(CNN) – Los afganos a los que se les prometió un hogar en Estados Unidos, después de que su país cayera en manos de los talibanes, dicen que han esperado tanto tiempo a que Estados Unidos procese sus solicitudes que ahora los están devolviendo a los talibanes, el enemigo del que huyeron.
Varios afganos que trabajaron con EE.UU. y se les dijo que eran elegibles para el reasentamiento en ese país, fueron deportados a la fuerza a Afganistán desde Pakistán, de donde huyeron, para esperar el procesamiento luego de la toma del poder por los talibanes, en 2021, según información obtenida por CNN.
Un hombre que esperaba una visa estadounidense describió que la Policía paquistaní lo dejó en la frontera afgana este verano. “No nos entregaron a las fuerzas fronterizas afganas (talibanes)”, dijo. “Simplemente nos liberaron en la frontera y nos dijeron que regresáramos a Afganistán. Éramos yo, mis cuatro hijos y mi esposa deportados juntos”. Ahora vive escondido en la capital afgana, en Kabul.
Otro afgano deportado, también hablando desde su escondite en Kabul, dijo: “Esto es muy, muy peligroso y es muy duro… ¿Cuántas personas han sido asesinadas, torturadas, desaparecidas?”, dijo. El hombre, un exempleado de un contratista estadounidense, dijo que los talibanes “me castigarán, me encarcelarán. ¿Quizás me matarán? Estoy seguro de que lo harán. Y agregó: “Aun así, creemos que Estados Unidos nos ayudará. Creemos que aún no perdimos la esperanza”.
Ambas personas hablaron con CNN de forma anónima por su seguridad y proporcionaron documentación que mostraba que se estaba procesando un número de caso de visa de EE.UU. y evidencia de su presencia en Pakistán.
Muchos afganos huyeron de los talibanes después de la caída de Kabul, el 15 de agosto de 2021, ante el grupo islamista de línea dura. Más de 124.000 afganos fueron sacados del país en avión en una enorme operación dirigida por Estados Unidos.
Sin embargo, miles también huyeron a través de la frontera a Pakistán, a menudo con papeleo incompleto, siguiendo las instrucciones de EE.UU. de que deben esperar en un tercer país para que se procesen sus solicitudes de visa a EE.UU.
Desde entonces, casi 90.000 afganos han sido reasentados en EE.UU., según cifras del Departamento de Estado, pero muchos otros se han visto atrapados en la acumulación de solicitudes de las denominadas Prioridad Afgana 2 (P-2) o Visas de Inmigrante Especial (SIV, por sus siglas en inglés) en espera de ser procesados.
Los grupos de derechos humanos dicen que la situación más grave la enfrentan los de Pakistán, desde donde cientos de afganos han sido deportados en una campaña contra los inmigrantes tras la reciente inestabilidad política.
Al menos dos afganos que esperaban visas P-2 han sido atrapados en esta represión, según conoció CNN, y se quejan de la persecución policial pakistaní. Varios otros que aún residen en Pakistán hablaron con CNN sobre lo que dijeron era acoso por parte de la Policía paquistaní y la amenaza de deportación si no pagaban multas o sobornos.
Los Ministerios de Asuntos Exteriores y del Interior de Pakistán no han respondido a la solicitud de CNN de comentarios sobre las afirmaciones.
Al menos 530 afganos han sido deportados por Pakistán en lo que va del año, según Haseeb Aafaq, portavoz del grupo de voluntarios Consejo de Inmigrantes y Refugiados de Afganistán. Aafaq dijo que la cifra provino de sus estudios de registros locales, pero agregó que podría ser una estimación baja ya que muchos afganos fueron deportados sin documentación.
Aafaq agregó que las autoridades paquistaníes no hicieron excepciones para los casos pendientes de visas estadounidenses. “No hay diferenciación. Las autoridades aquí ni siquiera piensan de dónde eres. Si eres afgano, debes ser deportado si tu visa no es válida, ya sean SIV o P-2 o casos de patrocinio”. Dijo que muchos de los deportados son casos P-2, pero no pudo proporcionar un número preciso ya que muchos afganos mantienen confidencial su estatus P-2 por temor a su seguridad.
Dos jóvenes afganos se quitaron la vida en Islamabad desde junio, ambos en espera de visas P-2 estadounidenses, según activistas. Aafaq dijo que uno de ellos, de 25 años, que murió la semana pasada, había sufrido “presión mental y económica y un futuro incierto”.
Aafaq dijo que el hecho de que EE.UU. no abriera un Centro de Apoyo al Reasentamiento (RSC, por sus siglas en inglés) en Pakistán significaba que el procesamiento de los casos se había estancado parcialmente. “El RSC aún no se ha activado, mientras que en otros países, como Turquía o Tayikistán, la gente se ha ido a Estados Unidos”, dijo.
Denuncian represión policial a afganos en Pakistán
Los afganos que esperan en Pakistán han denunciado hostigamiento por parte de la Policía paquistaní, incluidos arrestos y demandas de dinero. Uno, que trabajó con el Ejército de EE.UU. y pidió no ser identificado por su seguridad, le dijo a CNN: “Estaban pidiendo una visa. Había muchos policías, entraron a la casa sin información clara. Y me sacaron de [mi] casa y simplemente [me] metieron en la camioneta. Mis hijos, fueron muy acosados. Estaban llorando, estaban pidiendo ayuda”.
También describió como una vez salvó a sus colegas estadounidenses durante una protesta y tenía cartas de elogio que denotaban su servicio. “Estoy decepcionado por la forma en que serví a los estadounidenses en Afganistán. Esperaba que me dieran la bienvenida allí antes. Parece que no tengo ningún futuro en absoluto”.
El Departamento de Estado de EE.UU. le dijo a CNN en un comunicado que la administración Biden “sigue demostrando su compromiso con los valientes afganos” que trabajaron con EE.UU. Agregó que su “capacidad de procesamiento en Pakistán sigue siendo limitada, pero [el persona] está trabajando activamente para expandirla”. La declaración instó a los “vecinos de Afganistán” a “mantener sus fronteras abiertas” y “cumplir con sus obligaciones” en lo que respecta a los solicitantes de asilo. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Pakistán se negó a comentar.
Otro afgano, a quien CNN no nombra por su seguridad, sirvió a Estados Unidos en Afganistán y ahora está en Pakistán con su esposa e hijos. Describió su espera por la ayuda de Estados Unidos como un “mal sueño”. Su esposa sollozaba: “Regresar a Afganistán es un gran riesgo y aquí estamos muriendo, a cada momento. Quedarse en Pakistán es una muerte gradual”.