(CNN) – El calor extremo en EE.UU. ha causado la muerte de al menos 147 personas en solo cinco condados, según informan los médicos forenses, lo que representa apenas una muestra del número de víctimas mortales que deja este verano abrasador. Y es que los expertos aseguran que esa cifra es probablemente mucho menor que el número real de vidas perdidas por el calor insoportable.
Las muertes reportadas se produjeron en tres estados que se han llevado la peor parte del calor despiadado de este verano boreal: a principios de agosto, 64 personas habían muerto en el condado de Pima, Arizona; 39 en el condado de Maricopa, Arizona; 26 en el condado de Clark, Nevada; 11 en el condado de Webb, Texas; y siete en el condado de Harris, Texas.
También se registraron varias muertes relacionadas con el calor en California, partes del sur y el medio oeste, aunque las cifras no han sido tan elevadas como las de los cinco condados mencionados. En el condado de Maricopa, en el que se encuentra Phoenix y donde se han registrado oficialmente al menos 39 muertes relacionadas con el calor, se están investigando otras 312 muertes por posibles causas relacionadas con el calor.
Los fallecimientos se produjeron cuando las temperaturas se dispararon a niveles récord a finales de junio, y continuaron asando gran parte del sur y el suroeste durante julio. En particular, Phoenix acaba de registrar el mes más caluroso de todos los registrados en Estados Unidos, con 31 días consecutivos a más de 43,3 °C (110 °F) entre junio y julio.
El número de muertos por calor extremo hasta la fecha es mucho mayor que el de tornados e inundaciones juntos. Los científicos han advertido de que las olas de calor seguirán empeorando con la crisis climática, pero todavía hay muchos lugares que no informan con precisión o regularidad de las muertes relacionadas con el calor.
David S. Jones, médico e historiador de la Universidad de Harvard, dijo que las cifras comunicadas aquí y en el resto del país son probablemente subestimaciones. Calificó los recuentos de “misteriosos”.
“Las bajas cifras de muertes reportadas realmente me desconciertan”, dijo Jones a CNN. “Olas de calor menos graves en EE.UU. han matado a cientos de personas en el pasado. Creo que es muy probable que los actuales informes de mortalidad de EE.UU. en el verano de 2023 sean un recuento significativamente bajo, aunque no tengo pruebas de ello”.
Jones señaló que el número de fallecimientos podría ser bajo en el sur del país porque allí la gente está más aclimatada al calor y, por lo general, tiene más acceso al aire acondicionado.
Pero subrayó que informar sobre la causa de la muerte de una persona siempre ha sido “un proceso complicado”. Un médico forense o un juez de instrucción deben formular una única causa de muerte y, en algunos lugares, esos funcionarios son cargos políticos o cargos electos que posiblemente no tengan ningún tipo de formación médica.
“La evaluación (de la causa de la muerte) en sí es complicada”, añadió Jones. “Si se encuentra a alguien fallecido en un departamento y se intenta averiguar cuál fue la principal causa de la muerte para hacer una lista, muchos médicos forenses dirán: ‘bueno, la persona debe haber muerto de una enfermedad cardiaca porque su corazón se paró’”.
Los epidemiólogos han afirmado que el calor extremo es un multiplicador del riesgo y que puede ser un factor importante en la mayoría de los casos en los que no está claro que el calor haya provocado la muerte de una persona en última instancia. Un estudio realizado en 2020 reveló que las muertes relacionadas con el calor se subestimaban en 297 de los condados más poblados del país. Los investigadores señalaron que los registros de mortalidad tienden a descuidar otras causas de muerte potencialmente relacionadas con el calor, como los infartos de miocardio.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) calculan las muertes relacionadas con el calor basándose en los certificados de defunción en los que el calor figura como causa principal o coadyuvante de la muerte. Según los CDC, cada año mueren unas 700 personas a causa del calor.
Sin embargo, el Servicio Meteorológico Nacional calcula que el año pasado solo se produjeron 148 muertes por calor, mientras que la media de los últimos 10 años fue de 153 y la de los últimos 30 años de 168 muertes.
Ambas cifras de mortalidad por calor en EE.UU. sugieren que está muriendo mucha menos gente por calor que en los países europeos, donde la abrasadora ola de calor del verano pasado mató a casi 62.000 personas.
Según Jones, hay dos explicaciones para la incoherencia de las estadísticas estadounidenses: Estados Unidos podría estar falseando sus cifras, o el calor es más letal en Europa debido a la falta de aire acondicionado, o podría ser una combinación de ambos factores.
“Estados Unidos lleva mucho tiempo teniendo dificultades para obtener datos sanitarios rápidos y completos”, afirma. “Las ciudades informan al estado, los estados informan a los CDC, y eso ocurre a distintas velocidades y con distintos grados de precisión. Y simplemente no tenemos un sistema sólido de datos sanitarios completos y rápidos”.
Las cifras siguen mostrando cuán grave puede ser el calor extremo como riesgo para la salud. En Estados Unidos, el calor mata a más estadounidenses que cualquier otra catástrofe meteorológica. La crisis climática ha hecho que estos fenómenos extremos sean más mortíferos, y el calor excepcional de este verano lo está demostrando.