(CNN) – La Copa Mundial Femenina vio un momento que perdurará en la memoria de Giulia Dragoni, de 16 años, cuando fue titular en el partido de Italia contra Argentina este lunes.
Dragoni, que nació el 7 de noviembre de 2006, comenzó el partido del Grupo G en el corazón del mediocampo de Italia y se convirtió en la jugadora más joven en representar a Italia en la historia de la competencia. Es la segunda europea más joven en jugar en el torneo, según la FIFA.
Apodada como la ‘pequeña Messi’, Dragoni viste la camiseta número 16, correspondiente a su edad.
Por el contrario, Vanina Correa, de 39 años, estaba en la portería de Argentina; ya había debutado con su país cuando nació Dragoni.
La adolescente italiana jugó un papel clave en el partido inaugural de Italia contra Argentina; la joven barcelonista aportó energía y calidad en el corazón del campo antes de ser sustituida en el minuto 83.
Italia, que llegó a cuartos de final en el Mundial de 2019, fue el equipo más fuerte durante el partido inaugural para ambos equipos en Eden Park en Auckland, Nueva Zelandia, con una calidad tardía de Cristiana Girelli que resultó decisiva para que Italia ganara 1-0.
La primera mitad fue un asunto parejo, ya que tanto Arianna Caruso como Valentina Giacinti tuvieron goles anulados por fuera de juego, haciendo sus respectivas carreras fraccionalmente demasiado temprano.
Tras el descanso, ninguno de los dos equipos querían perder su primer partido, las ocasiones de gol eran escasas y espaciadas, y los equipos priorizaban evitar los errores antes que atacar la imprudencia.
Vanina Correa en la portería de Argentina fue llamada a la acción para hacer algunas paradas de rutina, pero el empate en el mediocampo fue la principal contienda con ambos lados cancelándose entre sí en su mayor parte.
Ambos entrenadores intentaron cambiar el flujo del juego proporcionando empuje desde el banquillo, y fue un suplente de Italia quien marcó la diferencia.
Girelli, la jugadora de mayor edad en el equipo Azzurre, reemplazó a Dragoni al final del juego y solo unos minutos después demostró por qué se ha convertido en una leyenda para la nación, ya que su cabezazo en bucle le dio a Italia una ventaja tardía.
Fue un momento de calidad de Girelli, anotando su gol internacional número 54 en su aparición número 104 y, lo que es más importante, le dio a Italia tres puntos vitales para comenzar su campaña en la Copa del Mundo.