(CNN) — Los nuevos proyectos de ley que ha promulgado el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, han desatado la controversia en el estado, generando protestas, demandas y advertencia de viaje que señalan que el estado es “abiertamente hostil” hacia las personas negras, inmigrantes, mujeres y miembros de la comunidad LGBTQ+.
Las consecuencias ya empezaron a extenderse a una arteria económica clave para un estado libre de impuestos sobre la renta, que depende en gran medida de los impuestos al turismo: el negocio de las convenciones de Florida.
Durante las últimas semanas, al menos una decena de organizaciones anunciaron sus planes de cancelar o reubicar las próximas conferencias que iban a realizar en Florida, lo que marca una posición clara al hacer que sus miles de asistentes y millones de dólares fluyan a otros estados considerados más seguros y acogedores.
Aunque la oficina de DeSantis le ha restado importancia a la situación al llamarla una “treta impulsada por los medios”, los funcionarios de turismo y las organizaciones comunitarias en el estado dicen que lo que sucede ahora puede ser apenas el comienzo.
“A diferencia de los negocios de esparcimiento y ocio, que tienen una ventana de reserva a muy corto plazo (en semanas o meses), el negocio de conferencias es a largo plazo”, explicó Stacy Ritter, presidenta y CEO de la agencia de mercadeo de turismo Visit Lauderdale en el condado de Broward, Florida. “Estamos reservando del año 2026 al 2030 ahora, por lo que cualquier impacto que esto pueda tener no se verá en los próximos años”, añadió.
Miles de visitantes y millones de dólares
Ritter dijo que hasta el 26 de julio Visit Lauderdale había registrado 10 eventos y convenciones que las organizaciones decidieron cancelar argumentando leyes, políticas y avisos de viaje promulgados recientemente. Eso equivale a 15.000 reservas de noche en hoteles perdidas y a un impacto económico estimado de US$ 20 millones, dijo.
Ritter, quien también ha sido una política demócrata durante mucho tiempo en el estado, comentó que empezó a ver que algunas empresas daban marcha atrás en sus planes después de la sesión legislativa de 2022 y la entrada en vigor de la ley “Don’t Say Gay” (“No digas gay”, en español). En ese momento, además, recibió correos electrónicos de turistas que sugerían que no volverían a Florida porque percibían que era hostil para la comunidad LGBTQ+.
“Ese puñado de casos del año pasado aumentó un poco”, señaló. “No tengo una bola de cristal, desearía tenerla, pero no sé qué sucederá en el futuro si esto se convierte en algo o si es un problema. Nadie lo sabe”, completó.
Por ahora, las pérdidas estimadas ––especialmente cuando se distribuyen a lo largo de varios años–– representan un pequeño porcentaje de las recaudaciones anuales por impuestos de desarrollo turístico que hace el condado de Broward, las cuales ascendieron a US$ 123,9 millones en el año fiscal 2022. Sin embargo, Ritter insistió en que cualquier pérdida de negocios es potencialmente preocupante, especialmente a la luz de algunas inversiones a gran escala realizadas en los últimos años.
Las conferencias anuales se planifican con mucha anticipación para garantizar que todo funcione al reunir a miles de personas durante unos días, y los cambios de última hora a veces son casi imposibles para las organizaciones.
“El condado de Broward ha invertido US$ 1.500 millones en la construcción de un hotel Omni de 801 habitaciones conectado a nuestro centro de convenciones renovado y en expansión, [pero] no estamos teniendo las reservas para 2026, 27, 28, 29 y 30 que habíamos anticipado, considerando que tendremos este hotel nuevo y brillante en el vecindario a fines de 2025”, dijo.
En el Centro de Convenciones del Condado de Orange en Orlando, el segundo lugar de su tipo más grande de Estados Unidos, se han cancelado cuatro eventos: la celebración Grace Hopper de AnitaB.org en 2024, la convención anual número 50 de la Sociedad Nacional de Ingenieros Negros en 2024, la reunión anual de la Asociación Estadounidense de Investigación en la Educación (AERA, por sus siglas en inglés) en 2025 y la Conferencia y Exposición Quirúrgica Global de la Asociación de Enfermeros Registrados Perioperatorios (AORN, por sus siglas en inglés) en 2027.
AERA canceló su reunión de 15.000 personas en Orlando después de que Florida aprobara la Ley de Equidad en los Deportes Femeninos, que prohíbe que las atletas transgénero participen en equipos deportivos femeninos, dijo Tony Pals, portavoz de la asociación, en un correo electrónico a CNN. En 2021, AERA adoptó una moción de que no realizaría una conferencia o evento en un estado con leyes anti-trans, agregó Pals.
Por su parte, los funcionarios de AORN se negaron a decir si su decisión estaba vinculada a alguna legislación específica o advertencia de viaje.
Los funcionarios del Centro de Convenciones del Condado de Orange rehusaron comentar más allá de la declaración escrita que emitió Mark Tester, su CEO, quien dijo que el centro de convenciones “prioriza la seguridad y la comodidad” de los empleados, asistentes y miembros de la comunidad.
En Tampa, el centro de convenciones más grande de la ciudad no ha registrado ningún evento cancelado. Sin embargo, las organizaciones que aún organizan sus conferencias este año en el Centro de Convenciones de Tampa “nos han expresado su descontento con la legislación”, dijo a CNN Juan López, gerente de ventas y mercadeo del lugar.
“Existe preocupación por los posibles clientes y sus dudas de venir a Florida o elegir cualquier destino de Florida”, dijo. “Sin embargo, nuestra comunidad continúa enviando mensajes y abogando para que todos los grupos vengan a Tampa, sabiendo que independientemente de lo que ocurra dentro de nuestra legislación, Tampa sigue siendo un destino inclusivo donde damos la bienvenida y aceptamos a todos los grupos independientemente de su raza, religión, orientación sexual, independientemente de lo que esté sucediendo políticamente”, completó.
La oficina de prensa de DeSantis negó la solicitud de una entrevista y de comentarios adicionales más allá de una declaración por correo electrónico.
“Esto no es más que una treta impulsada por los medios”, escribió el secretario de prensa Jeremy Redfern en el correo electrónico. Señaló que Florida está “experimentando un récord en turismo”, tuvo un número récord de visitantes durante el primer trimestre de este año y estuvo entre los seis estados de más rápido crecimiento en el sur que contribuyeron más al PIB que el noreste.
“Bajo el liderazgo del gobernador DeSantis, la economía de Florida está en auge, siendo el estado de más rápido crecimiento y con la mayor inmigración nacional neta”, dijo Redfern en un comunicado.
Preocupaciones de seguridad
El clima político cambió los cálculos de muchas organizaciones a la hora de organizar eventos en Florida este año y sopesar futuras conferencias.
La Math Association of America (MAA), que esta semana celebró su MathFest anual en Tampa, presentó una extensa lista de iniciativas en su sitio web para los miembros antes del evento, incluyendo información sobre baños de género neutro, detalles de seguridad y esfuerzos para comprometerse con la comunidad local.
AnitaB.org, una organización de trabajadoras tecnológicas femeninas y no binarias, declaró en una carta abierta que su Grace Hopper Celebration, que tendrá lugar en septiembre en Orlando, “pondrá fin a nuestra inversión en Florida, y no volveremos hasta que se derogue esta legislación y el estado sea más acogedor para todos”. La organización citó leyes que restringen el acceso al aborto, que permiten la portación oculta de armas de fuego sin permiso, que se dirigen contra los inmigrantes indocumentados y que restringen el currículo de los educadores, especialmente en lo que se refiere a las personas LGBTQ+ y de color.
AnitaB.org y MAA no respondieron a la solicitud de comentarios de CNN.
Fue una decisión difícil para la National Society of Black Engineers (NSBE) trasladar su evento de 2024 de Florida, dijo Janeen Uzzell, CEO de la organización, que hace dos años eligió Orlando como ciudad anfitriona de su 50ª convención anual.
Pero tras mantener conversaciones con la NAACP, la National Urban League, el equipo jurídico, los patrocinadores, los miembros del Congreso y otras organizaciones en el mismo barco, la NSBE decidió que lo mejor era no celebrar el evento allí, dijo, y añadió que se están dejando potencialmente sobre la mesa “importantes sumas” de dinero.
La NSBE se formó en 1975, durante el Black Power Movement, y mientras la organización celebra su 50 aniversario y trata de cumplir su misión de aumentar el número de ingenieros negros, el clima en Florida socava esa misión, dijo.
“Y así, por las mismas razones por las que se unieron para crear la NASB, esas son algunas de las mismas, desafortunadas razones por las que todavía existimos hoy, más allá de nuestra beca y la oportunidad de financiar la educación y ayudar a los estudiantes a conseguir puestos de trabajo y construir la línea de la ingeniería”, dijo. “Pero, por desgracia, ahora llegamos a un punto crítico con el proyecto de ley 999 de la Cámara de Representantes (que prohíbe a las universidades estatales utilizar fondos para promover la diversidad, la equidad y la inclusión o la Teoría Crítica de la Raza) que hace que tengamos una experiencia comprometida, por lo que estamos volviendo a las raíces de por qué empezamos y vamos a mantenernos firmes en eso, y eso es inquebrantable”.
En el caso de la Association of Collegiate Schools of Planning (ACSP), se tomó la “decisión basada en principios” de trasladar su conferencia de otoño de 2023 de Florida a otra ciudad anfitriona.
“Si bien ningún lugar puede ser 100% seguro, Miami y Florida en el otoño de 2023 no se sentían como el mejor lugar para reunirnos para nuestra conferencia anual”, escribió Laxmi Ramasubramanian, presidenta de la ACSP, a los miembros el 28 de junio en una carta que también se proporcionó a CNN. “Nos preocupaba la pérdida de asistentes a la conferencia porque era probable que algunos de ellos se sintieran incómodos, no fueran bienvenidos o temieran por su propia seguridad mientras se desplazaban por Miami fuera de las sedes de la conferencia”.
La seguridad era una preocupación primordial para Petra Doan, miembro de la junta y profesora de la Universidad Estatal de Florida jubilada recientemente, que hizo su transición hace 25 años mientras formaba parte del profesorado. Doan, que se trasladó a Maine el año pasado tras 33 años en Florida, dijo que se considera una refugiada política.
“A menudo siento que si vuelvo a Florida me pintarán una diana porque soy abiertamente trans”, dijo Doan.
Doan también expresó su preocupación por el campo y la enseñanza del urbanismo bajo las nuevas leyes.
“Si no proporcionamos a nuestros planificadores herramientas para comprender a estas poblaciones minoritarias, estarán en desventaja”, afirmó. “Las ciudades han sido lugares notorios en los que se han pisoteado los derechos de las minorías, así que yo estaba poniendo mi granito de arena para intentar reorientar la formación de las personas que pasarían a planificar las ciudades”. “Y creo que tuvo éxito, pero era evidente que no era lo que interesaba a la jerarquía política del estado de Florida cuando me marché”.
Un “momento de control interno”
Los boicots a los viajes no son nada nuevo en el sector de los congresos.
“Fluye y refluye”, afirma Jack Johnson, director de promoción de Destinations International, una asociación que defiende los intereses de los profesionales y organizaciones del turismo.
En las últimas décadas, estados como Arizona, Indiana y Carolina del Norte han sufrido algunos de los mayores y más costosos boicots.
A finales de los 80 y principios de los 90, Arizona perdió un Super Bowl y docenas de convenciones debido a los esfuerzos por cancelar la festividad de Martin Luther King Jr. y, dos décadas más tarde, el Estado del Gran Cañón volvió a estar en la lista negra de empresas, ciudades y estados por una controvertida ley de aplicación de las leyes de inmigración. En Indiana, la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa provocó la cancelación de unas 12 convenciones y la pérdida de US$ 60 millones en impacto económico, según una investigación de Visit Indy; y se calcula que la “Ley de Baños” propuesta en Carolina del Norte costará al estado más de US$ 3.700 millones en 12 años, según un análisis de Associated Press.
“Ahora tenemos toda una oleada de boicots contra varios estados”, afirma Johnson.
En parte, se debe a las prohibiciones de viajar impuestas por estados o localidades. California, por ejemplo, restringe los viajes financiados y patrocinados por su gobierno a 24 estados identificados por promulgar leyes discriminatorias.
“Además, las organizaciones que adoptan una postura sobre diversas cuestiones sociales no quieren ir a varios estados, entre los que destacan ahora Florida y probablemente Tennessee y Texas”, explicó Johnson. “Dependiendo del tema, puede haber entre 20 y 30 estados que pueden estar en una lista de (organizaciones) que se retiran o simplemente evitan buscar contratos”.
Destination International se opone firmemente a los boicots de viajes y cree que hay mejores enfoques que adoptar si una organización quiere cancelar un espectáculo por razones puramente políticas.
“Creemos que hay mejores enfoques para abordar las razones por las que un espectáculo o un evento puede decidir no acudir por motivos puramente políticos”, afirmó.
Ritter, de Visit Lauderdale, afirmó que el boicot a los viajes puede acabar perjudicando a las comunidades a las que se intenta apoyar.
“Creo que la gente que no vive en Florida debería reconocer que somos 20 millones los que vivimos aquí”, dijo. “No somos monolíticos. No somos el Borg. No pensamos todos como uno. Y hay destinos en Florida que reciben a gente que no piensa como ellos, que no tiene su aspecto, que no rinde culto como ellos, que no se identifica como ellos”.
Y añadió: “Igual que hay condados rojos en estados azules, hay condados azules en estados rojos que abrazan esos valores, y nosotros somos uno de ellos. Eso es lo que esperamos que la gente recuerde a la hora de tomar sus decisiones: siempre hemos celebrado la diversidad, siempre hemos sido un destino integrador.
Equality Florida, una organización que defiende los derechos civiles de las personas LGBTQ+, ha recibido un aluvión de llamadas de personas y organizaciones que se preguntaban si sería más impactante viajar o gastar sus dólares en otro lugar como forma de protesta.
“Ha sido desgarrador ver a las familias huir; ha sido absolutamente devastador”, declaró Nadine Smith, cofundadora y directora ejecutiva de Equality Florida. “Algunos de nuestros mejores voluntarios, las personas más fuertes y dedicadas han dicho: ‘No puedo, con la conciencia tranquila, quedarme donde el gobernador convirtió esto en un lugar hostil para mis hijos y nuestra familia’. Dicho esto, hay mucha gente que se queda y lucha, y no tengo más que respeto por cualquier decisión que tomen”.
Smith dijo que este es un “momento de control interno” para las empresas que han hablado de diversidad y que “todo el mundo está prestando atención a quién da la cara y quién no”.
Añadió que teme que el daño de estas leyes ya esté hecho y que se tarde años en recuperarse.
“Lo de la erosión económica es como el cambio climático: La gente dice: ‘Oh, todavía tenemos turistas y la gente sigue en las playas’. Sí, así es, y Florida es un lugar precioso, pero ¿cómo se calcula lo que se está perdiendo?”. dijo Smith. “¿Cómo se contabiliza lo que significa que los mejores y más brillantes estudiantes después de graduarse se vayan con su talento a otra parte?”.