(CNN) – Alicia Navarro salió de su casa en Glendale, Arizona, en septiembre de 2019 y dejó una nota en la que decía que se marchaba, prometía regresar pronto y lamentaba lo que sucedía. Tenía 15 años.
Ese retorno nunca sucedió. Por cuatro años, la Policía local, el FBI y grupos dedicados a localizar a menores extraviados comenzaron una extensa búsqueda por todo Estados Unidos, que resultó en numerosas llamadas de personas que decían tener información sobre Navarro, pero nunca fue localizada.
Hasta que el pasado 23 de julio, Navarro se presentó en una estación de policía en una pequeña ciudad en el estado de Montana, cerca de la frontera con Canadá, donde se identificó y pidió ayuda para que la removieran de la lista de menores desaparecidos.
Según el portavoz del Departamento de Policía de Glendale, Jose Santiago, la joven llegó sola y por su propia voluntad.
La Policía publicó dos videos cortos en los que Navarro expresa su agradecimiento por el interés en su caso y asegura que nadie le ha hecho daño desde que salió de casa. La Policía le dice que quieren asegurarse de que todo esté bien, y ella responde que lo entiende. En ese punto, la Policía silenció el video y solo se ve a la joven llena de emoción como si estuviera a punto de llorar.
A través de redes sociales, su madre, Jessica Nuñez, confirmó que habían encontrado a su hija, agradeciendo a Dios por el milagro de que regresara a salvo e indicando que no tenía muchos detalles de lo que pasó con ella en los últimos cuatro años.
El teniente Scott Waite, de la Policía de Glendale, dice que saber del paradero de Navarro son buenas noticias, pero no significa el fin de la investigación, y que continuarán colaborando con agencias estatales y federales para asegurarse de que la joven tenga lo que necesita, la familia reciba respuestas y que la investigación se realice de forma apropiada.
Según las autoridades, Navarro solo quiere privacidad para continuar con su vida. Hasta ahora, no hay información de si tiene intenciones de regresar a Arizona.