(CNN) – Gissella Cecibel Molina no sabe si perderá su ojo derecho, en el que sufrió una herida la semana pasada cuando su colega y amigo, el candidato presidencial Fernando Villavicencio, fue asesinado delante de ella al momento de salir de un mitin político en Quito, la capital de Ecuador.
“Yo salía del lugar con Fernando y, como la gente se empujaba [para acercarse a él], me separé como uno o dos metros”, dijo a CNN Molina, quien aspira a la reelección en la Asamblea Nacional.
“Mientras él (Villavicencio) se acercaba al carro, había un hombre con una bandera alrededor del cuello que decía ‘Fernando Villavicencio para presidente’. El hombre corrió alrededor del auto hasta el otro lado, sacó una pistola y empezó a disparar”, dijo.
Lo último que Molina recuerda antes de desmayarse es a Villavicencio temblando mientras las balas le alcanzaban en la cabeza. “Luego sentí como si algo me golpeara en la cara y caí al suelo. Cuando recobré el conocimiento, seguía oyendo disparos y había muchas personas heridas a mi alrededor”, añadió.
El brutal asesinato de Villavicencio, un candidato abiertamente crítico de la corrupción y antiguo periodista de investigación, ha conmocionado al país antes de las cruciales elecciones presidenciales y legislativas que se celebrarán este domingo. También ha atraído la atención internacional sobre las poderosas organizaciones criminales que impulsan la violencia que asola Ecuador.
El presunto autor de los disparos murió bajo custodia policial, según las autoridades, mientras que seis ciudadanos colombianos fueron detenidos en relación con el asesinato. Los sospechosos son miembros de grupos delictivos organizados, declaró el ministro del Interior de Ecuador, Juan Zapata, citando pruebas preliminares.
Otros políticos han caído bajo las balas este año. Este lunes, Pedro Briones, funcionario de un partido local de izquierdas, fue asesinado a tiros en la provincia de Esmeraldas, según informaron las autoridades. El mes pasado, Agustín Intriago, alcalde de la sexta ciudad más grande de Ecuador, Manta, corrió el mismo destino mientras hablaba con un joven deportista en la calle. Y en mayo, el candidato electo Walker Vera fue asesinado justo antes de que tomara posesión de su cargo en la ciudad de Muisne, provincia de Esmeraldas.
La raíz de esta violencia política es que Ecuador es un punto de tránsito en la ruta de la cocaína desde Sudamérica a Estados Unidos y Europa, según declaró a CNN Jan Topic, uno de los varios candidatos que se presentan a la presidencia. Según él, las brechas de las fronteras facilitan a los cárteles transnacionales de la droga operar en el país.
Violencia de los cárteles
La grave situación representa un cambio radical con respecto a hace una década, cuando Ecuador era conocido como un país relativamente seguro en la región. Según cifras de la Policía Nacional de Ecuador, la tasa de homicidios en 2016 fue de 5,8 por cada 100.000 habitantes. Para el año pasado, se había disparado a 25,6, un nivel similar al de Colombia y México, países con una larga historia de violencia de los cárteles de la droga.
Ahora, organizaciones extranjeras como los cárteles mexicanos, las bandas urbanas brasileñas e incluso la mafia albanesa colaboran con grupos delictivos ecuatorianos, impulsando el conflicto, según los analistas. Un informe publicado en marzo por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito afirmaba que “traficantes de los Balcanes y miembros de grupos delictivos italianos se han instalado en Ecuador para establecer líneas de suministro a los mercados europeos”.
El dinero de la droga ha contribuido a alimentar la corrupción en el país, afirmó el candidato presidencial Topic. “Toda esa cocaína y toda esa heroína que entra al país ayuda a financiar la corrupción de políticos, policías, soldados, jueces y fiscales”, dijo.
“Por el mero hecho de que no estamos controlando nuestras fronteras, estamos recibiendo una afluencia de dinero que está literalmente corrompiendo el país”, añadió Topic.
La lucha contra la delincuencia ha ocupado un lugar destacado en la agenda política de cara a las elecciones anticipadas de este año, y más aún desde el asesinato de Villavicencio. En la última semana, los candidatos políticos se han apresurado a insistir en su enfoque del problema.
Topic, un empresario que combatió en la Legión Extranjera francesa, ha sido descrito como “el Bukele [Nayib] ecuatoriano”, en referencia al presidente salvadoreño conocido por su estrategia de “mano dura” contra las bandas criminales.
Topic declaró a CNN que, aunque admira a Bukele, sería más cuidadoso en lo que respecta al respeto de los derechos humanos. “Admiro su [de Bukele y otros defensores de esa política] clarísima comprensión de la raíz del problema… y su determinación. Eso es algo que no tenemos actualmente en Ecuador. Lo que tenemos es un liderazgo temeroso que no toma decisiones porque teme a las mafias y a la opinión pública”, dijo Topic.
Andrea González Náder, que fue compañera de fórmula de Villavicencio, dijo a CNN que la lucha contra las bandas criminales y la corrupción era el principal objetivo de Villavicencio. Esos objetivos no han cambiado, dijo a CNN desde un lugar secreto en Ecuador, que la policía pidió a CNN no revelar para su protección.
La ecologista, de 36 años, subrayó que quiere cambiar Ecuador para mejor. “Quiero que este país sea un lugar de paz, un país productivo… Creo que Ecuador es un paraíso y lo han convertido en un infierno”, dijo, refiriéndose a los grupos criminales y a los políticos corruptos.
Durante un debate presidencial televisado el domingo, la favorita Luisa González dijo que reforzaría las fuerzas de seguridad y los sistemas de inteligencia de Ecuador.
González, del partido Movimiento Revolución Ciudadana, la coalición política del expresidente izquierdista Rafael Correa, también habló de reiniciar una fuerza de inteligencia conjunta con Colombia. “Ya he tenido conversaciones con embajadores europeos de la Unión Europea y con el presidente de Colombia [Gustavo Petro] y vamos a restablecer la seguridad para todos ustedes, familias ecuatorianas”, dijo.
Molina, que es veterinaria de profesión, corre ahora el riesgo de quedarse parcialmente ciega a causa del ataque de la semana pasada, pero se mantiene desafiante. “No nos van a doblegar los mafiosos, los políticos corruptos que quieren ser elegidos asambleístas, los Latin Kings, los Zetas, los albaneses que operan ahora en el país, los extorsionadores, los secuestradores y todos los que aterrorizan a la población”, dijo.
A pesar de su herida, sigue pensando en postularse a las elecciones del 20 de agosto, insistiendo en que quiere garantizar que se haga justicia.