, precursora de la Unión Europea, y tuvo que hacer cambios al por mayor para cumplir los requisitos de la organización en materia de igualdad, explicó Nuño.
“A medida que los avances han sido más rápidos, la oposición a las políticas de igualdad de género también ha sido más intensa y animada”, señaló.
Esta reacción se explica en parte por la percepción de que estas políticas son innecesarias puesto que las mujeres ya han alcanzado la igualdad, y en parte debido a la persistente actitud de que la desigualdad entre hombres y mujeres “forma parte de una especie de orden natural de la sociedad”, dijo Nuño.
“Vox habla mucho de ideología de género, pero la verdadera ideología de género es la suya, según la cual hombres y mujeres son esencialmente diferentes y tienen una finalidad social distinta”, añadió.
Si el partido llegara al Gobierno podría afectar gravemente a la vida de las mujeres españolas, dijo Nuño.
“Me temo que intentarían implantar sus ideas sexistas y, en algunos ámbitos, como el de los derechos y libertades sexuales y reproductivas, se produciría una contrarreforma de proporciones impensables”, dijo.
Izaskun Gutiérrez Vecilla, trabajadora social de la Asociación Clara Campoamor, una ONG feminista que trabaja en la defensa de los derechos de las mujeres, dijo que si Vox formara parte del Gobierno nacional podría suponer “retroceder 40 o 50 años de golpe, cuando los delitos de violencia de género eran un asunto privado que debía permanecer a puerta cerrada”.
Vox y Abascal tienen claras sus intenciones para el país, lo que no deja dudas a Gutiérrez de lo que se juega el domingo.
Dos términos resumen la política de Vox hacia las mujeres, según ella: “Negación, de la violencia de género, y destrucción, de todo lo que las mujeres de este país han conseguido en las últimas décadas”.
Aunque aún está por decidir la magnitud de la influencia de Vox en un futuro gobierno, el partido ya ha demostrado de lo que es capaz, dijo Gutiérrez.
En las administraciones locales en las que ha ganado influencia, Vox ha sido capaz de acabar con iniciativas de igualdad y censurar actos culturales, dijo.
Los activistas están profundamente preocupados por lo que el éxito del partido, y el resultado electoral del domingo, puedan significar para el futuro de España.
“Hemos podido comprobar que pretenden poner en marcha una serie de políticas reaccionarias que traen consigo más machismo, más homofobia, más racismo en nuestro país, así como un enfrentamiento muy peligroso en la sociedad española”, dijo Gutiérrez.