(CNN) – Una nueva cosecha de herramientas de inteligencia artificial promete simplificar las tareas, mejorar la eficiencia y aumentar la productividad en el lugar de trabajo. Pero esa no ha sido la experiencia de Neil Clarke hasta ahora.
Clarke, editor del sector editorial, dijo que recientemente tuvo que cerrar temporalmente el formulario de envío en línea para su revista de ciencia ficción y fantasía, Clarkesworld, después de que su equipo se vio inundado con una avalancha de envíos generados por IA “consistentemente malos”.
“En realidad, son algunas de las peores historias que hemos visto”, dijo Clarke sobre los cientos de piezas de contenido producido por IA que él y su equipo de humanos ahora deben analizar manualmente. “Pero es más un problema de volumen, no de calidad. La cantidad nos está sepultando”.
“Casi duplicó nuestra carga de trabajo”, agregó, describiendo las últimas herramientas de inteligencia artificial como “una espina clavada en nuestro costado durante los últimos meses”. Clarke dijo que anticipa que su equipo tendrá que cerrar las convocatorias nuevamente. “Llegará un punto en el que no podamos manejarlo”.
Desde que se lanzó ChatGPT a fines del año pasado, muchas de las figuras más destacadas del mundo de la tecnología se han vuelto poéticas sobre cómo la IA tiene el potencial de aumentar la productividad, ayudarnos a todos a trabajar menos y crear nuevos y mejores empleos en el futuro. “En los próximos años, el principal impacto de la IA en el trabajo será ayudar a las personas a hacer su trabajo de manera más eficiente”, dijo recientemente el cofundador de Microsoft, Bill Gates, en una publicación de blog.
No obstante, como suele ser el caso con la tecnología, el impacto a largo plazo no siempre es claro o el mismo en todas las industrias y mercados. Además, el camino hacia una utopía tecnológica a menudo está lleno de baches y plagado de consecuencias no deseadas, ya sean abogados multados por enviar citaciones judiciales falsas de ChatGPT o una pequeña revista enterrada bajo una avalancha de propuestas generadas por computadora.
Las grandes empresas de tecnología ahora se apresuran a subirse al bus de la IA, prometiendo inversiones significativas en nuevas herramientas impulsadas por IA que prometen optimizar el trabajo. Estas herramientas pueden ayudar a las personas a redactar rápidamente correos electrónicos, hacer presentaciones y resumir grandes conjuntos de datos o textos.
En un estudio reciente, los investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts descubrieron que el acceso a ChatGPT aumentó la productividad de los trabajadores a quienes se les asignaron tareas como escribir cartas de presentación, correos electrónicos “delicados” y análisis de costo-beneficio. “Creo que lo que muestra nuestro estudio es que este tipo de tecnología tiene aplicaciones importantes en el trabajo administrativo. Es una tecnología útil. Pero aún es demasiado pronto para saber si será bueno o malo, o cómo exactamente hará que la sociedad se ajuste”, afirmó en un comunicado Shakked Noy, estudiante de doctorado en el Departamento de Economía del MIT, coautor del artículo.
Mathias Cormann, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, señaló recientemente que la organización intergubernamental descubrió que la IA puede mejorar algunos aspectos de la calidad del trabajo, pero existen compensaciones.
“Sin embargo, los trabajadores informan que la intensidad de su trabajo aumentó después de la adopción de la IA en sus lugares de trabajo”, dijo Cormann en comentarios públicos, señalando los hallazgos de un informe publicado por la organización. El informe también encontró que para los especialistas que no son de IA y los que no son gerentes, el uso de la IA solo tuvo un “impacto mínimo en los salarios hasta ahora”, lo que significa que para el empleado promedio, el trabajo aumentó, pero la paga no.
Algunos trabajadores se sienten como “conejillos de Indias”
Ivana Saula, directora de investigación de la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales, dijo que los trabajadores de su sindicato han dicho que se sienten como “conejillos de indias” mientras los empleadores se apresuran a implementar herramientas impulsadas por IA en el trabajo.
Y no siempre ha ido bien, dijo Saula. La implementación de estas nuevas herramientas tecnológicas a menudo ha llevado a más “tareas residuales que un ser humano aún necesita hacer”. Esto puede incluir realizar tareas de logística adicionales que una máquina simplemente no puede hacer, dijo Saula, agregando más tiempo y presión al flujo de trabajo diario.
El sindicato representa a una amplia gama de trabajadores, incluidos los de transporte aéreo, atención médica, servicio público, manufactura y la industria nuclear, indicó Saula.
“Nunca es un corte limpio, donde la máquina puede reemplazar por completo al humano”, dijo Saula a CNN. “Puede reemplazar ciertos aspectos de lo que hace un trabajador, pero hay algunas tareas pendientes que se asignan a quienquiera que quede”.
Los trabajadores también “dicen que mi carga de trabajo es más pesada” después de la implementación de nuevas herramientas de inteligencia artificial, aseguró Saula, y “la intensidad con la que trabajo es mucho más rápida porque ahora la establece la máquina”. Agregó que los comentarios que reciben de los trabajadores muestran lo importante que es “realmente involucrar a los trabajadores en el proceso de implementación”.
“Porque hay conocimiento sobre el terreno, en primera línea, que los empleadores deben conocer”, dijo. “Y, a menudo, creo que hay desconexiones entre los trabajadores de primera línea y lo que sucede en los talleres, y la alta gerencia, y sin mencionar a los directores ejecutivos”.
Quizás en ninguna parte son tan evidentes los pros y los contras de la IA para las empresas como los medios. Estas herramientas ofrecen la promesa de acelerar, si no automatizar, la redacción publicitaria, la publicidad y cierto trabajo editorial, pero ya ha habido algunos errores notables.
El medio de noticias CNET tuvo que emitir correcciones “sustanciales” a principios de este año después de experimentar con el uso de una herramienta de IA para escribir historias. Y lo que se suponía que era una simple historia escrita por IA sobre Star Wars y publicada por Gizmodo a principios de este mes, requería una corrección similar y resultó en confusión entre los empleados. Pero ambos medios han señalado que seguirán adelante con el uso de la tecnología para ayudar en las salas de redacción.
Otros, como Clarke, el editor, han tratado de combatir las consecuencias del auge de la IA confiando en más IA. Clarke dijo que él y su equipo recurrieron a detectores de trabajo generado por IA impulsados por IA para lidiar con la avalancha de envíos, pero descubrieron que estas herramientas no eran útiles debido a la poca fiabilidad con la que marcan “falsos positivos y falsos negativos”, especialmente para los escritores cuyo segundo idioma es el inglés.
“Escuchas a estos expertos en IA, hablan sobre cómo estas cosas van a lograr avances asombrosos en diferentes campos”, dijo Clarke. “Pero esos no son los campos en los que están trabajando actualmente”.