Seúl, Corea del Sur (CNN) – Delegaciones de Rusia y China, aliados clave de Corea del Norte en la Guerra de Corea, se reunieron en Pyongyang esta semana para celebrar el “Día de la Victoria” de Corea del Norte en la guerra que asoló la península coreana hace siete décadas, mientras se alinean sobre otro conflicto muy contemporáneo: la devastadora invasión rusa de Ucrania.
El líder norcoreano, Kim Jong Un, le dio al ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, arquitecto del ataque de Moscú a Ucrania, un recorrido por una exposición de defensa en Pyongyang este miércoles, con imágenes de los medios norcoreanos mostrándolos caminando junto a una serie de armas, desde los misiles balísticos con capacidad nuclear de Pyongyang hasta sus drones más nuevos.
En una recepción de Estado para Shoigu y la delegación rusa, en referencia a la guerra en Ucrania, el ministro de Defensa de Corea del Norte, Kang Sun Nam, expresó el pleno apoyo de Pyongyang “a la lucha justa del ejército y el pueblo rusos para defender la soberanía y la seguridad del país”, según un informe de la Agencia Central de Noticias de Corea del Sur (KCNA).
En declaraciones propias, Shoigu dijo que el Ejército Popular de Corea (KPA) se ha “convertido en el ejército más fuerte del mundo” y prometió una cooperación continua para que siga siendo así.
También este miércoles, en una recepción para la delegación china encabezada por el miembro del Politburó Li Hongzhong, el alto funcionario norcoreano Kim Song Nam agradeció a las fuerzas chinas por unirse a la Guerra de Corea y dijo que Corea del Norte “no olvidará para siempre las heroicas hazañas y los méritos de los valientes soldados que registraron una página brillante en la historia”.
Ankit Panda, investigador principal de Stanton en el Programa de Política Nuclear de Carnegie Endowment for International Peace, dijo que la presencia de las delegaciones china y rusa en el aniversario del armisticio “subraya la importancia que Pyongyang otorga a sus relaciones con ambos países”.
“La presencia de Shoigu es particularmente notable: una señal de lo cerca que se han vuelto Pyongyang y Moscú desde la invasión rusa de Ucrania el año pasado”, dijo Panda.
Pero la reunión en Pyongyang también ilustra una debilidad, dijo Blake Herzinger, investigador del Centro de Estudios de los Estados Unidos en Australia.
“Es realmente representativo de cuán cortas son las listas de amigos de China y Rusia, y la voluntad de ambos de mostrar su apoyo a un régimen canalla”, dijo Herzinger.
Alineación en la guerra con Ucrania
Ahora las tres potencias nucleares autoritarias están poniendo un frente unido sobre Ucrania, un antiguo estado soviético que Rusia invadió en febrero de 2022 después de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, declarara que era históricamente territorio ruso.
Esa invasión pronto tropezó cuando los ucranianos defendieron ferozmente su patria y las potencias occidentales se apresuraron a enviar armas y municiones a Kyiv mientras Moscú quemaba sus propias existencias y buscaba aliados como Irán y Corea del Norte para reabastecerse.
Funcionarios estadounidenses dijeron el año pasado que Corea del Norte estaba vendiendo millones de cohetes y proyectiles de artillería a Rusia para usar en el campo de batalla en Ucrania.
Y aunque China no ha suministrado armamento a Rusia, se ha mantenido firme en la esquina de Moscú mientras la guerra en Ucrania se prolonga en su mes 18, con Xi profundizando su relación con Putin y haciéndose eco de la retórica del Kremlin sobre el conflicto.
Después del breve motín en Rusia por parte del grupo mercenario Wagner el mes pasado, un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China expresó su apoyo al régimen de Putin.
“Como vecino amistoso de Rusia y socio estratégico integral de coordinación para la nueva era, China apoya a Rusia en el mantenimiento de la estabilidad nacional y el logro del desarrollo y la prosperidad”, dijo un comunicado en línea.
Simulacros militares
Mientras tanto, los ejércitos ruso y chino han estado activos en las aguas frente a la península de Corea, con su último ejercicio conjunto, Northern/Interaction-2023, que reunió a las fuerzas navales y aéreas de ambos países en simulacros con el objetivo de “fortalecer las capacidades de ambas partes para salvaguardar conjuntamente la paz y la estabilidad regionales y responder a diversos desafíos de seguridad”, según el sitio web en inglés del Ejército Popular de Liberación.
Esos ejercicios en las aguas entre la Península de Corea y Japón ocurrieron cuando Corea del Sur y EE.UU. realizaban sus propias demostraciones militares, incluido un submarino de misiles balísticos con capacidad nuclear de la Marina de EE.UU. que hacía escala en un puerto de Corea del Sur por primera vez en cuatro décadas.
Se esperaba que las conmemoraciones del armisticio de Pyongyang continuaran este jueves con un desfile militar en la capital. Corea del Norte normalmente marca momentos clave en su historia con exhibiciones de su armamento más nuevo.
Una de esas armas que puede estar en exhibición es el misil balístico intercontinental Hwasong-18, un misil de combustible sólido con capacidad nuclear que, según Corea del Norte, podría impactar en cualquier parte de los Estados Unidos. Ha probado ese misil dos veces este año, la más reciente a principios de este mes.